Medio Ambiente y Adena publican una guía para acercar los ríos a los niños
Jue, 22/07/2004
Concienciar de lo importante que es proteger los cursos fluviales es el objetivo de «Acercándonos al río», una guía didáctica con la que los profesores de primaria pueden ayudar a sus alumnos a descubrir los peligros que amenazan a nuestras cuencas fluviales
Contaminación del agua, usurpación del terreno de los ríos, e implantación de infraestructuras que modifican el curso natural del agua son los peligros a los se enfrentan las cuencas fluviales. Comprender la importancia de la conservación de los cursos de agua es el objetivo de «Acercándonos al río», una guía didáctica editada por WWF/Adena y la Confederación Hidrográfica del Tajo. Dirigida a profesores de Educación Primaria de más de 2.000 centros del ámbito territorial de la cuenca del Tajo, esta guía teórico-prática pretende, según Juan Carlos del Olmo, secretario general de la organización ecologista, «que los niños tomen conciencia cuanto antes de lo importantes que son los ríos y de lo mucho que ellos pueden hacer por conservarlos».Desde el conocimiento y el acercamiento a las cuencas fluviales, «los alumnos y su entorno se concienciarán de la importancia de conservar los ríos», manifestó Alberto Fernández Lop, responsable del Área de Aguas continentales de WWF/Adena.La cuenca hidrográfica es un territorio en el que el agua fluye a través de afluentes que se juntan en un único río. Sus aguas, dependiendo de la velocidad y por tanto de la pendiente y del caudal, realizan un proceso evolutivo que comienza con la erosión del terreno, una segunda fase que consiste en el transporte de diversos materiales, y finalmente, cuando las aguas circulan de forma más pausada, tiene lugar la sedimentación de arena y de diferentes partículas. La cuenca del río Ebro aporta al mar un total de 11.679 hectómetros cúbicos, frente a los 10.051 hectómetros cúbicos del Tajo y a los 3.870 del Guadalquivir. Se trata de un volumen considerablemente inferior a otras cuencas como la del río Amazonas y al Danubio, que aportan 6.592.000 y 204.984 hectómetros cúbicos, respectivamente. Los ríos de España son más cortos y tienen una mayor pendiente que el Amazonas o el Danubio, por lo que al moverse a una mayor velocidad su estancia en el territorio es menor. Así, por ejemplo, la estancia de las cuencas fluviales de la vertiente mediterránea de la península Ibérica es menor que en la atlántica.Amenazas del ríoA pesar de ser una fuente de vida esencial el río sufre un sinfín de amenazas, tanto naturales como artificiales, provocadas por el ser humano. La contaminación del agua es la principal amenaza para las cuencas fluviales. «Los ríos españoles son muy frágiles a este respecto debido a la baja cantidad de agua que llevan», manifestó Fernández Lop. Las aguas contaminadas derivan de procesos industriales, agrícolas y urbanos. En los ríos el agua puede depurarse por si mismo. Sin embargo, si la contaminación es excesiva o el volumen de agua de la cuenca no es elevado, estas aguas contaminan y transforman el río, y toda la biodiversidad del entorno, como sucede con los vertidos derivados de procesos de refrigeración de centrales térmicas. Según Fernández Lop, «la usurpación de terreno de los ríos para uso agrícola» es otra amenaza seria y además se trata «de una medida política» y no medioambiental.Los embalses, presas, trasvases, y saltos de agua son medidas necesarias cuando los ríos son muy irregulares. Sin embargo, modifican el funcionamiento del curso natural, y por tanto también la vida en la cuenca y su entorno, como sucede con los embalses. «España es el primer país del mundo respecto al número de presas por habitantes», aseguró Fernández Lop, lo que supone un impacto medioambiental grave.«La cuenca es un organismo vivo» y fuente de vida. «Por ello, el ciudadano ha de exigir en su entorno la protección de los ríos, que la agricultura y la construcción no usurpen el terreno de los ríos», declaró Fernandez Lop. La presencia de brillos o de espumas en el agua es señal de que el río está contaminado así como la ausencia de vida y ruido en sus alrededores.Dispositivos de ahorro Utilizar la menor cantidad de agua posible, tanto en su uso doméstico como público, es una medida necesaria y fácil. Así, por ejemplo, optar por ducharse supone un ahorro de 200 litros de agua; instalar sistemas de cisterna con interruptor de doble descarga; cerrar bien los grifos, llenar al máximo la lavadora y lavaplatos... son algunas de las medidas que están al alcance de la mano y que suponen un ahorro de un recurso esencial en la vida de todo ser vivo, el agua.
Contaminación del agua, usurpación del terreno de los ríos, e implantación de infraestructuras que modifican el curso natural del agua son los peligros a los se enfrentan las cuencas fluviales. Comprender la importancia de la conservación de los cursos de agua es el objetivo de «Acercándonos al río», una guía didáctica editada por WWF/Adena y la Confederación Hidrográfica del Tajo. Dirigida a profesores de Educación Primaria de más de 2.000 centros del ámbito territorial de la cuenca del Tajo, esta guía teórico-prática pretende, según Juan Carlos del Olmo, secretario general de la organización ecologista, «que los niños tomen conciencia cuanto antes de lo importantes que son los ríos y de lo mucho que ellos pueden hacer por conservarlos».Desde el conocimiento y el acercamiento a las cuencas fluviales, «los alumnos y su entorno se concienciarán de la importancia de conservar los ríos», manifestó Alberto Fernández Lop, responsable del Área de Aguas continentales de WWF/Adena.La cuenca hidrográfica es un territorio en el que el agua fluye a través de afluentes que se juntan en un único río. Sus aguas, dependiendo de la velocidad y por tanto de la pendiente y del caudal, realizan un proceso evolutivo que comienza con la erosión del terreno, una segunda fase que consiste en el transporte de diversos materiales, y finalmente, cuando las aguas circulan de forma más pausada, tiene lugar la sedimentación de arena y de diferentes partículas. La cuenca del río Ebro aporta al mar un total de 11.679 hectómetros cúbicos, frente a los 10.051 hectómetros cúbicos del Tajo y a los 3.870 del Guadalquivir. Se trata de un volumen considerablemente inferior a otras cuencas como la del río Amazonas y al Danubio, que aportan 6.592.000 y 204.984 hectómetros cúbicos, respectivamente. Los ríos de España son más cortos y tienen una mayor pendiente que el Amazonas o el Danubio, por lo que al moverse a una mayor velocidad su estancia en el territorio es menor. Así, por ejemplo, la estancia de las cuencas fluviales de la vertiente mediterránea de la península Ibérica es menor que en la atlántica.Amenazas del ríoA pesar de ser una fuente de vida esencial el río sufre un sinfín de amenazas, tanto naturales como artificiales, provocadas por el ser humano. La contaminación del agua es la principal amenaza para las cuencas fluviales. «Los ríos españoles son muy frágiles a este respecto debido a la baja cantidad de agua que llevan», manifestó Fernández Lop. Las aguas contaminadas derivan de procesos industriales, agrícolas y urbanos. En los ríos el agua puede depurarse por si mismo. Sin embargo, si la contaminación es excesiva o el volumen de agua de la cuenca no es elevado, estas aguas contaminan y transforman el río, y toda la biodiversidad del entorno, como sucede con los vertidos derivados de procesos de refrigeración de centrales térmicas. Según Fernández Lop, «la usurpación de terreno de los ríos para uso agrícola» es otra amenaza seria y además se trata «de una medida política» y no medioambiental.Los embalses, presas, trasvases, y saltos de agua son medidas necesarias cuando los ríos son muy irregulares. Sin embargo, modifican el funcionamiento del curso natural, y por tanto también la vida en la cuenca y su entorno, como sucede con los embalses. «España es el primer país del mundo respecto al número de presas por habitantes», aseguró Fernández Lop, lo que supone un impacto medioambiental grave.«La cuenca es un organismo vivo» y fuente de vida. «Por ello, el ciudadano ha de exigir en su entorno la protección de los ríos, que la agricultura y la construcción no usurpen el terreno de los ríos», declaró Fernandez Lop. La presencia de brillos o de espumas en el agua es señal de que el río está contaminado así como la ausencia de vida y ruido en sus alrededores.Dispositivos de ahorro Utilizar la menor cantidad de agua posible, tanto en su uso doméstico como público, es una medida necesaria y fácil. Así, por ejemplo, optar por ducharse supone un ahorro de 200 litros de agua; instalar sistemas de cisterna con interruptor de doble descarga; cerrar bien los grifos, llenar al máximo la lavadora y lavaplatos... son algunas de las medidas que están al alcance de la mano y que suponen un ahorro de un recurso esencial en la vida de todo ser vivo, el agua.