La Demarcación de Murcia del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos consideró hoy, en una declaración oficial, que el Gobierno central "menosprecia sin fundamento" en el Real Decreto que deroga el trasvase del Ebro "un trabajo concienzudo y riguroso que merecería al menos ser contrastado con otro documento de similar categoría" y mostró su "disconformidad" con esta decisión.
Los ingenieros señalan que en el preámbulo del decreto de derogación "se intenta justificar tal decisión con base a unas supuestas deficiencias y carencias, tanto técnicas como económicas, del Plan Hidrológico Nacional (PHN), ya enunciadas por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, en diversas manifestaciones públicas".
No obstante, este colegio profesional apuntó que en este documento, "lamentablemente, sólo hay unas manifestaciones genéricas, frases y cifras no justificadas, mezcla de conceptos no homogéneos, y otros, impropios de un ministerio que tiene a su servicio organismos tan competentes y específicos como el Centro de Estudios Hidrográficos".
Además, la declaración del Colegio de Ingenieros de Caminos critica que la finalidad de la planificación "se abandona en aras de una solución aún poco experimentada, como es la utilización de unas instalaciones de desalación de agua de mar, que sin ningún estudio (que se conozca) ni medioambiental, ni económico, pretende sustituir a un trasvase intercuencas ampliamente debatido, estudiado y aprobado por el Consejo Nacional del Agua".
Sin embargo, los ingenieros de Caminos, Canales y Puertos añadieron que, caso de existir un estudio que avale la derogación del trasvase del Ebro, Medio Ambiente "debería darlo a conocer públicamente, identificando a sus autores, para que así la sociedad y los diversos colectivos técnicos, entre los que se encuentra este colegio, puedan debatirlo a la luz pública, de la misma forma que se han podido conocer y debatir los documentos justificativos del trasvase".
Ante esta situación, que, a juicio del colegio profesional, "desprecia la amplia experiencia acumulada en este país en materia hidráulica, ejemplo para muchas otras naciones que han venido a comprobarla directamente sobre nuestro territorio y que ha merecido encendidos elogios internacionales", este colectivo manifiesta "rotundamente su disconformidad con la derogación del trasvase del Ebro, tanto en el fondo como en la forma en que se ha efectuado".
Según este colectivo, la desalación en el litoral propuesta por Narbona "sólo conseguirán parcialmente" el abastecimiento, la redotación de regadíos infradotados y la eliminación de situaciones de sobreexplotación, "con lo que un porcentaje importante de demandas no podrán ser atendidas".
"Esto ocasionaría en toda la cuenca alta y media del Segura --concluyó el colegio de ingenieros-- daños ecológicos difíciles de controlar (desaparición de manantiales y zonas húmedas, disminución de caudales del río Segura y sus afluentes y sobreexplotación de los acuíferos), que propiciarían el traslado de la actividad económica y, por consiguiente, de la población, hacia la franja litoral".