CHINA-MEDIO AMBIENTE. China anuncia polémica construcción de dos embalses en el Mekong

Sáb, 17/07/2004

EFE

China anunció hoy la construcción de dos nuevas presas en el Mekong que la próxima década abastecerán de electricidad a Cantón y Tailandia, parte de un polémico proyecto hidroeléctrico que según asociaciones ecologistas podría perjudicar el curso de uno de los ríos más importantes de Asia.
La construcción de las presas Jinghong y Nuozhaodu, que estarán situadas en la provincia meridional china de Yunnan, comenzará este año y tendrán capacidad para producir conjuntamente 7,3 millones de kilovatios hacia el año 2014, informó la agencia estatal Xinhua.
Las dos presas forman parte de un proyecto para construir en total ocho embalses en el curso superior del Mekong a su paso por China, un plan que durante años fue llevado en secreto por Pekín para evitar las protestas de los otros países por los que pasa el río (Myanmar, Camboya, Laos, Vietnam y Tailandia).
El proyecto ya fue ideado por China en los años 70 para aprovechar el potencial eléctrico del río Mekong (llamado Lancang por los chinos) y ha cobrado una gran importancia en la actualidad debido a la escasez energética que sufre el país, la peor de las últimas dos décadas.
La primera presa que se empezó a construir en el curso del río fue la de Xiaowan, en 1996, y aunque ninguna está en funcionamiento, los expertos en medio ambiente ya vaticinan grandes perjuicios para el río.
La electricidad de las dos nuevas presas irá dirigida al delta del Río de las Perlas (sureste de China), una de las zonas con mayor demanda energética en el país, ya que cuenta con grandes centros comerciales e industriales como Cantón, Shenzhen, Macao o Hong Kong.
El Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM) denunció que China no ha permitido la publicación de informes de impacto ambiental sobre estas presas, más centrada en el desarrollo económico que en los efectos que tendrá sobre la naturaleza.
Según WRM, las ocho presas trastornarán la alimentación de los peces y podrían causar que la vida desaparezca prácticamente en el curso alto del río, al igual que ya ha ocurrido en grandes corrientes fluviales del país como el Amarillo o el Yangtse.
Más grave aún, estas presas detendrán el barro y los nutrientes esenciales para la agricultura en el sureste de Asia, donde viven más de 190 millones de personas y muchas de ellas dependen del río para su supervivencia.
A ello se unen los desalojos forzosos en las zonas de las presas, cuyo número se ignora, aunque según la asociación ecologista unas 68.000 personas fueron ya trasladadas en Yunnan por la construcción de otros embalses en el Mekong.
"China se comporta como si no le importara lo que ocurre al sur de su frontera, el río Mekong no es de su propiedad", denunció el líder del movimiento ecologista tailandés Terra cuando comenzaron a tenerse noticias de la construcción de estas presas, hace tres años.
El Mekong, de una longitud que según los expertos está entre los 4.200 y los 4.900 kilómetros, nace en la provincia china de Qinghai, en la meseta tibetana, y en su cuenca viven 60 millones de personas, la mayoría dedicadas a la agricultura.
Según los expertos, el Mekong podría ser en el futuro una causa de conflictos internacionales y "guerras por el agua" al igual que otros ríos cuyo curso pasa por varios países, como el Jordán, el Nilo o el Danubio.
Pese a los conflictos en torno a esta corriente fluvial en la región, existe una Comisión del Mekong (formada por Camboya, Vietnam, Laos y Tailandia) que trata de fomentar la cooperación para el uso del río en una región, la surasiática, donde las relaciones transfronterizas suelen ser escasas.
Ecologistas y gobiernos del sureste de Asia acusan a Pekín de actuar según su propia agenda, sin intención alguna de coordinar posturas a nivel regional con la citada comisión.