Medio Ambiente da luz verde al Bioparc pero alerta sobre los vertidos y el riesgo de riadas
Mar, 13/07/2004
Rain Forest tiene un mes de plazo para comenzar las primeras obras del zoo nuevo
S.G., Valencia
Las obras del nuevo zoológico de Valencia -denominado Bioparc- en el Parque de Cabecera comenzarán antes de un mes. El ayuntamiento aprobó el acta de replanteo de la primera fase [instalaciones de redes de servicios y de filtración de rías para dotar el equipamiento de agua para los animales acuáticos] tras recibir el proyecto el visto bueno de la Conselleria de Territorio y Vivienda. El informe de declaración de impacto ambiental es favorable, pero incluye una serie de condicionantes de mejoras y alerta acerca del riesgo de inundaciones que provoca cualquier construcción en el lecho del Turia (minimizado por el desvío al nuevo cauce) y de los posibles vertidos de residuos orgánicos procedentes de los animales.
El informe de la preceptiva declaración, fechado el pasado 30 de abril, descarta daños a la fauna y flora de la zona debido a la degradación de los terrenos ocupados por el parque pero señala como el impacto más importante el riesgo de inundación. Aunque ya existe «obra dura» en el Jardín del Turia y el cauce está desviado, se recomienda modificar la cota mínima del zoológico y dejar un área libre para las aguas de un hipotético desbordamiento. El departamento de Gestión del Medio Natural hace mucho hincapié en reclamar a la adjudicataria Rain Forest medidas correctoras de vertidos. Así, no se descarta exigir en el futuro la construcción de una depuradora propia y, de momento, tendrán que instalarse filtros antes de que las aguas del parque lleguen a la red general. También se requiere la instalación de contenedores especiales y retirada por parte de empresas especializadas de las defecaciones de los animales y de restos hospitalarios o biosanitarios.
La concesionaria tendrá que prever tres sistemas para la destrucción o eliminación higiénica de los cadáveres animales: la cesión a instituciones académicas para investigación; la recogida y destrucción por parte de empresas autorizadas y el establecimiento de zonas acotadas dentro del Bioparc para enterramientos, tras cubrir los restos con cal viva.
Además, se deberá tratar con sistemas de ozonización las «aguas vivas», que sean hábitats de determinadas especies y la conselleria reclama un programa de vigilancia ambiental, tanto en la gestión del zoo como en las obras. Con estas condiciones, el inicio de las obras del Bioparc coincidirá con la finalización de los trabajos de ajardinamiento de la parte pública, financiada por el ayuntamiento con ayuda de fondos europeos, que incluyen una colina-mirador, un bosque de ribera y un lago navegable.
La primera fase de obras consiste en la construcción de las infraestructuras básicas para las instalaciones, especialmente para el Bioparc. Esta adjudicación ha levantado varias polémicas, la última por la inclusión por parte de la concesionaria de un área comercial Ñtiendas, restaurantes, etcÑ inicialmente no prevista. El PSPV ha llevado a los tribunales este contrato, como informó Levante-EMV.
S.G., Valencia
Las obras del nuevo zoológico de Valencia -denominado Bioparc- en el Parque de Cabecera comenzarán antes de un mes. El ayuntamiento aprobó el acta de replanteo de la primera fase [instalaciones de redes de servicios y de filtración de rías para dotar el equipamiento de agua para los animales acuáticos] tras recibir el proyecto el visto bueno de la Conselleria de Territorio y Vivienda. El informe de declaración de impacto ambiental es favorable, pero incluye una serie de condicionantes de mejoras y alerta acerca del riesgo de inundaciones que provoca cualquier construcción en el lecho del Turia (minimizado por el desvío al nuevo cauce) y de los posibles vertidos de residuos orgánicos procedentes de los animales.
El informe de la preceptiva declaración, fechado el pasado 30 de abril, descarta daños a la fauna y flora de la zona debido a la degradación de los terrenos ocupados por el parque pero señala como el impacto más importante el riesgo de inundación. Aunque ya existe «obra dura» en el Jardín del Turia y el cauce está desviado, se recomienda modificar la cota mínima del zoológico y dejar un área libre para las aguas de un hipotético desbordamiento. El departamento de Gestión del Medio Natural hace mucho hincapié en reclamar a la adjudicataria Rain Forest medidas correctoras de vertidos. Así, no se descarta exigir en el futuro la construcción de una depuradora propia y, de momento, tendrán que instalarse filtros antes de que las aguas del parque lleguen a la red general. También se requiere la instalación de contenedores especiales y retirada por parte de empresas especializadas de las defecaciones de los animales y de restos hospitalarios o biosanitarios.
La concesionaria tendrá que prever tres sistemas para la destrucción o eliminación higiénica de los cadáveres animales: la cesión a instituciones académicas para investigación; la recogida y destrucción por parte de empresas autorizadas y el establecimiento de zonas acotadas dentro del Bioparc para enterramientos, tras cubrir los restos con cal viva.
Además, se deberá tratar con sistemas de ozonización las «aguas vivas», que sean hábitats de determinadas especies y la conselleria reclama un programa de vigilancia ambiental, tanto en la gestión del zoo como en las obras. Con estas condiciones, el inicio de las obras del Bioparc coincidirá con la finalización de los trabajos de ajardinamiento de la parte pública, financiada por el ayuntamiento con ayuda de fondos europeos, que incluyen una colina-mirador, un bosque de ribera y un lago navegable.
La primera fase de obras consiste en la construcción de las infraestructuras básicas para las instalaciones, especialmente para el Bioparc. Esta adjudicación ha levantado varias polémicas, la última por la inclusión por parte de la concesionaria de un área comercial Ñtiendas, restaurantes, etcÑ inicialmente no prevista. El PSPV ha llevado a los tribunales este contrato, como informó Levante-EMV.