Prototipo de planta para el tratamiento de nuevos contaminantes en aguas residuales

Mié, 28/04/2004

Barcelona, 28 de abril de 2004. Una investigación liderada por el Instituto de Investigaciones Químicas y Ambientales de Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y que ha contado con la colaboración de la Agencia Catalana del Agua (ACA), esta implementando y evaluando un nuevo prototipo de planta para el tratamiento de aguas residuales.

Esta nueva planta de tratamiento se basa en el uso de bioreactores de membrana, considerada la tecnología más prometedora para eliminar del agua esos nuevos contaminantes. Esta tecnología se está implementando y evaluando en el marco del programa europeo P-THREE, que forma parte de las actividades del Waste Water Cluster (WWC), grupo europeo de aguas residuales, coordinado por Damià Barceló, profesor de investigación del CSIC. Barceló ha dirigido la implementación del prototipo de Rubí junto a Antoni Ginebreda, jefe de Departamento de Calidad de aguas de la ACA.

Dificultades en el tratamiento del agua

La progresiva falta de aguas puras para el consumo doméstico, especialmente para agua de bebida, y el creciente consumo de agua por parte de la industria y la agricultura plantea un reto a la tecnología actual. La solución debe pasar por un uso racional y eficiente de los recursos.

La reutilización de las aguas residuales es una parte esencial del uso sostenible del agua. Sin embargo, las actuales plantas de tratamiento no están preparadas para tratar determinados compuestos como los denominados "nuevos contaminantes" o "contaminantes emergentes", y su tasa de eliminación es baja. Además, la nueva Directiva Marco europea del agua establece el control progresivo de estos contaminantes.

Estos compuestos, entre los que hay que destacar fármacos, pesticidas y metabolitos de surfactantes, son contaminantes muy persistentes y altamente solubles en agua, por lo que pueden penetrar fácilmente en todos las etapas del ciclo del agua, lo que supone un riesgo en potencia el suministro de agua potable.

Eliminar estos componentes en las plantas de potabilización del agua es difícil y costoso. La opción más razonable es, pues, atacar el problema en su origen: eliminar esos compuestos de las aguas residuales, antes de que éstas sean vertidas al ecosistema. Eso es precisamente lo que se persigue en el proyecto europeo P- THREE.

Bioreactores de membrana

Dentro del proyecto P-THREE se está implementando y evaluando un prototipo de planta para el tratamiento de aguas residuales, industriales y urbanas, que permite extraer compuestos polares y tóxicos (fármacos, surfactantes y pesticidas).

El sistema se basa en el uso de bioreactores de membrana como la tecnología disponible con mayores expectativas para abordar el tratamiento de estos contaminantes. El potencial de esta tecnología se está investigando desde experimentos en laboratorio hasta el desarrollo de plantas piloto - como la que se presenta- con las que se evaluará la eficiencia de la tecnología en condiciones reales.

Se espera que los resultados de P-THREE tengan un importante efecto sobre la calidad del agua, no sólo en la extracción de los contaminantes emergentes sino también en la eliminación de bacterias y protozoos.

El experimento se está realizando también en otras partes de Europa, con otros tres prototipos semejantes que se han instalado otras plantas de Europa (dos en Alemania y otra en Bélgica).