ARAGON .- AENOR cuenta con una norma para prevenir y controlar la proliferación y diseminación de la legionela

Jue, 01/07/2004

Europa Press

La Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) cuenta dentro de su catálogo de Normas con una Guía para la prevención y control de la proliferación y diseminación de la legionela en instalaciones.
Esta guía proporciona una serie de criterios que permiten prevenir y controlar la multiplicación de las bacterias del género Legionella, con el fin de evitar el riesgo de contraer la enfermedad producida por estos microorganismos. Para ello, esta guía sugiere la adopción de las medidas adecuadas en las fases de diseño y explotación de algunos sistemas de acondicionamiento de aire y ventilación, así como de los sistemas de preparación y distribución de agua caliente sanitaria y agua fría.
La guía enuncia las principales instalaciones que pueden ser fuentes de contaminación en los edificios, entre las que resaltan las instalaciones de agua caliente sanitaria y de agua fría, los sistemas de transferencia de masa de agua en corriente de aire, especialmente torres de refrigeración, condensadores evaporativos y humidificadores, y las bañeras y piscinas de hidromasaje.
El subtítulo 6 de la norma aporta una serie de acciones preventivas basadas en dos tipo de actuaciones. Por una parte las que reducen la probabilidad de multiplicación de la bacteria como es el mantenimiento de las condiciones de diseño, limpieza y desinfección, y por otra las que reducen la probabilidad de su dispersión en zonas ocupadas como el control del vertido de aerosoles. Según la Guía UNE 100030 IN estas acciones deben llevarse a cabo durante la fase de diseño y montaje de los sistemas de edificios nuevos o la rehabilitación de edificios existentes y durante la fase de explotación de las instalaciones.
ACCIONES PREVENTIVAS
Para prevenir la diseminación de la legionella se deberá evitar que la temperatura del agua permanezca en el intervalo entre 20 y 50 grados. Se utilizarán materiales que resistan la acción agresiva de los biocidas y desinfectantes. Todos los equipos deben ser fácilmente accesibles para la revisión, mantenimiento, limpieza y desinfección.
Debe realizarse una revisión, mantenimiento y limpieza periódica y esmerada de todas aquellas partes de las instalaciones que son susceptibles de deteriorarse o ensuciarse, con el fin de eliminar el sustrato de alimentación de la bacteria.
Esta guía no establece las acciones que deben adoptarse cuando se declaren casos de legionelosis, ya que quedan bajo la competencia de las Autoridades Sanitarias. Dichas actuaciones se mencionan someramente en la última parte de la guía e incluye la realización de un diagnóstico clínico y microbiológico de los casos, la elaboración de un estudio epidemiológico, la realización de un estudio ambiental, la limpieza y el tratamiento para eliminar la fuente de infección y la vigilancia epidemiológica para la detección temprana de nuevos casos ligados a la misma.
A finales del año 2004 está prevista la publicación de una nueva guía, que anulará y sustituirá a la actualmente en vigor, como consecuencia de la aparición, el pasado año, del Real Decreto 865/2003 por el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la legionelosis, con el fin da actualizar su contenido y mejorar su aplicación