Otro trasvase más
Mié, 30/06/2004
La Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura ha autorizado el envío de 114 Hm3 desde las cabeceras altas del Tajo, de las que 37,5 Hm3 irán al abastecimiento de la mancomunidad de Canales de Taibilla y Almería. Esta cantidad se trasvasará entre los meses de julio, agosto y septiembre y corresponde al cuarto trimestre del actual año hidrológico, iniciado el pasado mes de octubre. Como ya es preceptivo, con estas remesas acuáticas el Gobierno de Castilla-La Mancha ha votado en contra de la misma, pero la protesta por lo comprobado en varias ocasiones se hace con la «boca chica» para de esta forma cumplir ante el electorado sin que los resultados acompañen a las repetidas quejas sobre el tema del Ejecutivo que ahora preside José María Barreda.
La Junta de Castilla-La Mancha quiere también poner de relieve el anacronismo que supone un trasvase como el Tajo-Segura, concebido con criterios de más de treinta años de antigüedad, que hoy sería objeto de rechazo generalizado, pero las palabras de protesta son fácilmente transportadas por el viento y una vez más se cumple el protocolo negativo para nuestros intereses que jamás encuentran el eco adecuado para que se termine de una vez con esta sangría de las aguas limpias del Tajo hacia los territorios del Levante.
Aragón y Cataluña se echan a la calle cuando se lleva a cabo tan sólo un estudio de un trasvase del Ebro a los territorios resecos del sur, y como alzan la voz con fuerza y estruendo pues el Gobierno central les escucha y elimina de golpe un proyecto ya autorizado con anterioridad. Pero los castellano-manchegos tenemos que poseer poca fuerza en la defensa de estos repetidos trasvases que dejan nuestros campos resecos mientras se puebla de nuevas huertas la zona murciana.
Y así estamos desde hace más de treinta años, que ya es tiempo, sin que nadie se atreva a regular un proceso que se inició cuando el Tajo tenía sobrante de caudal y era solidario colaborar con otros horizontes. Pero las condiciones hidrográficas no son iguales que en aquellos años para seguir remitiendo agua al Segura, y esta realidad que salta a la vista para todos pasa desapercibida por la autoridad correspondiente que continúa aprobando trasvases para perjuicio de una región, la nuestra, que asiste tan tranquila a este expolio que jamás se permitiría en Aragón y Cataluña.
La Junta de Castilla-La Mancha quiere también poner de relieve el anacronismo que supone un trasvase como el Tajo-Segura, concebido con criterios de más de treinta años de antigüedad, que hoy sería objeto de rechazo generalizado, pero las palabras de protesta son fácilmente transportadas por el viento y una vez más se cumple el protocolo negativo para nuestros intereses que jamás encuentran el eco adecuado para que se termine de una vez con esta sangría de las aguas limpias del Tajo hacia los territorios del Levante.
Aragón y Cataluña se echan a la calle cuando se lleva a cabo tan sólo un estudio de un trasvase del Ebro a los territorios resecos del sur, y como alzan la voz con fuerza y estruendo pues el Gobierno central les escucha y elimina de golpe un proyecto ya autorizado con anterioridad. Pero los castellano-manchegos tenemos que poseer poca fuerza en la defensa de estos repetidos trasvases que dejan nuestros campos resecos mientras se puebla de nuevas huertas la zona murciana.
Y así estamos desde hace más de treinta años, que ya es tiempo, sin que nadie se atreva a regular un proceso que se inició cuando el Tajo tenía sobrante de caudal y era solidario colaborar con otros horizontes. Pero las condiciones hidrográficas no son iguales que en aquellos años para seguir remitiendo agua al Segura, y esta realidad que salta a la vista para todos pasa desapercibida por la autoridad correspondiente que continúa aprobando trasvases para perjuicio de una región, la nuestra, que asiste tan tranquila a este expolio que jamás se permitiría en Aragón y Cataluña.