«Las obras del trasvase del Ebro no habrían estado terminadas antes del año 2010»

Sáb, 26/06/2004

La Verdad

El Ministerio de Medio Ambiente defiende la rapidez de sus medidas y sostiene que no habrían llegado más de 620 hm3 del Ebro, con agua de alto precio y de baja calidad para el consumo El Gobierno regional rechaza el plan de Narbona y reta a la ministra a que conteste once preguntas
MANUEL BUITRAGO/MURCIA
Cuestionario: Once bloques de preguntas formuladas por el Gobierno regional a la ministra Narbona con motivo de su reciente visita a Murcia. Ese día el presidente Valcárcel acudió a Madrid a un acto en defensa del trasvase del Ebro.

Respuesta: 'La Verdad envió el cuestionario a la ministra, que ha remitido las respuestas. Ha obviado las valoraciones políticas planteadas y se ha ceñido a los aspectos técnicos. Las respuestas son anteriores al debate en el Senado.

La ausencia de diálogo entre el Gobierno regional y el Ministerio de Medio Ambiente para resolver el déficit hídrico de la cuenca del Segura es constatable y las diferencias crecen día a día. Esta situación tuvo su punto álgido en el desencuentro que se produjo con motivo de la visita de la ministra Cristina Narbona a Murcia, cuando el Gobierno regional optó por retar a su departamento a contestar a una serie de preguntas, lanzadas públicamente, en las que se cuestiona la desalación como principal alternativa al trasvase.

El diario La Verdad ha servido de intermediario entre la Comunidad Autónoma y el Ministerio para dar a conocer las respuestas de este último, de marcado cariz técnico, ya que obvia las cuestiones planteadas en términos políticos. El Ministerio se basa en sus respuestas en sus propios estudios, recalculando los datos del trasvase, en los informes de la sociedad Trasagua y en las notas de trabajo de varias direcciones generales de la Comisión Europea.

El Ministerio sostiene que el 52% de las actuaciones urgentes que propone son nuevas y no venían recogidas en la ley del PHN. Cree asimismo que muchas obras del anexo de inversiones no tenían previsión presupuestaria; y que el PHN era anterior al Plan de Regadíos. Subraya que en el plazo de un año se adoptarán las medidas adicionales complementarias; no menciona nuevos trasvases.

Añade que las aguas que se iban a trasvasar desde Tortosa tienen baja calidad para el consumo y que habría que tratarlas para potabilizarlas con un coste adicional elevado. Concluye, en esta primera parte, que el trasvase del Ebro no habría llegado antes del año 2010, y que los volúmenes transferidos no habrían superado los 620 hm3 anuales, a un elevado coste por metro cúbico. 1. PRIMERA PREGUNTA

El vigente PHN contempla un conjunto extenso de actuaciones que incluyen, además del trasvase, la modernización de regadíos, el ahorro, la desalación, la mejora de la calidad del agua, etc. Todo lo que se conoce hasta ahora, en las sucesivas versiones del plan alternativo, ya estaba previsto en el plan vigente, y todas las medidas de nueva política del agua ya estaban señaladas en documentos como el Libro Blanco del Agua, del año 2000. ¿Cuáles son los contenidos originales propio del nuevo plan, además del rechazo político del trasvase del Ebro? Si no los hay, ¿no le parece que la nueva política o nueva cultura es un concepto retórico, puramente nominal de cara a la galería, y carente de contenidos concretos?

1.1. Actuaciones no incluidas en el Plan de 2001

No es cierto, para empezar, que todas las actuaciones urgentes del Plan que va a iniciar el Ministerio de Medio Ambiente ya estuvieran incluidas en el anejo 2 del Plan Hidrológico Nacional del 2001. Así se pone claramente de manifiesto en el cuadro (a la derecha, arriba), que compara, para el conjunto del plan en Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia, y diferencias por programas, las actuaciones incluidas y no incluidas en el PHN, y del cual pueden obtenerse las siguientes conclusiones:

a) Programa para el incremento de la disponibilidad de recursos hídricos: La mitad de todas las actuaciones son nuevas (no incluidas en el PHN), y supone en torno al 60% de todos los recursos obtenidos y al 66% de toda la inversión.

b) Programa para la mejora de la gestión de los recursos hídricos: El 50% de las actuaciones son nuevas, las cuales representan el 50% de los recursos y el 50% de la inversión.

c) Programa para la mejora de la calidad del agua, prevención de inundaciones y restauración ambiental: El 50% de las actuaciones son nuevas, con un 59% de la inversión.

Estas cifras son coherentes con la naturaleza estratégica de los programas; el peso de la actuaciones no incluidas en el PHN es máximo en el programa de incremento de recursos hídricos, fundamentalmente por desalación, pues se ha concedido prioridad especial a este objetivo; asimismo es relativamente alto el programa de mejora de la gestión, pues aquí también hay actuaciones de modernización y reutilización que permiten obtener recursos. En el programa de mejora de la calidad del agua, prevención de inundaciones y restauración ambiental, el peso de las actuaciones nuevas es menor porque se trata de un programa complementario de los otros dos.

En cuanto a Murcia, el ámbito territorial más adecuado para comparar las actuaciones incluidas y no incluidas en el PHN es el de la cuenca del Segura, que funciona como un sistema único de gestión del agua en, fundamentalmente, la comunidad murciana y gran parte de Alicante.

Se desprende así del cuadro adjunto (arriba) que las actuaciones no incluidas en el PHN permiten obtener 107 hm3 anuales, el 32% de todos los recursos aportados por el Plan de actuaciones urgentes, y que tanto la inversión en aquellas actuaciones -180 millones- como la inversión en el conjunto de actuaciones no incluidas en el PHN -368 millones- suponen del orden del 27% de la inversión total del Plan.

Carace pues de sentido afirmar que en el PHN ya estaban incluidas todas las actuaciones del Plan del Ministerio, tanto en el conjunto de éste como en el ámbito específico de la cuenca del Segura. Pero, sobre todo, hay que destacar que la mayoría de las obras incluidas en el anexo del PHN no tenían todavía ninguna previsión presupuestaria.

1.2. Dos concepciones distintas de la política del agua.

Siendo importante el hecho de que una parte muy significativa del nuevo Plan del Ministerio no estaba incluida en el PHN del 2001, lo son mucho más las muy diferentes políticas del agua que hay detrás de ambos planteamientos y, como consecuencia, la distinta credibilidad que cabe otorgar a los resultados respectivos.

En tanto que documentos fundamentadores de la Ley 10/2001, de los cinco tomos del PHN presentados en el 2000 se puede decir cualquier cosa menos que sea un plan hidrológico; 1.200 páginas están destinadas exclusivamente a justificar el trasvase, y otras 130 al estudio de los acuíferos que reúnen la característica especial de estar compartidos por varias cuencas hidrográficas. Hay una ausencia total de objetivos que deban conseguirse para mejorar la gestión de las recursos hídricos en España, y tampoco se definen estrategias y medidas para enfrentar los múltiples problemas de escasez, contaminación, baja eficiencia, sequías, inundaciones o degradación del dominio público. Todas estas cuestiones, que son la verdadera esencia de la planificación hidrológica, simplemente no existen, y no puede argüirse que esta función enexcusable ya ha sido cumplida por el Libro Blanco del Agua de 1998; sin prejuicio de su excelente carácter informativo, el Libro Blanco no constituye un fundamento del PHN.

Tampoco se puede sostener que esa función corresponda exclusivamente a los planes hidrológicos de cuenca, porque un contenido esencial del PHN que establece la Ley de Aguas son las medidas de coordinación de dichos planes, contenido que prácticamente no existe en el PHN del 2001; y sin embargo es a través de tales medidas como el PHN debería haber cumplido ese función de plenaificación para mejorar la gestión del agua en España, función a la que sin embargo ha renunciado totalmente. Valga como ejemplo paradigmático recordar que los planes hidrológicos de cuenca se elaboraron y aprobaron al margen del Plan Nacional de Regadíos, y que el PHN también es anterior al Plan de Regadíos -a pesar de la resolución del Congreso impulsadas por el PP, en 1994, que obligaba a que se presentaran conjuntamente-, de modo que el PHN tenía que haber coordinado las determinaciones de los planes de cuenca en materia de regadíos; al no haberse hecho así, ¿con qué criterios de planificación nacional han establecido los planes de cuenca las nuevas transformaciones en regadíos, de las que se derivan precisamente los mayores incrementos de la demanda de agua?

Para hacer frente a esta falta de los más elementales criterios de planificación, el plan de actuaciones urgentes del Ministerio está concebido con el rigor necesario. Nace de constatar la inviabilidad del trasvase del Ebro y de la exigencia de dar respuesta a los problemas de las comunidades mediterráneas, especialmente preocupantes en Murcia, Alicante y Almería. Su fin es, por ello, dar una primera respuesta de carácter urgente a esos problemas, más eficiente desde luego que el trasvase del Ebro; no se plantean ahora por consiguiente todas las actuaciones posteriores que habrán de llevarse a cabo, las cuales requieren sin duda un diagnóstico y análisis más detallado que se hará durante el próximo año.

Lo que sí debe subrayarse es que las actuaciones urgentes no son un concepto retórico ni carecen de contenidos concretos; responden a unos objetivos estratégicos perfectamente determinados, los enunciados en los tres programas que componen el plan, que permiten disponer con rapidez y seguridad de más recursos hídricos, mejorar la gestión y la eficiencia en el manejo del agua, y atender los problemas más urgentes de degradación ambiental.

Además, estos programas vienen acompañados de otras medidas de gran trascendencia, singularmente:

a) La creación de los bancos públicos del agua, que contribuirán notablemente al acercamiento de la demanda y la oferta de recursos hídricos.

b) Establecimiento de un control riguroso del uso del agua por parte de las confederaciones hidrográficas.

c) Inicio inmediato de la aplicación de la directiva marco del agua 2000/60/CE, un proceso largo y complejo que, sin embargo, constituye la mejor garantía para lograr un aprovechamiento sostenible del agua, y la restauración ambiental de nuestros ríos.

d) Estudio y adopción, en el plazo de un año, de cuantas medidas adicionales sean necesarias para resolver los problemas de las cuencas mediterráneas.

Nada que ver pues entre este conjunto de actuaciones y medidas, que dan respuesta a objetivos y estrategias definidas, y el PHN del 2001, que se reduce a la defensa de un trasvase inviable y a un anejo 2 de obras del que llama la atención su naturaleza caótica y la falta total de estructuración y justificación de acuerdo con objetivos previamente establecidos.

1.3. Credibilidad y ventajas del plan de actuaciones urgentes

Ya se ha puesto de manifiesto que el 54% de las actuaciones urgentes del plan del Ministerio no están incluidas en el anejo II del PHN, al igual que el 57% de los recursos hídricos obtenidos con el plan y el 57% de la inversión requerida.

Debe insistirse en la importancia de estas nuevas actuaciones, pero todavía más en que, gracias al plan de urgencia, también las actuaciones incluidas en el PHN se van a llevar a cabo con la máxima urgencia, algo de lo que hasta el momento no se tenía ninguna seguridad.

A pesar de que el artículo 36 del PHN establece que las inversiones del anejo 2 han de finalizarse en el 2008, en el momento actual sólo están en ejecución y terminadas inversiones por el 29,2% del total, por lo que -a este ritmo- las obras del anejo II no estarían acabadas antes del 2012