Afganistán .- Acción contra el Hambre advierte de que el centro de Afganistán sufre los efectos de una nueva sequía
Mar, 22/06/2004
La organización humanitaria Acción contra el Hambre (AcH) ha advertido de que, después de cinco años de gran sequía (entre 1998 y 2003), la población de Uruzgan del norte y de la provincia Ghor, en el centro de Afganistán --dos áreas muy aisladas y subdesarrolladas--, no está en condiciones de cubrir sus necesidades alimenticias sin ayuda externa, sobre todo por que la zona ya ha empezado a sufrir los efectos de una nueva sequía a causa de las escasas precipitaciones del invierno.
Con muy poca nieve durante el invierno y escasez de lluvias en marzo y abril, las tierras de labranza han sufrido de nuevo una drástica reducción, afirma AcH en un comunicado. Más del 75 por ciento de la tierra no es cultivable en estos momentos en las áreas más afectadas, como la zona de Kiti, en el distrito en Uruzgan del norte.
En contraste con años pasados, cuando las cosechas todavía proveían alimento suficiente para la población durante tres o cuatro meses del año, los equipos de Acción contra el Hambre están comprobando que numerosas cosechas se están echando a perder.
Desde el principio de la sequía, la población de las zonas afectadas, que ya no es autosuficiente, ha asignado el 70 por ciento de sus presupuestos a la compra de alimentos. Para obtener el dinero han tenido que endeudarse y vender la mayor parte de su ganado. Sin embargo, estos métodos para conseguir dinero en efectivo están llegando a sus límites: los préstamos se hacen cada vez más difíciles de obtener y la población ha vendido ya casi el 75 por ciento de su ganado.
Acción Contra el Hambre muestra en su comunicado "una seria preocupación por la población de estas zonas, que no va a ser capaz de cubrir sus necesidades alimenticias sin ayuda externa".
Los equipos de Seguridad Alimentaria de la organización están actualmente realizando una misión exploratoria para evaluar la urgencia de la situación en las provincias del centro de Afganistán. El equipo ya ha constatado que hay muy pocas organizaciones humanitarias presentes en el lugar y que las condiciones para el acceso y la intervención son sumamente difíciles en las áreas aisladas con poblaciones muy dispersas.
Con muy poca nieve durante el invierno y escasez de lluvias en marzo y abril, las tierras de labranza han sufrido de nuevo una drástica reducción, afirma AcH en un comunicado. Más del 75 por ciento de la tierra no es cultivable en estos momentos en las áreas más afectadas, como la zona de Kiti, en el distrito en Uruzgan del norte.
En contraste con años pasados, cuando las cosechas todavía proveían alimento suficiente para la población durante tres o cuatro meses del año, los equipos de Acción contra el Hambre están comprobando que numerosas cosechas se están echando a perder.
Desde el principio de la sequía, la población de las zonas afectadas, que ya no es autosuficiente, ha asignado el 70 por ciento de sus presupuestos a la compra de alimentos. Para obtener el dinero han tenido que endeudarse y vender la mayor parte de su ganado. Sin embargo, estos métodos para conseguir dinero en efectivo están llegando a sus límites: los préstamos se hacen cada vez más difíciles de obtener y la población ha vendido ya casi el 75 por ciento de su ganado.
Acción Contra el Hambre muestra en su comunicado "una seria preocupación por la población de estas zonas, que no va a ser capaz de cubrir sus necesidades alimenticias sin ayuda externa".
Los equipos de Seguridad Alimentaria de la organización están actualmente realizando una misión exploratoria para evaluar la urgencia de la situación en las provincias del centro de Afganistán. El equipo ya ha constatado que hay muy pocas organizaciones humanitarias presentes en el lugar y que las condiciones para el acceso y la intervención son sumamente difíciles en las áreas aisladas con poblaciones muy dispersas.