El nuevo plan hidrológico penaliza a las viviendas y las industrias turísticas
Sáb, 19/06/2004
El Ministerio de Medio Ambiente subirá el precio del agua que se suministrará a las nuevas urbanizaciones, hoteles y campos de golf Estas instalaciones pagarán cuatro veces más que los agricultores
MANUEL BECERRA/MÁLAGA
ABASTECIMIENTO. Imagen de un campo de golf de Marbella que riega sus instalaciones con agua no potable. / JOSELE-LANZA
PLAN MÁLAGA
El anterior Gobierno presentó en 2000 un programa de nueve obras:
Desalobradora: La planta de El Atabal ha sido la única obra construida, aunque no está aún en servicio.
Recrecimiento: Aumento de capacidad de la presa de La Concepción (entre Marbella e Istán). En proyecto.
Tubería: La mejora de la conducción de agua entre la costa occidental y la capital. En proyecto.
Presa Cerro Blanco: En proyecto, como la conducción hasta El Atabal.
Guadalhorce: La corrección de los vertidos salinos a este embalse tampoco llegó a la fase de obras.
Otras: Plan Guaro, aprovechamiento de acuíferos en la Axarquía y mejora de los riegos del Guadalhorce. Sin proyecto.
El nuevo plan de actuaciones diseñado por el Gobierno del PSOE como alternativa al trasvase del Ebro incluido por el anterior Ejecutivo en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) penalizará al sector turístico malagueño. Será a través de las nuevas tarifas diseñadas por el Ministerio de Medio Ambiente, que crean un nuevo tramo de precio cuyos efectos sufrirá de forma directa la Costa del Sol. Las concesiones de agua para nuevas urbanizaciones (segunda residencia) y campos de golf, entre otras actividades turísticas, tendrán un precio de entre 1,10 y 1,30 euros el metro cúbico, el doble del correspondiente al abastecimiento urbano.
El nuevo concepto ha sido presentado por el departamento que dirige Cristina Narbona de forma paralela al Real Decreto-Ley que aprobó ayer el Consejo de Ministros para derogar el trasvase del Ebro. Se mantienen los tres usos tradicionales (agrícola, industrial y urbano), pero se incorpora un cuarto, que afectará a las nuevas promociones de viviendas turísticas, a los hoteles y a los campos de golf. Respecto al abastecimiento urbano, -tarifa en la que hasta ahora se incluían esas instalaciones- el precio será casi el doble, ya que en ese tramo el coste será de entre 0,70 y 0,90 euros. Los riegos agrícolas, con una media de 0,21 euros el metro cúbico, saldrán cuatro veces más baratos.
Según informó ayer el Ministerio de Medio Ambiente, la asignación de estas concesiones de suministro la realizarán las Confederación Hidrográficas -en el caso de Málaga, será la del Sur de España- a través de la puesta en funcionamiento de los Centros de Intercambio de Derechos del agua previstos por el Real Decreto de 606/2003, «hasta que se establezcan los Bancos de Agua en el seno de la reforma a realizar de la normativa sobre aguas», se explica en la nota.
No será una medida de aplicación inmediata, pero ayer mismo se produjeron varias valoraciones. La defensa de la medida la realizó el director general de Aguas del Ministerio de Medio Ambiente, Juan López Martos, quien consideró durante una visita a Málaga que la subida de los precios del agua para regar los campos de golf «no será ningún problema para que la actividad se mantenga. No hay por qué tratar recursos que son sobre todo actividad económica como si fueran recursos vitales para la ciudad», añadió López Martos.
El origen de la medida presentada por el Ministerio se suma a las obras previstas como alternativa a la política hidráulica del anterior Gobierno. De una apuesta por infraestructuras 'clásicas' como el propio trasvase del Ebro -que no llegaba a Málaga, pero sí a Almería, con una previsión de 90 hectómetros cúbicos al año- o las nuevas presas, el Ejecutivo del PSOE dará prioridad a la reutilización de aguas residuales y a las desaladoras, con una veintena en el litoral mediterráneo.
En la provincia se prevé la mejora y puesta en servicio de la planta desalinizadora de Marbella, que se construyó en 1995, y la construcción de una nueva estación en la Axarquía cuya ubicación aún no se ha decidido. En total, se conseguirán -según recalcó ayer el director general de Aguas- 125 hectómetros cúbicos al año adicionales a las reservas hídricas actuales de la provincia.
Consecuencias
El Partido Popular reaccionó ayer mismo ante las consecuencias que tendrá el nuevo marco para el turismo malagueño. El presidente del PP en Málaga y senador, Joaquín Ramírez, consideró respecto a los nuevos precios: «Suponen una agresión en toda regla a los intereses económicos de la Costa del Sol, que acoge la sexta parte de los campos de golf españoles y a más de la tercera parte de los turistas».
«La decisión se ha tomado de forma frívola e irresponsable, como consecuencia de las ataduras políticas de sus socios catalanes, por las que se ha visto obligado a derogar el trasvase y a penalizar de nuevo los intereses de Andalucía», añadió Ramírez, que por último destacó la importancia del turismo del golf: «Genera unos 800 millones de euros y atrae unos 200.000 turistas al año».
En la actualidad, casi la mitad de los 40 campos de golf repartidos por la provincia se riegan con agua reciclada o de pozos propios. Algunos de ellos son de agua no potable, aunque otros sí, existiendo un escaso control sobre las concesiones de explotación, según explicaron fuentes del sector
MANUEL BECERRA/MÁLAGA
ABASTECIMIENTO. Imagen de un campo de golf de Marbella que riega sus instalaciones con agua no potable. / JOSELE-LANZA
PLAN MÁLAGA
El anterior Gobierno presentó en 2000 un programa de nueve obras:
Desalobradora: La planta de El Atabal ha sido la única obra construida, aunque no está aún en servicio.
Recrecimiento: Aumento de capacidad de la presa de La Concepción (entre Marbella e Istán). En proyecto.
Tubería: La mejora de la conducción de agua entre la costa occidental y la capital. En proyecto.
Presa Cerro Blanco: En proyecto, como la conducción hasta El Atabal.
Guadalhorce: La corrección de los vertidos salinos a este embalse tampoco llegó a la fase de obras.
Otras: Plan Guaro, aprovechamiento de acuíferos en la Axarquía y mejora de los riegos del Guadalhorce. Sin proyecto.
El nuevo plan de actuaciones diseñado por el Gobierno del PSOE como alternativa al trasvase del Ebro incluido por el anterior Ejecutivo en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) penalizará al sector turístico malagueño. Será a través de las nuevas tarifas diseñadas por el Ministerio de Medio Ambiente, que crean un nuevo tramo de precio cuyos efectos sufrirá de forma directa la Costa del Sol. Las concesiones de agua para nuevas urbanizaciones (segunda residencia) y campos de golf, entre otras actividades turísticas, tendrán un precio de entre 1,10 y 1,30 euros el metro cúbico, el doble del correspondiente al abastecimiento urbano.
El nuevo concepto ha sido presentado por el departamento que dirige Cristina Narbona de forma paralela al Real Decreto-Ley que aprobó ayer el Consejo de Ministros para derogar el trasvase del Ebro. Se mantienen los tres usos tradicionales (agrícola, industrial y urbano), pero se incorpora un cuarto, que afectará a las nuevas promociones de viviendas turísticas, a los hoteles y a los campos de golf. Respecto al abastecimiento urbano, -tarifa en la que hasta ahora se incluían esas instalaciones- el precio será casi el doble, ya que en ese tramo el coste será de entre 0,70 y 0,90 euros. Los riegos agrícolas, con una media de 0,21 euros el metro cúbico, saldrán cuatro veces más baratos.
Según informó ayer el Ministerio de Medio Ambiente, la asignación de estas concesiones de suministro la realizarán las Confederación Hidrográficas -en el caso de Málaga, será la del Sur de España- a través de la puesta en funcionamiento de los Centros de Intercambio de Derechos del agua previstos por el Real Decreto de 606/2003, «hasta que se establezcan los Bancos de Agua en el seno de la reforma a realizar de la normativa sobre aguas», se explica en la nota.
No será una medida de aplicación inmediata, pero ayer mismo se produjeron varias valoraciones. La defensa de la medida la realizó el director general de Aguas del Ministerio de Medio Ambiente, Juan López Martos, quien consideró durante una visita a Málaga que la subida de los precios del agua para regar los campos de golf «no será ningún problema para que la actividad se mantenga. No hay por qué tratar recursos que son sobre todo actividad económica como si fueran recursos vitales para la ciudad», añadió López Martos.
El origen de la medida presentada por el Ministerio se suma a las obras previstas como alternativa a la política hidráulica del anterior Gobierno. De una apuesta por infraestructuras 'clásicas' como el propio trasvase del Ebro -que no llegaba a Málaga, pero sí a Almería, con una previsión de 90 hectómetros cúbicos al año- o las nuevas presas, el Ejecutivo del PSOE dará prioridad a la reutilización de aguas residuales y a las desaladoras, con una veintena en el litoral mediterráneo.
En la provincia se prevé la mejora y puesta en servicio de la planta desalinizadora de Marbella, que se construyó en 1995, y la construcción de una nueva estación en la Axarquía cuya ubicación aún no se ha decidido. En total, se conseguirán -según recalcó ayer el director general de Aguas- 125 hectómetros cúbicos al año adicionales a las reservas hídricas actuales de la provincia.
Consecuencias
El Partido Popular reaccionó ayer mismo ante las consecuencias que tendrá el nuevo marco para el turismo malagueño. El presidente del PP en Málaga y senador, Joaquín Ramírez, consideró respecto a los nuevos precios: «Suponen una agresión en toda regla a los intereses económicos de la Costa del Sol, que acoge la sexta parte de los campos de golf españoles y a más de la tercera parte de los turistas».
«La decisión se ha tomado de forma frívola e irresponsable, como consecuencia de las ataduras políticas de sus socios catalanes, por las que se ha visto obligado a derogar el trasvase y a penalizar de nuevo los intereses de Andalucía», añadió Ramírez, que por último destacó la importancia del turismo del golf: «Genera unos 800 millones de euros y atrae unos 200.000 turistas al año».
En la actualidad, casi la mitad de los 40 campos de golf repartidos por la provincia se riegan con agua reciclada o de pozos propios. Algunos de ellos son de agua no potable, aunque otros sí, existiendo un escaso control sobre las concesiones de explotación, según explicaron fuentes del sector