El Gobierno derogará mañana Los barceloneses pagarán entre 0,7 y 0,9 euros el m3 por el agua que traerá el plan alternativo el trasvase del Ebro
Jue, 17/06/2004
Se acabó el trasvase. El Consejo de Ministros de mañana tiene previsto aprobar la derogación de los artículos del Plan Hidrológico Nacional que autorizaban la polémica obra, según avanzó ayer la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Cuando la decisión se publique el sábado o el lunes en el BOE, se habrá desvanecido, quién sabe si para siempre, el mal sueño que durante casi cuatro años han vivido los habitantes de la cuenca del Ebro.
La derogación se efectuará a través de un decreto ley cuya entrada en vigor será inmediata, pero que posteriormente se tramitará como proyecto de ley en el Congreso y el Senado para dar "un nuevo espacio al diálogo", según Narbona. En estas cámaras, el PSOE ofrecerá la modificación de algún aspecto concreto de las obras alternativas al trasvase o las tarifas del agua, pero la derogación no será negociable.
El decreto no se limita a dejar la obra más emblemática del anterior Gobierno fuera de la ley, sino que establece los precios que se cobrarán a los futuros beneficiarios del agua aportada por las obras alternativas.
Las tarifas estarán en función del tipo de usuario, no de la procedencia del agua, con lo que el Gobierno esquiva la principal crítica que se había lanzado al plan alternativo por parte de los agricultores murcianos y valencianos: que el agua desalada saldría muy cara. El decreto les garantizará un precio de entre 0,12 y 0,3 euros el metro cúbico, un precio máximo incluso inferior al que preveía el trasvase.
LAS TARIFAS Para los consumidores urbanos, entre ellos los del área de Barcelona, la horquilla estará entre 0,7 y 0,9 euros, un precio muy superior al de los agricultores, pero equiparable a lo que hoy se cobra por el agua de boca. El precio más alto se cobrará a los zonas turísticas y campos de golf --entre 1,1
y 1,3-- y otro intermedio --entre 0,5 y 0,7-- corresponderá al abastecimiento de las instalaciones industriales.
Hay que tener en cuenta que de los 1.058 hectómetros cúbicos anuales de agua que ofrece la alternativa Narbona , más de la mitad, 621, se obtendrán con la construcción o ampliación de desalinizadoras. Aunque estos proyectos vayan a ser objeto de discusión parlamentaria, Narbona aseguró que ello no será obstáculo para que se inicien las obras de los más urgentes.
La ministra explicó todo esto a la comisión permanente del Consejo Nacional del Agua, cuyos integrantes expresaron opiniones contrapuesta pero no se llegó a votar. La votación, que de todos modos nunca será vinculante, se efectuará en un plenario del mismo organismo que se convocará en septiembre.
El plan alternativo se concreta en Catalunya con la aportación de 145 hectómetros cúbicos para las necesidades del área de Barcelona, 70 de los cuales provendrán de una enorme desaladora que se construirá entre Gavà y el aeropuerto de El Prat. Catalunya también recibirá 49 hec- tómetros por las obras pactadas como alternativa a la conexión de minitrasvase de Tarragona con la red de abastecimiento barcelonesa
La derogación se efectuará a través de un decreto ley cuya entrada en vigor será inmediata, pero que posteriormente se tramitará como proyecto de ley en el Congreso y el Senado para dar "un nuevo espacio al diálogo", según Narbona. En estas cámaras, el PSOE ofrecerá la modificación de algún aspecto concreto de las obras alternativas al trasvase o las tarifas del agua, pero la derogación no será negociable.
El decreto no se limita a dejar la obra más emblemática del anterior Gobierno fuera de la ley, sino que establece los precios que se cobrarán a los futuros beneficiarios del agua aportada por las obras alternativas.
Las tarifas estarán en función del tipo de usuario, no de la procedencia del agua, con lo que el Gobierno esquiva la principal crítica que se había lanzado al plan alternativo por parte de los agricultores murcianos y valencianos: que el agua desalada saldría muy cara. El decreto les garantizará un precio de entre 0,12 y 0,3 euros el metro cúbico, un precio máximo incluso inferior al que preveía el trasvase.
LAS TARIFAS Para los consumidores urbanos, entre ellos los del área de Barcelona, la horquilla estará entre 0,7 y 0,9 euros, un precio muy superior al de los agricultores, pero equiparable a lo que hoy se cobra por el agua de boca. El precio más alto se cobrará a los zonas turísticas y campos de golf --entre 1,1
y 1,3-- y otro intermedio --entre 0,5 y 0,7-- corresponderá al abastecimiento de las instalaciones industriales.
Hay que tener en cuenta que de los 1.058 hectómetros cúbicos anuales de agua que ofrece la alternativa Narbona , más de la mitad, 621, se obtendrán con la construcción o ampliación de desalinizadoras. Aunque estos proyectos vayan a ser objeto de discusión parlamentaria, Narbona aseguró que ello no será obstáculo para que se inicien las obras de los más urgentes.
La ministra explicó todo esto a la comisión permanente del Consejo Nacional del Agua, cuyos integrantes expresaron opiniones contrapuesta pero no se llegó a votar. La votación, que de todos modos nunca será vinculante, se efectuará en un plenario del mismo organismo que se convocará en septiembre.
El plan alternativo se concreta en Catalunya con la aportación de 145 hectómetros cúbicos para las necesidades del área de Barcelona, 70 de los cuales provendrán de una enorme desaladora que se construirá entre Gavà y el aeropuerto de El Prat. Catalunya también recibirá 49 hec- tómetros por las obras pactadas como alternativa a la conexión de minitrasvase de Tarragona con la red de abastecimiento barcelonesa