El consumo de agua se dispara en junio pese a las nuevas tarifas que gravan el derroche
Dom, 13/06/2004
El día 8 se superaron los mil litros por segundo, una cifra que no se registraba desde el verano de 2002 El aumento se debe a riegos y piscinas
J. PONCELA/GIJÓN
PISCINA. Tres niños juegan bajo el agua ante la mirada de sus madres. / E. C.
La 'ley seca' no da resultados. Por más que se empeñen el Ayuntamiento de Gijón y la Empresa Municipal de Aguas en que la ciudad 'beba' menos, los consumos de agua siguen creciendo. Ni los avisos de que el que más consuma más pagará parecen tener efecto sobre el exceso de utilización de este recurso natural. En lo que va de junio ya se han superado con creces las cifras de gasto de las mismas fechas del año pasado y se han recuperado records del mes de junio año 2002, uno de los más derrochadores de agua, con registros de 101.000 metros cúbicos de agua en un sólo día. O sea, 1.171 litros por segundo.
Todo parece indicar que el verano de 2004 va a ser muy parecido a los anteriores. En el de 2003, uno de los más calurosos de los últimos años, la Empresa Municipal de Aguas tuvo que hacer frente a una demanda que durante los meses de julio y agosto estuvo rondando los 100.000 metros cúbicos diarios, muy lejos de valores medios y mínimos del resto del año que ronda entre los 60.000 y los 80.000 metros cúbicos.
A pesar de que desde el mes de enero hay unas nuevas tarifas de agua potable en las que se recarga con un 15% el exceso de consumo que supere los 40 metros cúbicos por usuario cada dos meses, la demanda no se reduce. En lo que va de año, según datos de la Empresa Municipal de Aguas, un 12,67% de los contadores que se controlaron presentaban consumos superiores al tope marcado. De 45.203 controles, el exceso era evidente en 5.727 casos. Los mayores desfases se dieron en los contadores de obras (donde el 45% superó los 40 metros cúbicos), y en los usos industriales y comerciales (con un 17,45% de puntos que rebasaban el límite). En los usos domésticos, los excesos rondaron el 9%. Hay que tener en cuenta que sólo el 2% del total del agua que se gasta al día en la ciudad se destina a beber, unos dos millones de litros diarios durante jornadas de mucho consumo. Las industrias demandan el 10%, los servicios municipales (riego de calles, parques y jardines) casi un 25% y el resto se va en el consumo domiciliario o los pequeños negocios. Entre un 12% y un 15% se pierde en fugas.
Poco dinero
El gerente de la EMA, Luis Alemany, considera que la idea de una tarifa ecológica que limite los consumos es buena, pero matiza que aún deberá pasar más tiempo antes de que los ciudadanos se mentalicen de que existe. Además, estos son los primeros recibos del agua que se facturan de acuerdo al recargo y, por otra parte, lo que se paga de más es poco. En un recibo normal puede no haber una diferencia de más de 5 euros.
El problema es que, con medidas restrictivas o sin ellas, el gasto de agua en la ciudad no irá a menos. La razón es que el número de zonas verdes y piscinas es cada vez mayor y la demanda de agua va unida de manera directa al aumento de la población. Alemany explica que, aunque las empresas son las que más gastan y muchas de ellas cierran en el mes de agosto o reducen su actividad, esa reducción se compensa con el aumento en el uso de las segundas residencias y el traslado a Gijón de familias que ocupan pisos de verano.
Pese a todo, los responsables municipales van a seguir adelante con estas medidas de control. La idea es mantener a raya los consumos para que, entre otras cosas, no sea necesario captar agua de los acuíferos subterráneos de la ciudad. Existe un compromiso por parte de la empresa de recortar la captación de los 4 millones de metros cúbicos de agua que cada año salen de los sondeos municipales de Deva. Un exceso de gasto en estas reservas sería muy perjudicial para el Jardín Botánico
J. PONCELA/GIJÓN
PISCINA. Tres niños juegan bajo el agua ante la mirada de sus madres. / E. C.
La 'ley seca' no da resultados. Por más que se empeñen el Ayuntamiento de Gijón y la Empresa Municipal de Aguas en que la ciudad 'beba' menos, los consumos de agua siguen creciendo. Ni los avisos de que el que más consuma más pagará parecen tener efecto sobre el exceso de utilización de este recurso natural. En lo que va de junio ya se han superado con creces las cifras de gasto de las mismas fechas del año pasado y se han recuperado records del mes de junio año 2002, uno de los más derrochadores de agua, con registros de 101.000 metros cúbicos de agua en un sólo día. O sea, 1.171 litros por segundo.
Todo parece indicar que el verano de 2004 va a ser muy parecido a los anteriores. En el de 2003, uno de los más calurosos de los últimos años, la Empresa Municipal de Aguas tuvo que hacer frente a una demanda que durante los meses de julio y agosto estuvo rondando los 100.000 metros cúbicos diarios, muy lejos de valores medios y mínimos del resto del año que ronda entre los 60.000 y los 80.000 metros cúbicos.
A pesar de que desde el mes de enero hay unas nuevas tarifas de agua potable en las que se recarga con un 15% el exceso de consumo que supere los 40 metros cúbicos por usuario cada dos meses, la demanda no se reduce. En lo que va de año, según datos de la Empresa Municipal de Aguas, un 12,67% de los contadores que se controlaron presentaban consumos superiores al tope marcado. De 45.203 controles, el exceso era evidente en 5.727 casos. Los mayores desfases se dieron en los contadores de obras (donde el 45% superó los 40 metros cúbicos), y en los usos industriales y comerciales (con un 17,45% de puntos que rebasaban el límite). En los usos domésticos, los excesos rondaron el 9%. Hay que tener en cuenta que sólo el 2% del total del agua que se gasta al día en la ciudad se destina a beber, unos dos millones de litros diarios durante jornadas de mucho consumo. Las industrias demandan el 10%, los servicios municipales (riego de calles, parques y jardines) casi un 25% y el resto se va en el consumo domiciliario o los pequeños negocios. Entre un 12% y un 15% se pierde en fugas.
Poco dinero
El gerente de la EMA, Luis Alemany, considera que la idea de una tarifa ecológica que limite los consumos es buena, pero matiza que aún deberá pasar más tiempo antes de que los ciudadanos se mentalicen de que existe. Además, estos son los primeros recibos del agua que se facturan de acuerdo al recargo y, por otra parte, lo que se paga de más es poco. En un recibo normal puede no haber una diferencia de más de 5 euros.
El problema es que, con medidas restrictivas o sin ellas, el gasto de agua en la ciudad no irá a menos. La razón es que el número de zonas verdes y piscinas es cada vez mayor y la demanda de agua va unida de manera directa al aumento de la población. Alemany explica que, aunque las empresas son las que más gastan y muchas de ellas cierran en el mes de agosto o reducen su actividad, esa reducción se compensa con el aumento en el uso de las segundas residencias y el traslado a Gijón de familias que ocupan pisos de verano.
Pese a todo, los responsables municipales van a seguir adelante con estas medidas de control. La idea es mantener a raya los consumos para que, entre otras cosas, no sea necesario captar agua de los acuíferos subterráneos de la ciudad. Existe un compromiso por parte de la empresa de recortar la captación de los 4 millones de metros cúbicos de agua que cada año salen de los sondeos municipales de Deva. Un exceso de gasto en estas reservas sería muy perjudicial para el Jardín Botánico