Un informe vincula pobreza mundial con mala gestión del medio ambiente
Sáb, 05/06/2004
'La mala gestión de los recursos naturales aumenta la marginación de los pobres' y degenera, 'en muchos casos' en una 'institucionalización de la corrupción'. Con estas palabras prologa la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, el informe publicado con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra hoy. El texto recoge los múltiples desequilibrios que hacen del planeta un lugar más pobre.
El informe de la ONU Recursos Mundiales 2004. Decisiones para la Tierra: equilibrio, voz y poder concluye que para aliviar la pobreza hace falta un 'manejo sostenible de los ecosistemas'. Se centra en la necesidad de aumentar la participación social en el manejo de los recursos, pero, sobre todo, denuncia 'la incapacidad de las instituciones gubernamentales para manejar los ecosistemas, procurando mantener su salud en vez de buscar simplemente su máximo rendimiento'.
Esta situación de sobreexplotación es la que ha causado algunos de los desequilibrios que el informe denuncia. Sus principales conclusiones se exponen a continuación.
- Pesca. La situación de los mares y océanos es el centro del día del Medio Ambiente que se celebra hoy. Uno de cada seis habitantes del planeta (alrededor de mil millones de personas) dependen básicamente del pescado para cubrir sus necesidades de proteínas. Pero su subsistencia está amenazada porque el 75% de las pesquerías mundiales están explotadas al límite de su capacidad.
Y las autoridades no ponen remedio. Según un estudio de la organización ecologista Oceana, sólo en los mares que rodean Europa sobreviven hasta 21 especies que están amenazadas, en peligro de extinción o en peligro crítico (la categoría de mayor riesgo de desaparición) sin estar incluidas en ninguna relación de seres protegidos. Entre ellos hay algunos de gran importancia comercial, como el mero, el cazón, el bacalao, el fletán o la merluza (ver gráfico).
A esta lista el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) añadió ayer otra especie: los corales de profundidad. A diferencia del tropical, este tipo de coral habita en zonas frías (con agua entre 3 y 14 grados). Está muy extendido y sirve de hábitat a muchos animales, pero la pesca de arrastre y la falta de protección lo amenazan.
- Ríos. Si la situación en los océanos es peligrosa, la de las aguas interiores es todavía peor. El 41% de la población mundial vive en cuencas fluviales 'degradadas'. El 20% del agua de los ríos se extrae para consumo humano, y las presas interrumpen el 60% de las principales cuencas fluviales, con los problemas asociados, como el impedir la migración de especies o la llegada de sedimentos a la parte baja del curso.
- Agricultura. La producción agrícola mundial es de 1,3 billones de dólares (algo más de un billón de euros), pero el 52% de los suelos muestran una fuerte degradación, lo que pone en peligro su utilidad futura.
- Bosques. 350 millones de personas dependen directamente de los bosques. Las talas ilegales amenazan su subsistencia. UNEP calcula que el 80% de toda la madera talada en Amazonia y entre el 50% y el 70% de la cortada en Indonesia son ilegales. Además, esta práctica es fuente de corrupción y pobreza. Por ejemplo, el Gobierno de Camboya recaudó en un año 15 millones de dólares (12,3 millones de euros) de las explotaciones forestales. En paralelo, los pagos ilegales ascendieron a 200 millones de dólares (164 millones de euros).
- Soluciones. El conocimiento de los problemas medioambientales por la población y su capacidad para intervenir en las decisiones son la solución al problema que propone el informe. 'Aunque no está demostrado empíricamente', un sistema democrático parece ser el método para que se puedan combatir 'los grandes errores provocados por la mala administración del medio ambiente', dice el informe
El informe de la ONU Recursos Mundiales 2004. Decisiones para la Tierra: equilibrio, voz y poder concluye que para aliviar la pobreza hace falta un 'manejo sostenible de los ecosistemas'. Se centra en la necesidad de aumentar la participación social en el manejo de los recursos, pero, sobre todo, denuncia 'la incapacidad de las instituciones gubernamentales para manejar los ecosistemas, procurando mantener su salud en vez de buscar simplemente su máximo rendimiento'.
Esta situación de sobreexplotación es la que ha causado algunos de los desequilibrios que el informe denuncia. Sus principales conclusiones se exponen a continuación.
- Pesca. La situación de los mares y océanos es el centro del día del Medio Ambiente que se celebra hoy. Uno de cada seis habitantes del planeta (alrededor de mil millones de personas) dependen básicamente del pescado para cubrir sus necesidades de proteínas. Pero su subsistencia está amenazada porque el 75% de las pesquerías mundiales están explotadas al límite de su capacidad.
Y las autoridades no ponen remedio. Según un estudio de la organización ecologista Oceana, sólo en los mares que rodean Europa sobreviven hasta 21 especies que están amenazadas, en peligro de extinción o en peligro crítico (la categoría de mayor riesgo de desaparición) sin estar incluidas en ninguna relación de seres protegidos. Entre ellos hay algunos de gran importancia comercial, como el mero, el cazón, el bacalao, el fletán o la merluza (ver gráfico).
A esta lista el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) añadió ayer otra especie: los corales de profundidad. A diferencia del tropical, este tipo de coral habita en zonas frías (con agua entre 3 y 14 grados). Está muy extendido y sirve de hábitat a muchos animales, pero la pesca de arrastre y la falta de protección lo amenazan.
- Ríos. Si la situación en los océanos es peligrosa, la de las aguas interiores es todavía peor. El 41% de la población mundial vive en cuencas fluviales 'degradadas'. El 20% del agua de los ríos se extrae para consumo humano, y las presas interrumpen el 60% de las principales cuencas fluviales, con los problemas asociados, como el impedir la migración de especies o la llegada de sedimentos a la parte baja del curso.
- Agricultura. La producción agrícola mundial es de 1,3 billones de dólares (algo más de un billón de euros), pero el 52% de los suelos muestran una fuerte degradación, lo que pone en peligro su utilidad futura.
- Bosques. 350 millones de personas dependen directamente de los bosques. Las talas ilegales amenazan su subsistencia. UNEP calcula que el 80% de toda la madera talada en Amazonia y entre el 50% y el 70% de la cortada en Indonesia son ilegales. Además, esta práctica es fuente de corrupción y pobreza. Por ejemplo, el Gobierno de Camboya recaudó en un año 15 millones de dólares (12,3 millones de euros) de las explotaciones forestales. En paralelo, los pagos ilegales ascendieron a 200 millones de dólares (164 millones de euros).
- Soluciones. El conocimiento de los problemas medioambientales por la población y su capacidad para intervenir en las decisiones son la solución al problema que propone el informe. 'Aunque no está demostrado empíricamente', un sistema democrático parece ser el método para que se puedan combatir 'los grandes errores provocados por la mala administración del medio ambiente', dice el informe