EUSKADI .- Gobierno vasco anima al Ejecutivo central y a la Diputación de Alava a ejecutar el Plan de Regadíos de Alava

Mié, 02/06/2004

Europa Press

El Gobierno vasco animó hoy al Ejecutivo central y a la Diputación alavesa a "pasar de las palabras a los hechos" en la ejecución del Plan de Regadíos de Alava, que "debe enmarcarse en un objetivo de sostenibilidad y contar con el mayor consenso de todas las Administraciones implicadas". Así, la Administración vasca garantizó que "tiene la intención de llegar a acuerdos".
En una rueda de prensa celebrada en Vitoria, el consejero vasco de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Sabin Intxaurraga, justificó estas declaraciones porque "ha transcurrido demasiado tiempo sin un Plan de Regadíos para el Territorio alavés".
En opinión de Intxaurraga, el Gobierno central "debe materializar las meras declaraciones de intenciones en compromisos concretos", porque algunas de las obras previstas en el Plan de Regadíos de Alava están incluidas en el Plan Hidrológico Nacional, en el Plan del Ebro y en las Leyes de Acompañamiento de Presupuesto de 2001. En estas últimas, recordó que se establecían obras de interés general del Estado, que afectaban a temas de regadío de Alava.
Asimismo, el titular vasco de Medio Ambiente indicó que el objetivo del Ejecutivo autónomo es ejecutar el Plan, "atendiendo a criterios agrarios y de sostenibilidad, y hacerlo desde el máximo consenso posible".
Intxaurraga recordó que, hasta la fecha, la única cofinanciación garantizada para llevar a cabo el Plan de Regadíos está en aquellas obras incluidas en el Plan Marco de Apoyo Financiero a la Inversión Pública, apoyado por el Consejo de Gobierno en 2002, pero que "lamentablemente, hasta 2004 no ha sido posible materializar el acuerdo y las cantidades previstas" para ejecutarlo y que asciende a 16 millones de euros hasta 2007.
"TOMAR AGUA DEL EBRO"
En cuanto a las zonas en las que se prevé ejecutar este Plan de Regadíos, Intxaurraga apuntó a las localidades de Elciego y Elvillar en la Rioja Alavesa, en las que, según adelantó, "tenemos la intención de empezar a trabajar este mismo año".
Así, apostó por "regular las aguas de escorrentías, llevarlas en balsa y si fuera necesario, tomar agua del Ebro", ya que, a su juicio, desde un punto de vista de sostenibilidad, "no tiene sentido llevar el agua del Inglares".
Además, en lo que respecta a la zona de Valles Alaveses, entendió que hay que reconsiderar la priorización de zonas para evitar empezar por las más alejadas del recurso, ya que "nos obligaría a realizar obras faraónicas y pone en entredicho la viabilidad técnica, económica y ambiental de la presa de Andagoia".
Así, en cuanto a la zona de la Llanada Alavesa, Intxaurraga estimó que debería estar implicado el Ministerio de Medio Ambiente, además del de Agricultura, porque las obras previstas para esta parte del Territorio obedecen, tanto a dar solución a los problemas de abastecimiento, como para favorecer los regadíos.
El consejero vasco de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente recordó que la semana pasada, responsables del Gobierno vasco, entre los que se encontraba él mismo, se reunieron con la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, y acordaron que el Protocolo, que durante los últimos años se ha debatido entre las Administraciones vascas y el Ministerio de Agricultura, "debe ser revisado siguiendo los criterios de Sostenibilidad y de Consenso".
El objetivo, según Intxaurraga, "es llegar a acuerdos lo antes posible", para posteriormente, someterlos al Consejo Vasco del Agua y a la Comisión Ambiental Vasca, en la que participan Ayuntamientos, Diputaciones y Gobierno vasco.
Por último, concluyó que hay que trabajar "haciendo frente a la ineficiencia del sistema de Distribución", actualmente, según dijo, "con porcentajes de incontrolados excesivamente altos", así como desde la perspectiva de favorecer la sostenibilidad.
MOMENTO DE SENTAR LAS BASES
Por su parte, el consejero vasco de Agricultura y Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego, insistió en que "tras haber padecido los Protocolos de actuación", lo que el Gobierno vasco demanda ahora es "un compromiso con fechas de inicio y finalización, así como partidas presupuestarias".
Así, consideró que "es el momento de sentar las bases" para ejecutar el Plan de Regadíos de Alava, que se aprobó, según recordó, "hace ya muchos años" y, además, apostar por su puesta en funcionamiento "siempre siguiendo unos principios de actuación".
A su juicio, la planificación debe de estar sujeta a "objetivos de sostenibilidad, de cohesión, de multifuncionalidad" y ligado a "principios de competitividad, de equidad, flexibilidad y corresponsabilidad", por parte de las Administraciones y los usuarios.
En este sentido, afirmó que "se necesita más que nunca una coordinación que, lamentablemente en los últimos tiempos, ha sido inexistente" y, por ello, dijo que tanto su Departamento como el de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, "hemos entendido que es el momento de iniciarla, impulsarla y apuntalarla".
Sáenz de Samaniego explicó que una buena planificación de regadíos "aporta mejoras socioeconómicas, mantiene el modelo de explotación familiar agraria y posibilita la implantación de nuevas empresas agroalimentarias en nuestro Territorio".
Además, destacó la importancia de tener en cuenta los criterios medioambientales, que "permitan evitar la erosión y la necesidad de mantener caudales ecológicos en los ríos". Asimismo, declaró que deben seguirse criterios técnicos, de modo que se sepa en qué zona hay recursos hídricos para dedicar al regadío y plantear técnicas que conlleven un uso adecuado del agua.
Para conseguir todo esto, el consejero de Agricultura y Pesca recalcó que se precisan medidas de coordinación entre políticas agrarias e hidráulicas e insistió en que debe ser fruto del consenso, de la corresponsabilidad de los usuarios y de una apuesta conjunta por marcar hacia dónde se deben de orientar los regadíos en Alava.
En esta línea, argumentó que la apuesta del Ejecutivo vasco es impulsar un Plan de ejecución en los próximos 10 o 12 años, durante los cuales, se desarrollarán actuaciones en los Valles alaveses y proyectos puntuales en la zona de montaña de Alava, en los montes de Vitoria, en Rioja alavesa y, posteriormente, en la Llanada oriental