Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) reconocieron ayer ante varios eurodiputados y el secretario del Comité de Peticiones del Parlamento Europeo, David Lowe, que los estudios sobre el caudal del Júcar, imprescindibles para efectuar el trasvase de aguas al Vinalopó, la Marina Baixa y l'Alacantí, todavía no se han finalizado. El director de planificación del organismo de cuenca, Teodoro Estrela, aseguró que, en la actualidad, «se está definiendo el régimen hidrológico» del río. «El plan hidrológico de la cuenca fija el caudal aguas abajo de Tous hasta la toma de la Acequia Real del Júcar (0,6 metros cúbicos por segundo), sin embargo, no se establece el volumen para el tramo final "dependiente de las derivaciones de la acequia real o los retornos de riego" presenta tres azudes en cadena y, a veces, el agua no llega a la desembocadura», argumentó Estrela, quien agregó que el azud de la Marquesa «sirve para frenar la intrusión marina».

El diputado autonómico de l'Entesa Carles Arnal planteó al presidente de la CHJ, Juan José Moragues, si «ante la evidencia de que estudios fundamentales para el Júcar-Vinalopó están en elaboración, el Gobierno central se plantea la paralización de las obras de la canalización». La respuesta fue negativa.

El comité de peticiones que elaborará en varias semanas un informe sobre la transferencia hídricaÑ visitó ayer la Ribera y se reunió con diversas organizaciones, dirigentes de la Conselleria de Infraestructuras y Transportes "donde se sumaron representantes de la Junta de Usuarios del trasvaseÑ a instancias de WWF/Adena, que presentó una queja en Bruselas en contra del trasvase al Vinalopó.

Lowe planteó en la reunión celebrada el organismo de cuenca " que Moragues decidió abrir a todo el público y los medios de comunicación " su preocupación ante el impacto del Júcar-Vinalopó, el caudal ambiental del río como también las alternativas de suministro para las comarcas receptoras del agua. Señaló: «Tenemos dudas sobre la validez de los datos del informe del Banco Europeo de Inversiones (BEI)» que sirvió como base para que la Comisión Europea concediera 80 millones de euros de subvención para la ejecución del canal a finales de 2003. También mostró su «miedo subyacente ante la explosión de proyectos urbanísticos en la costa (aunque se carece de agua, como es el caso de Alicante), donde se están realizando prácticas de expropiación desatadas». Lowe conectó el trasvase al Vinalopó «con las construcciones que se hacen sin disponer de informes que garanticen el agua».

El portavoz de Acció Ecologista Agró, Víctor Navarro, destacó la situación vulnerable del humedal del parque natural de la Albufera «por la falta de aportes hídricos», mientras David Lowe recordó «el peligro de la llegada de aguas de baja calidad de la depuradora de Pinedo». Moragues fue contundente en esta materia: «La conservación y recuperación es prioritaria y ya lo hemos demostrado en nuestro primer encuentro con la Generalitat».

El consejero delegado de Aguas del Júcar, sociedad estatal promotora del trasvase al Vinalopó, Lorenzo Castilla, explicó que las condiciones fijadas por la Unión Europea para cofinanciar el proyecto «se están cumpliendo». El comisario de Aguas, Javier Ferrer, indicó las actuaciones que se están realizando en las comarcas receptoras como el control de las extracciones.

Varios eurodiputados, entre los que se encontraban Marisa Bergaz (EU) y Enric Morera (Bloc), y miembros del comité visitaron ayer por la mañana diversas zonas de la Albufera, acompañados por expertos de la Universitat de València y colectivos como Xúquer Viu, la Unió de Llauradors, CC OO, SEO, Agró o Greenpeace