Una tromba de agua colapsa la capital e inunda el metro de Antonio Machado

Mar, 25/05/2004

El País

La tromba de agua caída en la tarde de ayer convirtió la capital en una ratonera para miles de conductores y de viajeros que se dirigían de regreso a sus casas. Las lluvias torrenciales anegaron pasos subterráneos, crearon enormes balsas de agua, y motivaron hasta el cierre del metro de Antonio Machado, en la línea 7, donde se produjo una gran inundación y escenas de pánico entre los usuarios. El servicio de las líneas C-4 y C-5 de cercanías, que unen la capital con Parla y Fuenlabrada también se vio interrumpido. Varios trenes quedaron parados en el llamado túnel de la risa .
El sol que lucía en la región a mediodía se tornó en un cielo totalmente negro, que descargó hasta 20 litros por metro cuadrado, según los observatorios del Instituto de Meteorología. Esta cantidad de agua cayó en pocos minutos en algunos casos, lo que provocó grandes inundaciones en pasos subterráneos como el del Banco de España (plaza de Cibeles) o el de Colón. En el primero era tal la cantidad de agua proveniente de la Gran Vía y la calle de Alcalá que los sumideros de la plaza no pudieron tragar la cantidad de litros de agua que se le venían encima. Eso provocó que el tráfico estuviera interrumpido en dirección a la Puerta del Sol y que los vehículos no se pudieran mover de ese punto. Los policías municipales se vieron desbordados en este tramo, según fuentes del Ayuntamiento.
También quedó temporalmente cortado el túnel de la calle de María de Molina, por un enorme charco en el que quedaron atrapados, entre otros vehículos, una furgoneta y un coche. Había casi medio metro de altura de agua embalsada. La avenida de la Ilustración y la M-30 en su recorrido norte se convirtió en 'un gran río', según lo describió un automovilistas afectado.
Uno de los casos más graves se produjo en la calle de Saavedra Fajardo (distrito de Latina), donde una máquina perforadora destinada a construir pilotes de un futuro bloque de viviendas volcó sobre una valla, debido a que el terreno cedió. Dos grúas de gran tonelaje se desplazaron al lugar para intentar enderazarla, pero tuvieron grandes dificultades porque se había enganchado en un entramado metálico de la valla. Los bomberos desplegaron entonces una grúa de unos 50 metros de altura y, armados con equipos de soldadura, la cortaron, según informó un portavoz de Emergencias Madrid.