Un informe de Álava desaconseja el trasvase de agua desde el Inglares
Mar, 18/05/2004
Se trata del río que abastecería a la presa de Rivas de Tereso. Esta actuación «secaría el caudal», afirma Pedro Arrojo en el estudio
LOGROÑO. El presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, doctor en Ciencias Físicas y profesor de la Universidad de Zaragoza, Pedro Arrojo, elaboró en 2003 un informe encargado por la Diputación de Álava en el que se analiza la gestión del agua en la provincia Foral. En uno de sus apartados, el citado estudio se detiene en Rioja Alavesa y en el río Inglares, caudal que según las previsiones anunciadas hasta ahora, abastecería la presa de Rivas de Tereso.
Se trata de un río, señala Arrojo, «pequeño, bien conservado pero muy frágil con lo que el trasvase (cuya tubería ya esta construida) terminaría por secarlo» y por lo tanto, «no sería aconsejable nutrir la presa de Rivas con el Inglares».
El objeto del trasvase es «fundamentalmente el regadío de vid -prosigue el profesor- si bien, ya el año pasado se vislumbraba el uso del agua para los campos de golf» previstos en Rioja alavesa. Es decir, «se están diseñando trasvases con una cantidad de agua de la que no dispone el Inglares».
Otro de los aspectos expuestos por Arrojo se refiere a la concesión de cambio de uso que la Administración central otorgó a las centrales hidroeléctricas de la cuenca del Inglares. Las centrales fueron concebidas inicialmente «para usar el agua en un turbinado con lo que el agua regresa al cauce». Sin embargo, «con la bendición de la Confederación Hidrográfica del Ebro, las centrales, que pasaron a manos de las comunidades de regantes, son las que sustancian la base del posible trasvase de agua». En este último caso, «el agua no regresa al río», matiza Arrojo.
Este cambio de uso alberga, a juicio del profesor de la Universidad de Zaragoza, «ciertas irregularidades que creo que van a provocar la revisión del caso».
Y a todo este cúmulo de factores que según el informe se oponen al trasvase, y por lo tanto, al abastecimiento de la presa de Rivas con el Inglares, se suma también una directiva marco de la Unión Europea (UE). «En el informe le dijimos a la Diputación de Álava que en este sentido habría problemas. Bruselas -continúa- da prioridad a la sostenibilidad del río antes que a las necesidades de regadío». Todo ello sin tener en cuenta «periodos de sequía» que agravarían aún más la situación del cauce.
En definitiva, Pedro Arrojo considera que «se han hecho mal los cálculos entre el proyecto del trasvase y las posibilidades que ofrece el Inglares».
El presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua y receptor del premio 'Goldman' expondrá todos estos argumentos el próximo jueves en San Vicente en una conferencia organizada por la Asociación en Defensa de Rivas y la Sonsierra. Una plataforma que ayer reiteró su rechazo a «cualquier tipo de presa que no sea racional», tal y como apuntó el portavoz de la Asociación, Fernando Andrés Barrio quien criticó también que se primen los intereses de Álava por encima de los de La Rioja. Será en la conferencia donde la plataforma conozca la situación en que se halla el río Linares y el contenido de un informe que «no se ha empleado jamás».
LOGROÑO. El presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua, doctor en Ciencias Físicas y profesor de la Universidad de Zaragoza, Pedro Arrojo, elaboró en 2003 un informe encargado por la Diputación de Álava en el que se analiza la gestión del agua en la provincia Foral. En uno de sus apartados, el citado estudio se detiene en Rioja Alavesa y en el río Inglares, caudal que según las previsiones anunciadas hasta ahora, abastecería la presa de Rivas de Tereso.
Se trata de un río, señala Arrojo, «pequeño, bien conservado pero muy frágil con lo que el trasvase (cuya tubería ya esta construida) terminaría por secarlo» y por lo tanto, «no sería aconsejable nutrir la presa de Rivas con el Inglares».
El objeto del trasvase es «fundamentalmente el regadío de vid -prosigue el profesor- si bien, ya el año pasado se vislumbraba el uso del agua para los campos de golf» previstos en Rioja alavesa. Es decir, «se están diseñando trasvases con una cantidad de agua de la que no dispone el Inglares».
Otro de los aspectos expuestos por Arrojo se refiere a la concesión de cambio de uso que la Administración central otorgó a las centrales hidroeléctricas de la cuenca del Inglares. Las centrales fueron concebidas inicialmente «para usar el agua en un turbinado con lo que el agua regresa al cauce». Sin embargo, «con la bendición de la Confederación Hidrográfica del Ebro, las centrales, que pasaron a manos de las comunidades de regantes, son las que sustancian la base del posible trasvase de agua». En este último caso, «el agua no regresa al río», matiza Arrojo.
Este cambio de uso alberga, a juicio del profesor de la Universidad de Zaragoza, «ciertas irregularidades que creo que van a provocar la revisión del caso».
Y a todo este cúmulo de factores que según el informe se oponen al trasvase, y por lo tanto, al abastecimiento de la presa de Rivas con el Inglares, se suma también una directiva marco de la Unión Europea (UE). «En el informe le dijimos a la Diputación de Álava que en este sentido habría problemas. Bruselas -continúa- da prioridad a la sostenibilidad del río antes que a las necesidades de regadío». Todo ello sin tener en cuenta «periodos de sequía» que agravarían aún más la situación del cauce.
En definitiva, Pedro Arrojo considera que «se han hecho mal los cálculos entre el proyecto del trasvase y las posibilidades que ofrece el Inglares».
El presidente de la Fundación Nueva Cultura del Agua y receptor del premio 'Goldman' expondrá todos estos argumentos el próximo jueves en San Vicente en una conferencia organizada por la Asociación en Defensa de Rivas y la Sonsierra. Una plataforma que ayer reiteró su rechazo a «cualquier tipo de presa que no sea racional», tal y como apuntó el portavoz de la Asociación, Fernando Andrés Barrio quien criticó también que se primen los intereses de Álava por encima de los de La Rioja. Será en la conferencia donde la plataforma conozca la situación en que se halla el río Linares y el contenido de un informe que «no se ha empleado jamás».