PLAN HIDROLOGICO Alternativa trasvase propone 100 actuaciones y unas 20 desaladoras
Dom, 16/05/2004
Madrid, 16 may (EFE).- La alternativa al trasvase del Ebro que plantea el Gobierno incluye cerca de un centenar de actuaciones urgentes, entre ellas la construcción de cerca de 20 plantas desalinizadoras y de tratamiento de aguas, reveló a EFE el director general de Aguas del Ministerio de Medio Ambiente, Juan López Martos.
En su primera entrevista tras tomar posesión del cargo el pasado 20 de abril, López Martos afirmó que "hay que cambiar la política de agua en España", no sólo para adaptar bien la Directiva Marco del Agua, sino también porque el agua "no es un bien comercial cualquiera, sino un patrimonio público".
Desveló que la alternativa al trasvase, que cuenta con unas inversiones totales de 3.747 millones de euros, propone unas cien actuaciones o medidas urgentes para aumentar la disponibilidad de agua y mejorar su calidad y gestión, y recuperar las cuencas pertenecientes a las comunidades de Valencia, Murcia, Cataluña y Andalucía.
En este sentido, concretó que en la cuenca del Júcar se realizarán 38 actuaciones, de las que 23 supondrán aportaciones de agua y 15 de mejora de la gestión y la calidad, y en la del Segura se harán 22, la mitad de ellas para mejorar las redes e infraestructuras de regadíos.
En las cuencas internas de Cataluña se acometerán 24 actuaciones, de las que 16 no suponen aportaciones de agua, mientras que en la cuenca del Sur se desarrollarán 16 proyectos, de los que sólo 3 no suponen aumento de recursos hídricos.
Asimismo propone la construcción de unas 20 plantas desalinizadoras de tratamiento de aguas, con las que se calcula se obtendrán 621 hectómetros cúbicos de los 1.058 hectómetros cúbicos anuales que tiene previsto aportar el plan del Gobierno a esas cuatro comunidades del arco mediterráneo (312 a la cuenca del Sur, 336 a la del Segura, 265 a la del Júcar y 145 a las cuencas internas de Cataluña).
La desalinizadora más grande se instalará en Barcelona para abastecer al área metropolitana, con capacidad para generar 60 hectómetros cúbicos anuales, y otra de las más importantes comenzará a construirse "en breve" en Cartagena, que generará 52 hectómetros cúbicos, según avanzó López Martos.
Tras indicar que el modelo de aprovechamiento del agua español estaba ya agotado y el sistema de concesiones se ha quedado obsoleto, este nuevo responsable de la política de aguas dentro del departamento de Cristina Narbona manifestó que "el trasvase del Ebro no era la solución al problema del agua del arco mediterráneo. Era inviable económica y medioambientalmente, y olvidaba los problemas del Delta del Ebro".
Según López Martos, actualmente "hay cierto descontrol público" del uso del agua en España, por lo que en su opinión se hacen necesarios profundos cambios en las confederaciones hidrográficas.
Consideró que lo más importante hoy no es la construcción hidráulica, sino la calidad y el uso del agua, aunque no descartó hacer nuevos embalses, una cuestión en la que "hay que tener en cuenta su viabilidad económica y medioambiental".
Llevar adelante la nueva política de agua obligará a modificaciones legales en la Ley de Aguas, apuntó el director general, almeriense que hasta ahora era director del Instituto del Agua de Andalucía.
López Martos, que ha sido delegado del Gobierno en la Confederación del Guadalquivir, consejero de Obras Públicas y Transportes en la Junta de Andalucía y presidente de la sociedad "Sierra Nevada 95", consideró necesario que los usuarios del agua comprendan, participen y hagan suya la nueva política de agua. EFE cb/aam/txr
En su primera entrevista tras tomar posesión del cargo el pasado 20 de abril, López Martos afirmó que "hay que cambiar la política de agua en España", no sólo para adaptar bien la Directiva Marco del Agua, sino también porque el agua "no es un bien comercial cualquiera, sino un patrimonio público".
Desveló que la alternativa al trasvase, que cuenta con unas inversiones totales de 3.747 millones de euros, propone unas cien actuaciones o medidas urgentes para aumentar la disponibilidad de agua y mejorar su calidad y gestión, y recuperar las cuencas pertenecientes a las comunidades de Valencia, Murcia, Cataluña y Andalucía.
En este sentido, concretó que en la cuenca del Júcar se realizarán 38 actuaciones, de las que 23 supondrán aportaciones de agua y 15 de mejora de la gestión y la calidad, y en la del Segura se harán 22, la mitad de ellas para mejorar las redes e infraestructuras de regadíos.
En las cuencas internas de Cataluña se acometerán 24 actuaciones, de las que 16 no suponen aportaciones de agua, mientras que en la cuenca del Sur se desarrollarán 16 proyectos, de los que sólo 3 no suponen aumento de recursos hídricos.
Asimismo propone la construcción de unas 20 plantas desalinizadoras de tratamiento de aguas, con las que se calcula se obtendrán 621 hectómetros cúbicos de los 1.058 hectómetros cúbicos anuales que tiene previsto aportar el plan del Gobierno a esas cuatro comunidades del arco mediterráneo (312 a la cuenca del Sur, 336 a la del Segura, 265 a la del Júcar y 145 a las cuencas internas de Cataluña).
La desalinizadora más grande se instalará en Barcelona para abastecer al área metropolitana, con capacidad para generar 60 hectómetros cúbicos anuales, y otra de las más importantes comenzará a construirse "en breve" en Cartagena, que generará 52 hectómetros cúbicos, según avanzó López Martos.
Tras indicar que el modelo de aprovechamiento del agua español estaba ya agotado y el sistema de concesiones se ha quedado obsoleto, este nuevo responsable de la política de aguas dentro del departamento de Cristina Narbona manifestó que "el trasvase del Ebro no era la solución al problema del agua del arco mediterráneo. Era inviable económica y medioambientalmente, y olvidaba los problemas del Delta del Ebro".
Según López Martos, actualmente "hay cierto descontrol público" del uso del agua en España, por lo que en su opinión se hacen necesarios profundos cambios en las confederaciones hidrográficas.
Consideró que lo más importante hoy no es la construcción hidráulica, sino la calidad y el uso del agua, aunque no descartó hacer nuevos embalses, una cuestión en la que "hay que tener en cuenta su viabilidad económica y medioambiental".
Llevar adelante la nueva política de agua obligará a modificaciones legales en la Ley de Aguas, apuntó el director general, almeriense que hasta ahora era director del Instituto del Agua de Andalucía.
López Martos, que ha sido delegado del Gobierno en la Confederación del Guadalquivir, consejero de Obras Públicas y Transportes en la Junta de Andalucía y presidente de la sociedad "Sierra Nevada 95", consideró necesario que los usuarios del agua comprendan, participen y hagan suya la nueva política de agua. EFE cb/aam/txr