Medio Ambiente reduce en casi un 10 por ciento su inversión para resolver el problema del agua
Jue, 13/05/2004
La última concreción de su alternativa aumenta en 45 hectómetros cúbicos el agua para Comunidad Valenciana y Murcia, aunque no explica de dónde se recuperan
MADRID. Tras haber presentado en las dos últimas semanas las alternativas del Gobierno al trasvase del Ebro a las que iban a ser las cuatro regiones receptoras de esa transferencia -Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía-, la ministra de Medio Ambiente acudió ayer al Congreso de los Diputados con la intención de concretar esa nueva política del agua. Se trataba de contestar a la primera interpelación urgente realizada por el PP a un ministro del nuevo Gobierno, sobre las medidas a adoptar en relación con la ejecución del Plan Hidrológico Nacional y el trasvase del Ebro.
Sin embargo, no hubo novedades sustanciales en esas medidas «de urgencia» que el nuevo Gobierno plantea para solucionar el problema del agua en el arco mediterráneo, ya no sólo porque el Ministerio de Medio Ambiente las enumeró en los documentos que entregó a los responsables de las cuatro Comunidades anteriormente citadas, sino porque la gran mayoría de esas medidas ya están establecidas en el anexo de inversiones de la Ley de Plan Hidrológico Nacional, publicada en el BOE de 6 de julio de 2001. La propia ministra lo reconoció ayer en una rueda de prensa, justificando esa duplicidad en que estas actuaciones «no estaban hechas», «no habían sido consideradas prioritarias» y son «totalmente preferentes antes de pensar en ningún tipo de trasvase».
Más hectómetros cúbicos
No explicó ninguna nueva medida, pero de dos semanas a hoy algunas cosas han cambiado. Así, de los 1.013 hectómetros cúbicos que se estimaba que se podían conseguir en total con las actuaciones alternativas, a día de hoy son 1.058 hectómetros cúbicos anuales. Una cifra que según el nuevo equipo ministerial casi dobla la cantidad de agua que iba a llegar de la transferencia desde el Ebro, porque según sus «estimaciones más realistas» lo que se hubiera trasvasado a las regiones receptoras no habría superado los 620 hectómetros cúbicos. Esta modificación se ha dado en beneficio de las cuencas del Segura y el Júcar, porque tanto en las Cuencas Internas de Cataluña como en la del Sur ni los hectómetros ni la inversión prevista han cambiado.
En cuanto a la inversión total del proyecto, en las últimas semanas se ha hablado de 3.900 ó 4.000 millones de euros, hoy son 3.747, casi un 10 por ciento menos que el coste del trasvase del Ebro. En este sentido, la ministra se apresuró a explicar que estudiados todos los proyectos por separado y el tipo y la cantidad máxima de financiación europea que puede recibir cada uno, la financiación que es posible obtener responde a «una cifra algo superior a los 1.200 millones de pesetas», lo que, según la ministra, llevará a España a obtener «como mínimo 1.200 millones», los mismos que se esperaban obtener con la financiación de las infraestructuras del trasvase del Ebro. Respondía así a las declaraciones del presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, en cuanto a «despreciar -dijo la ministra- la financiación europea». «Queda claro -añadió- que el Gobierno no va a renunciar a resolver el problema del agua».
La diferencia en cuanto a la inversión total no es mucha sobre lo presentado en las últimas semanas, aunque sí lo es si se toma como referencia el plan alternativo del PSOE, que cifraba el coste de sus actuaciones en 2.496 millones de euros, frente a los 4.207 millones del proyecto del trasvase desde el Ebro. La propia ministra reconoció en su entrevista con ABC que su alternativa se había encarecido (más de 1.200 millones de euros) porque se habían añadido actuaciones en materia de calidad y de restauración ambiental. Las mismas que han llevado a que la inversión en Cataluña sea el doble que la de Andalucía -«el nivel de contaminación y destrucción del Delta del Ebro es mayor», justificó la ministra-, a pesar de que en la primera se obtendrá menos de la mitad de agua que en la segunda. En concreto, serán 145 hectómetros cúbicos con un coste de 1.110 millones de euros frente a 314 hectómetros para una inversión de 568 millones de euros.
Es precisamente en estas dos Comunidades Autónomas en las que nada ha cambiado de lo expuesto en las últimas semanas. No ocurre lo mismo con Murcia y Comunidad Valenciana. Así, la cuenca del Segura gana 20 hectómetros cúbicos y la del Júcar, 25, haciendo variar la inversión en el primer caso de 1.219 millones a 1.305 y, en el segundo, de 765 millones a 794.
Fondos regionales
Estas actuaciones serán presentadas por el secretario general de Territorio y Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, al comisario europeo de fondos regionales en una reunión prevista para hoy, con el objetivo de que «puedan ser evaluadas en Bruselas con detenimiento». Asimismo, indicó que tras debatir su alternativa en la reunión que hoy mantendrá el Consejo Asesor de Medio Ambiente, se hará también una «consulta de carácter rápido» al Consejo Nacional del Agua antes de la aprobación del decreto que derogará el trasvase del Ebro y que recogerá estas actuaciones de «urgente ejecución». Los siguientes pasos serán el estudio por parte de la Comisión de Subsecretarios el próximo miércoles, para después empezar a ser estudiado por el Consejo de Ministros aunque no se espera que éste lo apruebe hasta el día 21 ó 28 de mayo.
MADRID. Tras haber presentado en las dos últimas semanas las alternativas del Gobierno al trasvase del Ebro a las que iban a ser las cuatro regiones receptoras de esa transferencia -Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía-, la ministra de Medio Ambiente acudió ayer al Congreso de los Diputados con la intención de concretar esa nueva política del agua. Se trataba de contestar a la primera interpelación urgente realizada por el PP a un ministro del nuevo Gobierno, sobre las medidas a adoptar en relación con la ejecución del Plan Hidrológico Nacional y el trasvase del Ebro.
Sin embargo, no hubo novedades sustanciales en esas medidas «de urgencia» que el nuevo Gobierno plantea para solucionar el problema del agua en el arco mediterráneo, ya no sólo porque el Ministerio de Medio Ambiente las enumeró en los documentos que entregó a los responsables de las cuatro Comunidades anteriormente citadas, sino porque la gran mayoría de esas medidas ya están establecidas en el anexo de inversiones de la Ley de Plan Hidrológico Nacional, publicada en el BOE de 6 de julio de 2001. La propia ministra lo reconoció ayer en una rueda de prensa, justificando esa duplicidad en que estas actuaciones «no estaban hechas», «no habían sido consideradas prioritarias» y son «totalmente preferentes antes de pensar en ningún tipo de trasvase».
Más hectómetros cúbicos
No explicó ninguna nueva medida, pero de dos semanas a hoy algunas cosas han cambiado. Así, de los 1.013 hectómetros cúbicos que se estimaba que se podían conseguir en total con las actuaciones alternativas, a día de hoy son 1.058 hectómetros cúbicos anuales. Una cifra que según el nuevo equipo ministerial casi dobla la cantidad de agua que iba a llegar de la transferencia desde el Ebro, porque según sus «estimaciones más realistas» lo que se hubiera trasvasado a las regiones receptoras no habría superado los 620 hectómetros cúbicos. Esta modificación se ha dado en beneficio de las cuencas del Segura y el Júcar, porque tanto en las Cuencas Internas de Cataluña como en la del Sur ni los hectómetros ni la inversión prevista han cambiado.
En cuanto a la inversión total del proyecto, en las últimas semanas se ha hablado de 3.900 ó 4.000 millones de euros, hoy son 3.747, casi un 10 por ciento menos que el coste del trasvase del Ebro. En este sentido, la ministra se apresuró a explicar que estudiados todos los proyectos por separado y el tipo y la cantidad máxima de financiación europea que puede recibir cada uno, la financiación que es posible obtener responde a «una cifra algo superior a los 1.200 millones de pesetas», lo que, según la ministra, llevará a España a obtener «como mínimo 1.200 millones», los mismos que se esperaban obtener con la financiación de las infraestructuras del trasvase del Ebro. Respondía así a las declaraciones del presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, en cuanto a «despreciar -dijo la ministra- la financiación europea». «Queda claro -añadió- que el Gobierno no va a renunciar a resolver el problema del agua».
La diferencia en cuanto a la inversión total no es mucha sobre lo presentado en las últimas semanas, aunque sí lo es si se toma como referencia el plan alternativo del PSOE, que cifraba el coste de sus actuaciones en 2.496 millones de euros, frente a los 4.207 millones del proyecto del trasvase desde el Ebro. La propia ministra reconoció en su entrevista con ABC que su alternativa se había encarecido (más de 1.200 millones de euros) porque se habían añadido actuaciones en materia de calidad y de restauración ambiental. Las mismas que han llevado a que la inversión en Cataluña sea el doble que la de Andalucía -«el nivel de contaminación y destrucción del Delta del Ebro es mayor», justificó la ministra-, a pesar de que en la primera se obtendrá menos de la mitad de agua que en la segunda. En concreto, serán 145 hectómetros cúbicos con un coste de 1.110 millones de euros frente a 314 hectómetros para una inversión de 568 millones de euros.
Es precisamente en estas dos Comunidades Autónomas en las que nada ha cambiado de lo expuesto en las últimas semanas. No ocurre lo mismo con Murcia y Comunidad Valenciana. Así, la cuenca del Segura gana 20 hectómetros cúbicos y la del Júcar, 25, haciendo variar la inversión en el primer caso de 1.219 millones a 1.305 y, en el segundo, de 765 millones a 794.
Fondos regionales
Estas actuaciones serán presentadas por el secretario general de Territorio y Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, al comisario europeo de fondos regionales en una reunión prevista para hoy, con el objetivo de que «puedan ser evaluadas en Bruselas con detenimiento». Asimismo, indicó que tras debatir su alternativa en la reunión que hoy mantendrá el Consejo Asesor de Medio Ambiente, se hará también una «consulta de carácter rápido» al Consejo Nacional del Agua antes de la aprobación del decreto que derogará el trasvase del Ebro y que recogerá estas actuaciones de «urgente ejecución». Los siguientes pasos serán el estudio por parte de la Comisión de Subsecretarios el próximo miércoles, para después empezar a ser estudiado por el Consejo de Ministros aunque no se espera que éste lo apruebe hasta el día 21 ó 28 de mayo.