La Asociación naturalista Ardeidas, de Talavera de la Reina (Toledo), ha expresado su pesar por no haber escuchado al Ejecutivo, tanto al de Castilla-La Mancha como al de España, que se "congelan" los travases del Tajo al Segura y se garantizan los caudales mínimos del río durante todo el año.
Así, Ardeidas pide que la derogación de la Ley de Trasvase Tajo-Segura y rechazan que Castilla-La Mancha continúe siendo "una tierra de expolio" al tiempo que critican que desde el Ejecutivo central se produzca un agravio comparativo al cosiderar a los castellano-manchegos "ciudadanos de segunda categoría" en comparación con aragoneses y catalanes respecto al trasvase del Ebro.
Ardeidas también expresó en su última Junta Directiva, la necesidad de que se desestime definitivamente la construcción de la Presa de Monteagudo, que consideran "una obra sin sentido", con argumentos desfasados y que constituiría "uno de los mayores atentados de la época moderna al medio natural".
En ese sentido, lamentan que Alejandro Gil, único representante del Gobierno de Castilla-La Mancha que se había manifestado claramente en contra de la presa, haya sido cambiado de Consejería, y abandone la de Obras Públicas para hacerse cargo de la de Urbanismo y Vivienda.
El vicepresidente y portavoz de Ardeidas, Fernando Cámara, pidió al Gobierno de Castilla-La Mancha "un posicionamiento firme en contra del trasvase; que se pare el proyecto de construcción de la presa de Monteagudo y que se asegure que no habrá mas trasvases desde el Tajo, y sus afluentes", demandas que se recogerán en un escrito que tienen previsto remitir al presidente del Gobierno y a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.