La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró ayer que no tiene sentido plantearse el trasvase del Royna, porque «sería más costoso incluso que el del Ebro». Según la ministra, el proyecto de trasvase del Ebro impulsado por el anterior Gobierno central también habría supuesto «un coste superior al de la construcción de desaladoras» y añadió que «el agua hubiera costado 90 céntimos de euro el metro cúbico, tres veces más» de lo que cuesta con el sistema de desalación.
En una entrevista a Catalunya Ràdio, Narbona afirmó que «hay una enorme potencialidad para usar las aguas residuales y de fomentar el ahorro del agua» y aseguró que la apuesta de Medio Ambiente en materia de agua «coincide con la Generalitat». Respecto a la calidad de este agua desalada, destacó que «es mucho mejor que la que hubiera generado la desembocadura del Ebro en el proyecto del trasvase defendido por el anterior Gobierno», según Europa Press.
La ministra sostiene que «el anterior Gobierno no explicó la repercusión del coste que iba a tener el trasvase en los usuarios», lo que calificó de «irracional». Narbona apostó por «descartar para siempre este proyecto».
Narbona abogó por un nuevo modelo del agua «que no exija una aportación externa» y defendió el ahorro, sobre todo en la agricultura de regadío y en los usos industriales y residenciales. Asimismo, aseguró que «en países del centro y norte de Europa, donde llueve más que aquí, tienen más medidas de ahorro que España».
En cuanto a la calidad de las costas, la ministra remarcó que «no se regenerará la arena de lugares donde cada año se pierde» y aseguró que «la urbanización y los puertos deportivos provocan un trabajo estéril de las administraciones». Señaló que en este punto no se invertirá «de forma inútil».