Las lluvias colocan al Júcar en su mejor momento desde finales de los 80
Sáb, 08/05/2004
La cuenca embalsa 200 hm3 de agua más que el año pasado, lo que hubiera permitido tres trasvases al Vinalopó
F. J. BENITO
El extraordinario régimen de lluvias que ha marcado el final del invierno y la primavera en la Comunidad Valenciana ha hecho posible que la cuenca del Júcar presente el mejor nivel de agua embalsada de los últimos 16 años con un total de 1.360 hm3en los pantanos, 200 más que el año pasado por estas fechas, según los datos que maneja el Ministerio de Medio Ambiente. La situación es especialmente benigna en los tres embalses de interés general -Tous, Contreras y Alarcón- que contienen un total de 720 hm3, 30 más que en 2003 y 116 hm3 por encima de la media calculada para los últimos cinco años.
El positivo balance se completa al observar el comportamiento del río Turia -conectado al Júcar por un minitrasvase y responsable del abastecimiento de Valencia- donde su mayor embalse, el de Benagéber, almacena esta semana 219 hm 3 , casi el 90% de su capacidad.
Con estos datos en la mano, la cuenca del Júcar hubiera tenido este año agua de sobra para cubrir hasta tres trasvases al Vinalopó -80 hm 3 al año-. El pantano de Cortes II, punto de arranque del Júcar-Vinalopó, se encontraba ayer al 92% de su capacidad. Una circunstancia, no obstante, anecdótica, ya que a las lluvias hay que añadir la responsabilidad de Iberdrola, que tiene allí un importante salto eléctrico.
La situación no es tan halagüeña en la cuenca del Tajo y en especial en los embalses de Entrepeñas y Buendía, que esta semana cuentan con 841 hm 3 , casi 140 menos que en mayo de 2003 y 200 menos que la media.
La situación es precaria pero no impedirá que se cubran las necesidades del Tajo-Segura, porque el agua embalsada está todavía muy por encima de la reserva estratégica -220 hm 3 - bajo la cual no hay transferencia. El excelente escenario hídrico se completaba ayer con los datos de la cuenca del Ebro que se encontraba al 86% de su capacidad de embalse con un total de 5.593 hm 3 . El pantano de Mequinenza, en el Bajo Ebro, tenía ayer cerca de mil quinientos hectómetros cúbicos.
Precipitaciones
Por otro lado, las precipitaciones no sólo han logrado elevar el nivel de los embalses. Su efecto positivo ha ido más allá y ha beneficiado a los acuíferos y a los suelos que se encuentran «húmedos» o «muy húmedos» en la mayoría de las comarcas, según datos del Instituto Nacional de Meteorología. En los mapas de reserva de humedad del suelo que elabora el Instituto, la mayor parte del a Comunidad Valenciana dispone de niveles similares a los de la cornisa cantábrica y el resto del tercio norte peninsular. Es decir, los de la llamada «España húmeda».
La satisfacción no es, sin embargo, completa, ya que el extremo sur de la Comunidad -Vinalopó y Vega Baja- acumula niveles de humedad intermedios como los que se dan en extensas zonas del interior peninsular. Con todo, la provincia no necesita regar hasta mediados de mes.
F. J. BENITO
El extraordinario régimen de lluvias que ha marcado el final del invierno y la primavera en la Comunidad Valenciana ha hecho posible que la cuenca del Júcar presente el mejor nivel de agua embalsada de los últimos 16 años con un total de 1.360 hm3en los pantanos, 200 más que el año pasado por estas fechas, según los datos que maneja el Ministerio de Medio Ambiente. La situación es especialmente benigna en los tres embalses de interés general -Tous, Contreras y Alarcón- que contienen un total de 720 hm3, 30 más que en 2003 y 116 hm3 por encima de la media calculada para los últimos cinco años.
El positivo balance se completa al observar el comportamiento del río Turia -conectado al Júcar por un minitrasvase y responsable del abastecimiento de Valencia- donde su mayor embalse, el de Benagéber, almacena esta semana 219 hm 3 , casi el 90% de su capacidad.
Con estos datos en la mano, la cuenca del Júcar hubiera tenido este año agua de sobra para cubrir hasta tres trasvases al Vinalopó -80 hm 3 al año-. El pantano de Cortes II, punto de arranque del Júcar-Vinalopó, se encontraba ayer al 92% de su capacidad. Una circunstancia, no obstante, anecdótica, ya que a las lluvias hay que añadir la responsabilidad de Iberdrola, que tiene allí un importante salto eléctrico.
La situación no es tan halagüeña en la cuenca del Tajo y en especial en los embalses de Entrepeñas y Buendía, que esta semana cuentan con 841 hm 3 , casi 140 menos que en mayo de 2003 y 200 menos que la media.
La situación es precaria pero no impedirá que se cubran las necesidades del Tajo-Segura, porque el agua embalsada está todavía muy por encima de la reserva estratégica -220 hm 3 - bajo la cual no hay transferencia. El excelente escenario hídrico se completaba ayer con los datos de la cuenca del Ebro que se encontraba al 86% de su capacidad de embalse con un total de 5.593 hm 3 . El pantano de Mequinenza, en el Bajo Ebro, tenía ayer cerca de mil quinientos hectómetros cúbicos.
Precipitaciones
Por otro lado, las precipitaciones no sólo han logrado elevar el nivel de los embalses. Su efecto positivo ha ido más allá y ha beneficiado a los acuíferos y a los suelos que se encuentran «húmedos» o «muy húmedos» en la mayoría de las comarcas, según datos del Instituto Nacional de Meteorología. En los mapas de reserva de humedad del suelo que elabora el Instituto, la mayor parte del a Comunidad Valenciana dispone de niveles similares a los de la cornisa cantábrica y el resto del tercio norte peninsular. Es decir, los de la llamada «España húmeda».
La satisfacción no es, sin embargo, completa, ya que el extremo sur de la Comunidad -Vinalopó y Vega Baja- acumula niveles de humedad intermedios como los que se dan en extensas zonas del interior peninsular. Con todo, la provincia no necesita regar hasta mediados de mes.