Narbona presenta nueva política del agua, bien recibida por la CE

Mar, 04/05/2004

EFE

Bruselas, 3 may (EFE).- La ministra española de Medioambiente, Cristina Narbona, expuso hoy en Bruselas la nueva política del agua del Gobierno socialista, que fue bien recibida por la comisaria europea Margot Wallstrom, quien destacó que se trata de un "enfoque global" que incluye todos los elementos necesarios.
Wallstrom dio "la bienvenida al hecho de que haya un enfoque global en este asunto, lo que es muy bueno, ya que incluye un análisis de coste beneficios, aspectos ecológicos y efectos sociales".
En su primera reunión oficial, Narbona y Wallstrom analizaron principalmente la eliminación del trasvase del Ebro del Plan Hidrológico Nacional, un proyecto para el que el anterior Gobierno español había solicitado una financiación europea de 1.262 millones de euros y que la Comisión Europea analizaba desde hace tres años sin haber dado aún su aprobación.
El Gobierno socialista pretende sustituir el trasvase del Ebro por una serie de medidas alternativas, para las que quiere contar con esos 1.200 millones de euros.
Wallstrom resaltó que el Gobierno español tiene que hacer frente a "un asunto muy difícil, controvertido y altamente complicado" y agregó que el PHN "ha sido una preocupación para nosotros y tenemos que mirar bien la situación" por lo que señaló que espera disponer de toda la información "tan pronto como sea posible".
Por ello, el Ministerio español de Medioambiente realizará una evaluación detallada de las alternativas y presentará a Bruselas en unas 2 ó 3 semanas una serie de proyectos detallados.
"Esperamos no perder financiación europea y para eso sabemos que es fundamental mantenerse dentro de la legislación ambiental europea, ser cuidadosos con el análisis ambiental y también de los costes y beneficios económicos", precisó Narbona.
Además recordó que el proyecto del trasvase del Ebro estaba siendo evaluado por Bruselas desde hace tres años "y había dudas evidentes sobre el balance económico y ambiental de ese proyecto", algo que quieren evitar con los nuevos planes.
Para ello, el Gobierno central está trabajando con las cuatro Comunidades Autónomas afectadas, para que planteen sugerencias o discrepancias, por lo que "la cifra definitiva y de los fondos europeos que solicitaremos no está cerrada".
Sin embargo, señaló que las estimaciones sitúan el coste de esas medidas alternativas en algo menos del presupuesto previsto para el trasvase del Ebro, que superaba los 4.000 millones de euros.
El objetivo es que todas las medidas que se adopten sean consensuadas, por lo que pidió a la Comunidad Valenciana y a Murcia -que ya han mostrado su rechazo a las alternativas al trasvase- "una actitud constructiva" ante la oferta "importante" realizada por el Gobierno.
La ministra ya ha mantenido reuniones de trabajo con los Gobiernos autonómicos de Murcia y Valencia y esta semana se entrevistará con los representantes de Cataluña y Andalucía, por lo que espera "que la próxima semana podamos ultimar estos proyectos".
Narbona también señaló la "irracionalidad económica" del trasvase, con un coste medio de 90 céntimos por metro cúbico de agua y que hubiera llevado cantidades muy inferiores a los 1.050 hectómetros cúbicos que preveía.
"Confío en que murcianos y valencianos, a los que representan el señor Valcárcel y el señor Camps, entiendan" que ese proyecto "no era ninguna panacea".
Igualmente señaló que el precio del agua que sale de una desaladora es de unos 30 céntimos de euro y transferir el agua desde la desembocadura del Ebro a Almería hubiera costado más de esa media de 90 céntimos.
Además la desalinización será sólo la mitad de las actuaciones ofrecidas a los Gobiernos autonómicos, con otras medidas como modernización de regadíos, reutilización de aguas residuales tratadas o eficiencia en el uso del agua.
También la reforma en profundidad de las Confederaciones Hidrográficas españolas y la creación de Bancos públicos en materia de agua.
"Será una alternativa menos costosa, de menor impacto ambiental sin ninguna duda", con "una garantía real de agua" y con un menor tiempo de actuación ya que con el trasvase el agua no habría llegado antes de 5 ó 6 años.
En cuanto a las partes de las obras ya adjudicadas del trasvase del Ebro, señaló que se respetarán los derechos adquiridos con ciertas empresas y agregó que algunos de estos trabajos seguirán puesto que se trata de mejoras necesarias de infraestructuras ya existentes.
El trasvase Júcar-Vinalopó se estudiará con detalle ya que las condiciones impuestas por la Comisión para su cofinanciación "son muy estrictas" y las obras ya se han iniciado.
Narbona también precisó que el Plan Integral del delta del Ebro "tiene que seguir adelante" ya que es un asunto "prioritario" tanto para el Ministerio de Medioambiente como para la Generalitat de Cataluña. EFE agf/jms/va