Cinco desaladoras, reutilización de aguas y mejora de riegos reducirán el déficit hídrico

Vie, 30/04/2004

Levante

El Ejecutivo central destaca que las obras alternativas aportan 20 hm3 más cada año

Los proyectos de reutilización de aguas residuales, la modernización de regadíos para ahorrar recursos y la puesta en marcha de cinco desaladoras en Alicante generarán un aporte adicional de 340 hectómetros cúbicos anuales en la Comunidad Valenciana, según la actuación urgente diseñada por el Ministerio de Medio Ambiente. Las propuestas puntuales del PSOE se ejecutarán progresivamente en seis años con un presupuesto de 990 millones de euros.

Maria Josep Picó, Valencia

Las actuaciones urgentes para paliar el déficit hídrico de la Comunidad Valenciana previstas por el Ministerio de Medio Ambiente se basarán en: la desalación de recursos, la reutilización de aguas residuales, la modernización de regadíos mediante la mejora de canales de distribución y la instalación de riego localizado, además de la construcción de nuevos embalses y una mayor captación de caudales subterráneos.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció ayer los proyectos para las diversas cuencas afectadas por la paralización del trasvase del Ebro impulsado por el Partido Popular. Las obras ya se encuentran recogidas en el anexo II de inversiones de la ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN), aprobado por el Gobierno central en 2001, sin embargo, el PSOE al frente del Ejecutivo español ha optado por dar prioridad a determinadas obras para resolver de forma puntual, «con menos inversión económica y en un menor período el déficit hídrico del territorio autonómico», argumentan los socialistas.
El horizonte para disponer de los 340 hectómetros cúbicos al año adicionales en la Comunidad Valenciana es 2010, año en el que se estableció la finalización de los más de 900 kilómetros del canal desde el Delta hasta Almería. A pesar de este límite temporal, los socialistas anuncian que la obtención de caudal se obtendrá «con anterioridad y de forma progresiva» como resultado de la inversión paulatina de 990 millones de euros.
El Gobierno destaca que la Comunidad accederá a 340 nuevos hectómetros cúbicos anuales, 20 más que el suministro previsto por el trasvase del Ebro. La ley del PHN asigna un máximo de 315 hectómetros cúbicos a la cuenca del Júcar Ñde los que una parte correspondía a Castilla-La ManchaÑ y otros 450 a la del Segura, a la que pertenece la comarca de la Vega Baja de Alicante.

Explotación de acuíferos

Para aumentar la disponibilidad de los recursos hídricos en Castelló, el ministerio apuesta por incrementar la extracción de acuíferos, modernizar los regadíos y construir el embalse del río Belcaire. En Valencia se incide, sobre todo, en la mejora de los sistemas de irrigación y la reutilización de aguas residuales (Pinedo, Sueca, Albufera Sur) junto con la reordenación de la huerta y la red de saneamiento del área metropolitana, la interconexión de las potabilizadoras de Picassent y Manises y la construcción de un azud de regulación en el bajo Túria.

Aprovechamiento del Mediterráneo

La principal intervención en la provincia de Alicante es la desalación de agua del mar. Se proyectan cuatro nuevas desaladoras, además de la ampliación de la instalación existente en Agua Amarga. Esta tecnología, no prevista de momento para el resto de la Comunidad Valenciana, generará anualmente 145 millones de hectómetros cúbicos y requerirá un inversión de 224 millones de euros.
La reutilización de aguas negras también es fundamental en el sur del territorio autonómico, donde se anuncian tres intervenciones.

452 millones para aumentar la calidad

El incremento de la calidad de las aguas que se suministran en la Comunidad Valenciana es otro de los retos del PSOE al frente del Gobierno central. En seis años se invertirán 452 millones en los próximos seis años para mejorar los recursos hídricos, 344 de los cuales se destinarán a la provincia de Valencia y 77 a Alicante.

La actuación en Valencia incluye la construcción de las presas de Vilamarxant y Montesa, además de diseñar una alternativa a las del Marquesat y Sellent. Entre las diversas intervenciones resaltan, además, la laminación y control de avenidas en la rambla Gallinera, el río Serpis o el Vaca.

En Castelló las obras prioritarias para mejorar la calidad de los caudales se basan en restaurar las conducciones, construir una potabilizadora en el Millars e infraestructuras para el uso agrícola y recarga de acuíferos.

El Ministerio de Medio Ambiente argumenta que tras la aprobación de la Directiva Marco de Política de Aguas y su transposición a la legislación española, es «absolutamente necesario establecer una nueva forma de gestionar recursos, asegurando que la cantidad y calidad son adecuadas a una demanda compatible con un desarrollo más sostenible, y que estos caudales pueden ser accesibles a los demandantes a un precio razonable».