La Secretaría General de Pesca convoca una reunión del Grupo de Trabajo del golfo de Cádiz para avanzar en el reparto individual de la cuota del boquerón
Lun, 13/01/2014
Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente
La pesquería del boquerón en el Golfo de Cádiz se vio afectada por episodios de sobre pesca de la cuota en 2011 y de agotamiento de la cuota de 2012
La Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha convocado una reunión del Grupo de Trabajo del Golfo de Cádiz el próximo 14 de enero en Sevilla con el objetivo de avanzar en el reparto individual por buque de la cuota de boquerón que corresponde a este caladero.
En este sentido, la Secretaría General de Pesca recuerda que la pesquería del boquerón en el Golfo de Cádiz se vio afectada por episodios de sobre pesca de la cuota en 2011; y de agotamiento de la cuota en 2012, que obligaron a amarrar la flota en septiembre del año 2012, con el lógico perjuicio socio económico que conllevó para los puertos afectados.
Ante esta situación, y cumpliendo el compromiso del Ministro Miguel Arias Cañete con el sector pesquero del Golfo de Cádiz, la Secretaria General de Pesca, tras largas negociaciones realizadas en el seno del Grupo de Trabajo del Golfo de Cádiz, público una Orden Ministerial el pasado 15 de abril que establece un plan de gestión para los buques de los censos del caladero nacional del Golfo de Cádiz, y en la que, entre otras medidas de gestión, se repartía la cuota de boquerón por puerto.
Frente a un modelo de “pesca olímpica”, la Secretaría General de Pesca apostó en un primer momento por un sistema de gestión basado en cuotas individuales por barco. Sin embargo, una vez que se constató que el sector no estaba en esos momentos preparado para asumir ese modelo de gestión, se optó por una fórmula a medio camino entre uno y otro, con un reparto de cuota por puerto, cuota que es gestionada por entidades asociativas.
De este modo se avanza hacia una mejor gestión y control de la pesquería, con el objetivo de que ésta se pueda desarrollar de forma ininterrumpida lo largo de todo el año, decidiendo cada entidad qué momento o momentos del año son mejores para ejercer la actividad, en función de parámetros como el estado del recurso o el precio en lonja del boquerón, entre otros. En definitiva, se trata de un modelo que permite al propio sector autorregular su actividad con el fin de lograr la mayor rentabilidad.
Para hacer el reparto de cuotas entre puertos se distribuyó entre los mismos, según indicaciones del propio sector, los barcos de la flota de cerco. Para determinar el porcentaje de cuota asignado a cada puerto se usó una fórmula mixta y variable que combinaba, por un lado, el 50 por ciento de capturas históricas de cada barco, de acuerdo a los datos de que disponía la Secretaría General de Pesca para el periodo 2002 - 2011 y, por otro, un reparto lineal por embarcación con correcciones que tuvieron en cuenta el tonelaje de las mismas. Dado que se decidió un periodo de referencia muy largo, se consideraron además datos de embarcaciones que en su momento se desguazaron aportándose como baja para nueva construcción de otro buque que los sustituyera en el censo.
La Secretaría General de Pesca consideró que estos datos y criterios eran objetivos, permitiendo un reparto equitativo entre toda la flota al mismo tiempo que consideraban la historicidad en la pesquería de cada embarcación. Y así lo entendieron los propios representantes del sector que acordaron unánimemente este reparto en una reunión celebrada en Sevilla el 14 de febrero de 2013, cuyo resultado permitió además en ese momento reabrir la pesquería, la cual se encontraba cerrada desde septiembre de 2012.
Desde esa fecha, la actividad pesquera dirigida al boquerón se reinició, desarrollándose la misma de manera ordenada y sostenible a lo largo de todo el año, y dando como resultado que no sólo la cuota no se consumió del todo, ni se cerro la pesquería, como si había ocurrido en los dos años anteriores, sino que ha quedado un remanente que permitirá a España, haciendo uso de las flexibilidades de la normativa comunitaria, traspasar unas 670 toneladas de las no pescadas en 2013 a la campaña de pesca de 2014.
A pesar de todo ello, el sector de cerco de Huelva presentó un recurso contencioso administrativo contra la Orden AAA/627/2013, de 15 de abril, al considerar discriminatorio el reparto de la cuota del boquerón, y que se beneficiaba en el mismo al puerto de Barbate.
En base a los datos provisionales de consumo de boquerón por puerto en 2013, es significativo indicar que el consumo de boquerón no ha alcanzado ni siquiera el 80% de la cuota de que disponía España, que ha sido de 6.649 toneladas (con un porcentaje del 98,86% para Gofo de Cádiz). En este cómputo, es el puerto de Barbate, con el 82,35% de su cuota consumida, el que ofrece la cifra más alta de utilización, siguiéndole Punta Umbría con el 77,55%, Isla Cristina con el 77,30% y finalmente Sanlucar de Barrameda con el 73,15% de su cuota utilizada.
Precisamente ha sido de nuevo el sector pesquero del Golfo de Cádiz el que ha solicitado al Ministro Arias Cañete dar un paso más en la gestión de esta pesquería, avanzando hacia un reparto individual por buque, que permita a cada armador planificar la pesquería de boquerón de la manera que más le satisfaga.
La Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha convocado una reunión del Grupo de Trabajo del Golfo de Cádiz el próximo 14 de enero en Sevilla con el objetivo de avanzar en el reparto individual por buque de la cuota de boquerón que corresponde a este caladero.
En este sentido, la Secretaría General de Pesca recuerda que la pesquería del boquerón en el Golfo de Cádiz se vio afectada por episodios de sobre pesca de la cuota en 2011; y de agotamiento de la cuota en 2012, que obligaron a amarrar la flota en septiembre del año 2012, con el lógico perjuicio socio económico que conllevó para los puertos afectados.
Ante esta situación, y cumpliendo el compromiso del Ministro Miguel Arias Cañete con el sector pesquero del Golfo de Cádiz, la Secretaria General de Pesca, tras largas negociaciones realizadas en el seno del Grupo de Trabajo del Golfo de Cádiz, público una Orden Ministerial el pasado 15 de abril que establece un plan de gestión para los buques de los censos del caladero nacional del Golfo de Cádiz, y en la que, entre otras medidas de gestión, se repartía la cuota de boquerón por puerto.
Frente a un modelo de “pesca olímpica”, la Secretaría General de Pesca apostó en un primer momento por un sistema de gestión basado en cuotas individuales por barco. Sin embargo, una vez que se constató que el sector no estaba en esos momentos preparado para asumir ese modelo de gestión, se optó por una fórmula a medio camino entre uno y otro, con un reparto de cuota por puerto, cuota que es gestionada por entidades asociativas.
De este modo se avanza hacia una mejor gestión y control de la pesquería, con el objetivo de que ésta se pueda desarrollar de forma ininterrumpida lo largo de todo el año, decidiendo cada entidad qué momento o momentos del año son mejores para ejercer la actividad, en función de parámetros como el estado del recurso o el precio en lonja del boquerón, entre otros. En definitiva, se trata de un modelo que permite al propio sector autorregular su actividad con el fin de lograr la mayor rentabilidad.
Para hacer el reparto de cuotas entre puertos se distribuyó entre los mismos, según indicaciones del propio sector, los barcos de la flota de cerco. Para determinar el porcentaje de cuota asignado a cada puerto se usó una fórmula mixta y variable que combinaba, por un lado, el 50 por ciento de capturas históricas de cada barco, de acuerdo a los datos de que disponía la Secretaría General de Pesca para el periodo 2002 - 2011 y, por otro, un reparto lineal por embarcación con correcciones que tuvieron en cuenta el tonelaje de las mismas. Dado que se decidió un periodo de referencia muy largo, se consideraron además datos de embarcaciones que en su momento se desguazaron aportándose como baja para nueva construcción de otro buque que los sustituyera en el censo.
La Secretaría General de Pesca consideró que estos datos y criterios eran objetivos, permitiendo un reparto equitativo entre toda la flota al mismo tiempo que consideraban la historicidad en la pesquería de cada embarcación. Y así lo entendieron los propios representantes del sector que acordaron unánimemente este reparto en una reunión celebrada en Sevilla el 14 de febrero de 2013, cuyo resultado permitió además en ese momento reabrir la pesquería, la cual se encontraba cerrada desde septiembre de 2012.
Desde esa fecha, la actividad pesquera dirigida al boquerón se reinició, desarrollándose la misma de manera ordenada y sostenible a lo largo de todo el año, y dando como resultado que no sólo la cuota no se consumió del todo, ni se cerro la pesquería, como si había ocurrido en los dos años anteriores, sino que ha quedado un remanente que permitirá a España, haciendo uso de las flexibilidades de la normativa comunitaria, traspasar unas 670 toneladas de las no pescadas en 2013 a la campaña de pesca de 2014.
A pesar de todo ello, el sector de cerco de Huelva presentó un recurso contencioso administrativo contra la Orden AAA/627/2013, de 15 de abril, al considerar discriminatorio el reparto de la cuota del boquerón, y que se beneficiaba en el mismo al puerto de Barbate.
En base a los datos provisionales de consumo de boquerón por puerto en 2013, es significativo indicar que el consumo de boquerón no ha alcanzado ni siquiera el 80% de la cuota de que disponía España, que ha sido de 6.649 toneladas (con un porcentaje del 98,86% para Gofo de Cádiz). En este cómputo, es el puerto de Barbate, con el 82,35% de su cuota consumida, el que ofrece la cifra más alta de utilización, siguiéndole Punta Umbría con el 77,55%, Isla Cristina con el 77,30% y finalmente Sanlucar de Barrameda con el 73,15% de su cuota utilizada.
Precisamente ha sido de nuevo el sector pesquero del Golfo de Cádiz el que ha solicitado al Ministro Arias Cañete dar un paso más en la gestión de esta pesquería, avanzando hacia un reparto individual por buque, que permita a cada armador planificar la pesquería de boquerón de la manera que más le satisfaga.