Cómo evitar que una zona restaurada sea un ‘banquete’ para la fauna
Mar, 16/04/2013
Un proyecto conjunto de las organizaciones SEO/BirdLife y Acció Ecologista-Agró trabaja en la conservación y mejora del humedal Tancat de la Pipa en La Albufera de Valencia.
El Tancat de la Pipa es un humedal de 40 hectáreas restaurado a partir de un antiguo arrozal en la orilla norte del lago que da nombre al Parque Natural de la Albufera. En él, SEO/BirdLife, junto con Acció Ecologista-Agró, mantiene un acuerdo de custodia del territorio con la Confederación Hidrográfica del Júcar y lleva a cabo actuaciones de gestión de hábitats y seguimiento de avifauna.
Los objetivos de este proyecto son intentar mejorar la calidad del agua y el estado de conservación de los hábitats y de las aves de acuerdo con las directrices marcadas por varias directivas europeas. El estudio, ha sido recientemente publicado en la revista científica Ecological Engineering.
Para cumplir estos objetivos, el Tancat se estructura en un sistema de filtros verdes y dos lagunas permanentes. El hecho de mantener dos lagunas permanentes no es en absoluto un tema baladí en el contexto de La Albufera, donde la gestión de los niveles de inundación se encuentra sujeta a intereses agrícolas y cinegéticos.
Mantener dos lagunas permanentes no es en absoluto un tema baladí en el contexto de La Albufera
Durante la temporada cinegética, más de 100 motores gestionan y mantienen la inundación en los cotos de caza de aves acuáticas o vedats bombeando el agua. En febrero, una vez finalizado el período hábil de caza, el ahorro energético sirve de excusa para dejar correr el agua hacia el lago y los canales que desembocan en el mar.
Oasis para las aves acuáticas
Tras este drástico secado, desde finales de marzo y hasta mediados de mayo, las 14.000 hectáreas de arrozales de La Albufera mantienen un aspecto inhóspito en el que apenas se atisba en canales y acequias algún rasgo que recuerde su condición de humedal. Por ello, las localidades que mantienen lagunas permanentes, como el Tancat de la Pipa, suponen auténticos oasis para las aves acuáticas y en especial las migrantes. Allí encuentran un ecosistema con aguas de buena calidad, y gracias a ello, con la presencia espontánea de vegetación subacuática y macroinvertebrados acuáticos.
Desde el inicio del proyecto, y tras una plantación inicial, las dos lagunas del Tancat de la Pipa han mantenido una buena cobertura de macrófitos acuáticos, principalmente Myriophyllum spicatum. Inicialmente, esta vegetación siguió una dinámica típica, con una reducción de cobertura en invierno y posterior recuperación en primavera. Sin embargo, en la primavera de 2011 los macrófitos acuáticos no se recuperaron prácticamente tras el declive invernal.
Gracias al análisis de los datos derivados del seguimiento de la vegetación acuática realizado por el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universitat de València y del seguimiento de aves acuáticas realizado por SEO/BirdLife, ha sido posible determinar qué factores intervienen en el éxito de la recuperación de esta vegetación, así como plantear medidas correctoras.
El Tancat de la Pipa es un humedal de 40 hectáreas restaurado a partir de un antiguo arrozal en la orilla norte del lago que da nombre al Parque Natural de la Albufera. En él, SEO/BirdLife, junto con Acció Ecologista-Agró, mantiene un acuerdo de custodia del territorio con la Confederación Hidrográfica del Júcar y lleva a cabo actuaciones de gestión de hábitats y seguimiento de avifauna.
Los objetivos de este proyecto son intentar mejorar la calidad del agua y el estado de conservación de los hábitats y de las aves de acuerdo con las directrices marcadas por varias directivas europeas. El estudio, ha sido recientemente publicado en la revista científica Ecological Engineering.
Para cumplir estos objetivos, el Tancat se estructura en un sistema de filtros verdes y dos lagunas permanentes. El hecho de mantener dos lagunas permanentes no es en absoluto un tema baladí en el contexto de La Albufera, donde la gestión de los niveles de inundación se encuentra sujeta a intereses agrícolas y cinegéticos.
Mantener dos lagunas permanentes no es en absoluto un tema baladí en el contexto de La Albufera
Durante la temporada cinegética, más de 100 motores gestionan y mantienen la inundación en los cotos de caza de aves acuáticas o vedats bombeando el agua. En febrero, una vez finalizado el período hábil de caza, el ahorro energético sirve de excusa para dejar correr el agua hacia el lago y los canales que desembocan en el mar.
Oasis para las aves acuáticas
Tras este drástico secado, desde finales de marzo y hasta mediados de mayo, las 14.000 hectáreas de arrozales de La Albufera mantienen un aspecto inhóspito en el que apenas se atisba en canales y acequias algún rasgo que recuerde su condición de humedal. Por ello, las localidades que mantienen lagunas permanentes, como el Tancat de la Pipa, suponen auténticos oasis para las aves acuáticas y en especial las migrantes. Allí encuentran un ecosistema con aguas de buena calidad, y gracias a ello, con la presencia espontánea de vegetación subacuática y macroinvertebrados acuáticos.
Desde el inicio del proyecto, y tras una plantación inicial, las dos lagunas del Tancat de la Pipa han mantenido una buena cobertura de macrófitos acuáticos, principalmente Myriophyllum spicatum. Inicialmente, esta vegetación siguió una dinámica típica, con una reducción de cobertura en invierno y posterior recuperación en primavera. Sin embargo, en la primavera de 2011 los macrófitos acuáticos no se recuperaron prácticamente tras el declive invernal.
Gracias al análisis de los datos derivados del seguimiento de la vegetación acuática realizado por el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universitat de València y del seguimiento de aves acuáticas realizado por SEO/BirdLife, ha sido posible determinar qué factores intervienen en el éxito de la recuperación de esta vegetación, así como plantear medidas correctoras.