Las presuntas nuevas formas de vida en el lago Vostok necesitan más pruebas
Vie, 15/03/2013
El lago Vostok contiene el agua más pura y antigua de la Tierra, y es el lago subglacial conocido más extenso. Científicos rusos comenzaron a perforar el hielo antártico en 2005 para llegar a su superficie –a 3.768 metros de profundidad– que se alcanzó en 2012. Como resultado, la semana pasada explicaban, durante un coloquio internacional, el hallazgo de una nueva forma de vida desconocida. Sin embargo, días después, el director del centro que hizo tal revelación desmentía el descubrimiento a la agencia rusa Interfax.
Bajo el título “Vida microbiana ‘imprecisa’ en la capa superior del agua en el lago subglacial Vostok, (Antártida oriental)” el equipo de investigación ruso del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo presentaba, el pasado 6 de marzo y de forma oral, los resultados preliminares de su investigación sobre las muestras extraídas del lago Vostok, en el coloquio internacional Ganímedes Lander (GLCW) en el Instituto de Investigaciones Espaciales (IKI) de la Academia Rusa de las Ciencias (Moscú).
“Hemos encontrado un filotipo de bacteria con una similitud menor al 86% respecto a otras conocidas [en general, dos organismos con menos de un 97% de identidad pertenecen a especies distintas]. Por lo tanto, el microorganismo permanece sin identificar y sin clasificar hasta ahora”, asegura a SINC Sergey Bulat, autor principal de la investigación, del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo.
Esta bacteria se habría encontrado en el agua del lago congelado por medio de la extracción con una broca. “El agua estaba muy sucia, con igual proporción de fluido de la perforación que de queroseno. Sin embargo, hemos determinado que el tipo de bacteria encontrada pasa todos los filtros posibles de contaminación y podría pertenecer al agua superior del lago”, añade el experto.
En el mes de mayo llegarán a bordo del navío Akademik Fyodorov nuevas muestras de agua pura extraídas del lago en enero de este año
A pesar de estas afirmaciones, es aventurado asegurar que se trata de nueva forma de vida hasta que no se contraste con más muestras. “Encontramos algunos especímenes, pero no muchos. Todos eran contaminantes”, declaró el director del laboratorio de genética del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo, Vladimir Koroliov, el pasado sábado a la agencia de noticias rusa Interfax.
Este lago contiene agua subterránea que ha permanecido sellada durante más de 14 millones de años y es oligotrófico –con mucho oxígeno–. Su perforación comenzó hace más de 20 años, pero hasta 2012 no se había llegado a su superficie. El Instituto de Minería de San Petersburgo tuvo que desarrollar para ello una técnica especial que permitiera obtener muestras congeladas sin contaminar el agua del lago.
Si se confirmase el hallazgo de vida microbiana, “serviría para conocer más sobre las formas de evolución bacteriana en condiciones extremas y las condiciones de habitabilidad de los océanos subglaciales en Europa; de Ganímedes y Calisto –lunas de Júpiter– o de Encélado, satélite de Saturno”, apunta Bulat.
En unos meses, cuando a bordo del navío Akademik Fyodorov lleguen a San Petersburgo nuevas muestras de agua pura extraídas del lago en enero de este año, obtendrán una respuesta definitiva.
Bajo el título “Vida microbiana ‘imprecisa’ en la capa superior del agua en el lago subglacial Vostok, (Antártida oriental)” el equipo de investigación ruso del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo presentaba, el pasado 6 de marzo y de forma oral, los resultados preliminares de su investigación sobre las muestras extraídas del lago Vostok, en el coloquio internacional Ganímedes Lander (GLCW) en el Instituto de Investigaciones Espaciales (IKI) de la Academia Rusa de las Ciencias (Moscú).
“Hemos encontrado un filotipo de bacteria con una similitud menor al 86% respecto a otras conocidas [en general, dos organismos con menos de un 97% de identidad pertenecen a especies distintas]. Por lo tanto, el microorganismo permanece sin identificar y sin clasificar hasta ahora”, asegura a SINC Sergey Bulat, autor principal de la investigación, del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo.
Esta bacteria se habría encontrado en el agua del lago congelado por medio de la extracción con una broca. “El agua estaba muy sucia, con igual proporción de fluido de la perforación que de queroseno. Sin embargo, hemos determinado que el tipo de bacteria encontrada pasa todos los filtros posibles de contaminación y podría pertenecer al agua superior del lago”, añade el experto.
En el mes de mayo llegarán a bordo del navío Akademik Fyodorov nuevas muestras de agua pura extraídas del lago en enero de este año
A pesar de estas afirmaciones, es aventurado asegurar que se trata de nueva forma de vida hasta que no se contraste con más muestras. “Encontramos algunos especímenes, pero no muchos. Todos eran contaminantes”, declaró el director del laboratorio de genética del Instituto de Física Nuclear de San Petersburgo, Vladimir Koroliov, el pasado sábado a la agencia de noticias rusa Interfax.
Este lago contiene agua subterránea que ha permanecido sellada durante más de 14 millones de años y es oligotrófico –con mucho oxígeno–. Su perforación comenzó hace más de 20 años, pero hasta 2012 no se había llegado a su superficie. El Instituto de Minería de San Petersburgo tuvo que desarrollar para ello una técnica especial que permitiera obtener muestras congeladas sin contaminar el agua del lago.
Si se confirmase el hallazgo de vida microbiana, “serviría para conocer más sobre las formas de evolución bacteriana en condiciones extremas y las condiciones de habitabilidad de los océanos subglaciales en Europa; de Ganímedes y Calisto –lunas de Júpiter– o de Encélado, satélite de Saturno”, apunta Bulat.
En unos meses, cuando a bordo del navío Akademik Fyodorov lleguen a San Petersburgo nuevas muestras de agua pura extraídas del lago en enero de este año, obtendrán una respuesta definitiva.