La flota empieza un año "clave" que determinará su futuro, por decisiones como la reforma de la Política Pesquera Común (PPC), reestructuraciones en el caladero español o la negociación con Marruecos, según la Confederación Española de Pesca (Cepesca).

El secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha declarado hoy a Efeagro que 2013 será fundamental para el sector europeo porque se espera que la Unión Europea (UE) concluya las negociaciones para modificar la PPC.

Asimismo, la crisis afecta a esta actividad en España porque ha caído el consumo de pescado y de marisco y porque las empresas, al igual que en otros sectores, tienen problemas de financiación, según Garat.

Respecto a la reforma, debe ser aprobada por el Consejo de ministros de la UE (representantes de los Gobiernos) y por el Parlamento Europeo (PE) y tiene como lema la protección de los caladeros y la limitación de la pesca.

En diciembre, la comisión de Pesca de la Eurocámara aprobó un dictamen que tendía hacia las tesis ecologistas, pero debe ser examinado por el pleno del PE y además, después habrá nuevas negociaciones con el Consejo.

Los armadores esperan que el pleno de la Eurocámara apoye propuestas más equilibradas y "adecuadas" al sector español.

Las ideas centrales de la reforma son el logro de "rendimientos máximos sostenibles" (RMS) de existencias pesqueras en el mar y la supresión de los descartes (capturas no deseadas de peces que después, muertos, son arrojados al mar).

Según las enmiendas apoyadas hasta ahora por los eurodiputados, los RMS se conseguirían a más tardar en 2020 y, por otro lado, los buques estarían obligados a descargar en tierra todas sus capturas desde 2014, con una prohibición progresiva de los descartes que variaría según la especie.

Otro asunto más inmediato es la negociación que retomarán los representantes de Bruselas y Marruecos en Rabat la semana que viene -los días 15 y 16- para alcanzar un acuerdo pesquero que permita a la flota española -andaluza y canaria- volver a las aguas de ese país.

Garat ha afirmado que quedan por resolver cuestiones técnicas sobre el acceso de la flota, así como la compensación financiera que la UE pagaría al país magrebí.

El último pacto con Marruecos cesó a finales de 2011, por el veto del Parlamento Europeo (PE), lo que obligó a 70 barcos españoles y a sus 650 tripulantes a regresar a puerto y en diciembre acabaron las compensaciones del Gobierno español por el cese de actividad.

Por otra parte, Garat ha mostrado su preocupación por las flotas marisquera y cefalopodera, afectadas por el acuerdo con Mauritania, que les obligó a abandonar las aguas de ese país, así como por el pacto con Guinea Bissau, que no pudo aplicarse en 2012 por la situación política en ese estado.

En un contexto nacional, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y los representantes del sector pesquero están en medio de un proceso de regulación del caladero nacional que podría suponer "reestructuraciones de la flota" en los próximos meses, según la misma fuente.

Para ello, se han creado tres grupos, por zonas: el caladero del noroeste del Cantábrico, el Golfo de Cádiz y el Mediterráneo.

En aguas atlánticas, el Ministerio plantea "cuotas individuales por barco", lo que ha suscitado el rechazo de cofradías y algunas modalidades de flota.

Garat ha señalado que en el caso del Cantábrico, la flota de arrastre está a favor de esa distribución individual.

Por otra parte, la flota se enfrenta a la propuesta de Bruselas para prohibir el arrastre de especies de aguas profundas en el océano Atlántico Nororiental y Centro-oriental y según Garat si saliera adelante "sería la primera piedra" para vetar esa clase de pesca en otros caladeros.

Aparte, los palangreros comprobarán las consecuencias de la decisión de la UE por la que se prohíbe totalmente cortar a bordo las aletas de los tiburones.

Cepesca estima que en 2012 se pusieron en marcha en España medidas de control e inspección "muy duras" para asegurar que la pesca es respetuosa con el medio ambiente.