Las presas rozan el lleno y comienzan a desembalsar

Mié, 21/11/2012

SUR

Los restos de la tromba del sábado aún son palpables en lo numerosos locales comerciales, garajes y viviendas que sucumbieron ante la fuerza del agua, pero también en las infraestructuras públicas de la ciudad tales como el mobiliario urbano, las redes de saneamiento y pluviales, edificios públicos, ‘parkings’ subterráneos, colegios, zonas verdes, colegios, carreteras, acerado, semáforos,... La evaluación de los daños aún no está cuantificada con exactitud, pero en el Ayuntamiento de Málaga ya manejan la cifra de diez millones de euros. «Aún es pronto para hacerlo, aunque estará en torno a esa cifra, cuanto menos», afirmó ayer el alcalde, Francisco de la Torre, quien confirmó las intenciones del Consistorio de acogerse al decreto ley del Gobierno de medidas urgentes para paliar los daños por incendios forestales y otras catástrofes naturales, de cuyas ayudas ya pudieron beneficiarse los municipios afectados por la riada del pasado mes de septiembre
en la provincia.
Paralelamente, la Delegación del Gobierno andaluz en Málaga ya ha elevado un informe a la Presidencia de la Junta de Andalucía para que determine los recursos que se han de destinar a la reparación de los destrozos y para que establezca la solicitud de las ayudas que correspondan tanto para la capital como para los otras 16 localidades de la provincia enlas que causaron problemas las fuertes precipitaciones del fin de semana, según avanzó el delegado territorial del Ejecutivo autonómico, José Luis Ruiz Espejo.
De los daños, a las posibles soluciones para prevenir que se repita la historia. De la Torre volvió a invitar a la Agencia Andaluza del Agua a plantearse la construcción de una presa en El Limonar que evita futuras riadas. «Por estudiarlo no pasa nada, porque no se puede descartar lo que no está estudiado. Lo que trato de decir es que si no hay capacidad en la parte baja del cauce y no cabe la opción de ampliarlo porque habría que tirar abajo muchas casas, habrá que regularlo como se hizo en el Guadalmedina, porque la ciudad está defendida frente a sus avenidas porque se hizo la presa del Limonero», afirmó el primer edil, quien denunció que «ahora no hay seguridad, solo estamos al azar de lo que pasa».
Por parte de la Junta, Ruiz Espejo mostró sus recelos al respecto y apostó por otras medidas menos agresivas como «la adecuación de los arroyos mediante diques de contención, la reforestación de determinadas zonas para evitar procesos erosivos, la culminación de obras que han provocado desprendimientos y el mantenimiento en el mejor estado posibles de los cauces con la vegetación que recomienden los técnicos para evitar la erosión».