Magrama negocia subrogación contrato para concluir depuradoras entorno Doñana

Dom, 07/10/2012

EFE

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) ha indicado hoy que está negociando, a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la subrogación del contrato para concluir las obras de las depuradoras de los municipios del entorno de Doñana.

A través de un comunicado, el Ministerio se ha referido a estas actuaciones después de que WWF denunciara ayer el vertido diario de cinco millones de litros de aguas residuales sin depurar, procedente de Almonte, Bollullos y Rociana (Huelva) al Arroyo del Partido, que supone una de las principales fuentes de aportación de agua para el Espacio Natural de Doñana.

El Magrama ha criticado que la Junta de Andalucía "ocultó", durante la etapa en que la que asumió las competencias de gestión de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la deuda contraída con el contratista de las obras de las depuradoras estos municipios.

Asimismo, ha indicado que a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, trabaja "con intensidad" para que puedan concluir las obras proyectadas, mediante la subrogación del contrato correspondiente.

En este sentido, el departamento que dirige Miguel Arias Cañete ha recordado que el retraso en la puesta en marcha de estas depuradoras es un ejemplo de la "nefasta gestión" de la Junta durante los tres años en los que asumió las competencias sobre la gestión del río Guadalquivir.

El Ministerio ha tenido que recabar datos sobre las obras directamente al contratista, ya que la información facilitada por la Junta estaba incompleta.

Como resultado de este trabajo, ha confirmado que esta Administración rechaza asumir el pago de 2 millones de euros que se deben al contratista, correspondientes a un modificado que la empresa sí ha ejecutado.

La citada deuda es la que ha paralizado completamente la conclusión de estas obras.

En la actualidad, el Ministerio sigue de manera pormenorizada la evolución de las afecciones provocadas por el retraso de la puesta en funcionamiento de estas depuradoras en el entorno de Doñana, en donde se ha detectado la presencia de aguas residuales urbanas, pero que en ningún caso incluyen sustancias tóxicas o nocivas.