Santander es hoy la única localidad de Cantabria que necesita tirar de reservas para dar de beber a sus vecinos. Hace ya un mes que la ciudad está conectada al bitrasvase del Ebro después de que la sequía siga mermando el caudal del Pas. El pantano, mientras tanto, sigue bajando su nivel de agua y ya está al 40 por ciento de su capacidad total, 16 puntos menos que el año pasado por estas fechas. Al tiempo, se vigila con atención el estado de unos ríos «bajos», aunque «no alarmantes» de momento.

Desde el pasado 31 de julio, las tuberías de la capital cántabra reciben agua de la cabecera del río Ebro. En total, 700 litros por segundo. La razón de recurrir al bitrasvase no es otra que dejar descansar al río Pas, cuyos recursos están casi en las últimas. El año pasado, esta operación costó a las arcas municipales 460.000 euros.

Si la climatología no cambia y la lluvia no hace acto de presencia, esta acción, coordinada con el Gobierno de Cantabria, se prolongará como mínimo hasta el 12 de septiembre. Aunque no se descarta que sea por más tiempo.

Desde la Consejería de Medio Ambiente se indicó ayer a este periódico que actualmente no hay ninguna alarma declarada por falta de suministro. Los ríos, señalaron, «gracias a las lluvias de los últimos días, han recuperado parte de su niveles».

Miembros de la consejería hacen un seguimiento diario del estado de las cuencas fluviales. En cuanto la situación se complica, hacen saltar las alarmas y aplican el protocolo establecido, como ya ocurriera a mediados de agosto en algunos pueblos costeros, donde se tomaron medidas como restringir el riego de parques y jardines, los lavados de pies en la playa y el de coches o recomendando moderación en el consumo a sus vecinos.

Ya entonces, al igual que ahora, Medio Ambiente tenía claro que, en caso de necesidad, siempre queda la Autovía del Agua. Aunque aún no esté terminada del todo, «no dudaremos en ponerla parcialmente en funcionamiento en un momento dado para abastecer a las localidades costeras si la situación así lo requiriese». Lo que sí le hace falta al pantano del Ebro es que llueva cuanto antes. Sus reservas están al 40%. Ha perdido, respecto a la misma semana de hace un año, 16 hectómetros cúbicos. Se encuentra en la peor situación de los últimos cinco años. Según Meteocantabria, la probabilidad de lluvia en la región no superará al 40% de hoy al sábado.

La Autovía del Agua