España trasvasará menos agua del Duero a Portugal por culpa de la sequía
Mar, 28/08/2012
La cuenca del Duero ha vivido el invierno más seco de las últimas siete décadas y, aunque abril fue un mes muy lluvioso, no ha sido suficiente para que entre el 1 de octubre -que es cuando comienza el año hidrológico- y el mes de junio las precipitaciones hayan superado el 65% de un año habitual. Por debajo de ese porcentaje, el Convenio de la Albufeira, que regula la cooperación para la protección y el aprovechamiento de las aguas de las cuencas hispanoportuguesas, contempla la posibilidad de que se declare un periodo de 'excepción'. Este año, la situación ha llevado a esta declaración, y es la segunda vez que se solicita en la historia tras la campaña 20042005. Pero, en esta ocasión, aseguró el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, José Valín, el caudal que llegará a Portugal «será menor», porque el convenio se revisó en 2010 y se modificó el régimen de caudales.
El Convenio de la Albufeira establece el caudal anual mínimo que hay que entregar en determinados puntos. En el caso de la vertiente española del Duero, son 3.500 hectómetros cúbicos anuales en el embalse salmantino de Saucelle, pero este año, explicó Valín, «como no se ha cumplido la pluviometría media, se ha declarado la excepción de acuerdo con el Convenio de la Albufeira». Por tanto, destacó, «no se trata de un incumplimiento», sino que, por haber llovido menos de 65%, «no se puede cumplir con el caudal medio».
Con estos datos en la mano, este verano las conversaciones entre los administradores de las cuencas del Duero y el Douro han sido constantes. Ha habido varios encuentros en Oporto y Lisboa en los que se ha abordado la complicada situación, que no afecta solo al Duero, sino también a otros ríos fronterizos, como el caso del Tajo. Los gestores de la cuenca del Douro «asumen la cuestión porque conocen los datos» y además, tienen la «fortuna», explica Valín, de que el río llega a sus límites geográficos regulado, después de pasar por los grandes embalses fronterizos de la Raya con Zamora y Salamanca, los de Ricobayo, en el Esla, y Almendra, en el Tormes, el más grande de toda la cuenca con mas cuatro veces de capacidad que el de Riaño, en León, y «aunque el caudal global anual será de 3.000 hectómetros cúbicos frente a los 3.500 que es obligado, van a tener el agua regulada». Esa regulación es la que permite alcanzar la entrega de 10 hectómetros cúbicos de agua por semana.
Ambos países comparten el río a lo largo de más de cien kilómetros y desde 1964 hay acuerdos para regular el aprovechamiento hidroeléctrico de los tramos internacionales. El Convenio de la Albufeira se firmó el 30 de noviembre de 1998, pero en febrero de 2010 se revisó y se estableció un nuevo régimen de caudales.
Caudales mínimos. En un año normal, el integral anual es de 3.800 hectómetros cúbicos; De octubre a diciembre, 580; de enero a marzo, 720; de abril a junio, 520; y de julio a septiembre, 300. El caudal integral semanal es de 15 hectómetros cúbicos.
Artículo 3.3. «Los caudales integrales anuales no se aplican en los periodos en que la precipitación de referencia acumulada en la cuenca desde el inicio del año hidrológico (1 de octubre) hasta el 1 de junio sea inferior al 65% de la precipitación media acumulada en la cuenca en ese periodo. El periodo de excepción se considera concluido desde el primer mes siguiente a diciembre en la precipitación de referencia acumulada en la cuenca desde el inicio.
En un año de lluvias normales, explicó el responsable de lacuenca, el agua que pasa de España a Portugal ronda los 9.000 hectómetros cúbicos; este año hay que dividir esa cantidad entre tres, y estará alrededor de los 3.000 hectómetros. Además de Saucelle, el Convenio de la Albufeira establece mediciones en otras tres presas portuguesas: la de Miranda do Douro, que debe tener un caudal integral anual de 3.500 hectómetros cúbicos; la de Bemposta, con la misma cantidad; y la de Crestuma, donde sube a 5.000 hectómetros cúbicos al año, en años hidrológicos con un régimen de lluvias considerado normal.
El Convenio de la Albufeira recoge varias posibilidades a la hora de determinar una 'situación de excepción'. Pueden ser periodos trimestrales o anuales, «cuando se ve que a principio de junio no se va a alcanzar el 65% de la pluviomietría de un año habitual». En el caso del Duero, además de la 'excepción' anual que ya está declarada, también el primero y el tercer trimestre del año hidrológico habían sido declarados de 'excepción' por la escasez de lluvia.
Desde 1964 hay acuerdos entre los dos países para regular el aprovechamiento hidroeléctrico de los tramos internacionales del Duero y sus afluentes. El agua baja unos 400 metros entre la Meseta y su entrada a Portugal, de ahí que sus saltos sean de una gran producción de energía. El segundo acuerdo entre los dos estados fue el Convenio de Albufeira, que se firmó el 30 de noviembre de 1998, y recoge la «cooperación para la protección y el aprovechamiento sostenible de las aguas de las cuencas hidrográficas hispano-portuguesas» que afecta a todas las cuencas compartidas y que ya no solo se fija en el aprovechamiento hidroeléctrico.
Este texto entró en vigor en el año 2000, pero en febrero de 2010 se estableció un nuevo régimen de caudales necesarios para garantizar el buen estado de las aguas.
Este año, además de que hay llovido poco, lo ha hecho en el mes de abril en lugar de en los meses de invierno, cuando el suelo está más frío, no hay hierba ni cultivos sembrados que beban ese agua que termina escurriendo y produciendo escorrentías que conllevan una aportación importante de agua a ríos y embalses.
La situación que vive la cuenca del Duero lleva al presidente de la Confederación a recordar que aquí no hay «embalses plurianuales», es decir, que puedan almacenar agua para más de un año hidrológico -que comienza el 1 de octubre y termina el 30 de septiembre del año siguiente- y hacer, por tanto, frente a dos años seguidos de sequía. Los únicos que sí cumplen estas condiciones de poder acumular tanta agua, son los de la frontera, pero, «al estar aguas abajo del territorio, no se puede usar para regar porque están más bajas que la Meseta». Por tanto, «hay embalses plurianuales, pero solo se pueden usar a efectos hidroeléctricos y del caudal para Portugal», subrayó.
Hasta el próximo 30 de septiembre se prolongará la campaña de riego (aunque en algunos sistemas el agua se cortará antes debido a la sequía). Una vez pasada esa fecha, mantener los caudales ecológicos en el Duero español, afirma Valín, será «más complejo» porque «habrá que reducir los caudales de manera importante».
Es la segunda vez que se solicita esta declaración en la historia del tratado de cooperación bilateral Precipitación acumulada mensual (l/m )
El Convenio de la Albufeira establece el caudal anual mínimo que hay que entregar en determinados puntos. En el caso de la vertiente española del Duero, son 3.500 hectómetros cúbicos anuales en el embalse salmantino de Saucelle, pero este año, explicó Valín, «como no se ha cumplido la pluviometría media, se ha declarado la excepción de acuerdo con el Convenio de la Albufeira». Por tanto, destacó, «no se trata de un incumplimiento», sino que, por haber llovido menos de 65%, «no se puede cumplir con el caudal medio».
Con estos datos en la mano, este verano las conversaciones entre los administradores de las cuencas del Duero y el Douro han sido constantes. Ha habido varios encuentros en Oporto y Lisboa en los que se ha abordado la complicada situación, que no afecta solo al Duero, sino también a otros ríos fronterizos, como el caso del Tajo. Los gestores de la cuenca del Douro «asumen la cuestión porque conocen los datos» y además, tienen la «fortuna», explica Valín, de que el río llega a sus límites geográficos regulado, después de pasar por los grandes embalses fronterizos de la Raya con Zamora y Salamanca, los de Ricobayo, en el Esla, y Almendra, en el Tormes, el más grande de toda la cuenca con mas cuatro veces de capacidad que el de Riaño, en León, y «aunque el caudal global anual será de 3.000 hectómetros cúbicos frente a los 3.500 que es obligado, van a tener el agua regulada». Esa regulación es la que permite alcanzar la entrega de 10 hectómetros cúbicos de agua por semana.
Ambos países comparten el río a lo largo de más de cien kilómetros y desde 1964 hay acuerdos para regular el aprovechamiento hidroeléctrico de los tramos internacionales. El Convenio de la Albufeira se firmó el 30 de noviembre de 1998, pero en febrero de 2010 se revisó y se estableció un nuevo régimen de caudales.
Caudales mínimos. En un año normal, el integral anual es de 3.800 hectómetros cúbicos; De octubre a diciembre, 580; de enero a marzo, 720; de abril a junio, 520; y de julio a septiembre, 300. El caudal integral semanal es de 15 hectómetros cúbicos.
Artículo 3.3. «Los caudales integrales anuales no se aplican en los periodos en que la precipitación de referencia acumulada en la cuenca desde el inicio del año hidrológico (1 de octubre) hasta el 1 de junio sea inferior al 65% de la precipitación media acumulada en la cuenca en ese periodo. El periodo de excepción se considera concluido desde el primer mes siguiente a diciembre en la precipitación de referencia acumulada en la cuenca desde el inicio.
En un año de lluvias normales, explicó el responsable de lacuenca, el agua que pasa de España a Portugal ronda los 9.000 hectómetros cúbicos; este año hay que dividir esa cantidad entre tres, y estará alrededor de los 3.000 hectómetros. Además de Saucelle, el Convenio de la Albufeira establece mediciones en otras tres presas portuguesas: la de Miranda do Douro, que debe tener un caudal integral anual de 3.500 hectómetros cúbicos; la de Bemposta, con la misma cantidad; y la de Crestuma, donde sube a 5.000 hectómetros cúbicos al año, en años hidrológicos con un régimen de lluvias considerado normal.
El Convenio de la Albufeira recoge varias posibilidades a la hora de determinar una 'situación de excepción'. Pueden ser periodos trimestrales o anuales, «cuando se ve que a principio de junio no se va a alcanzar el 65% de la pluviomietría de un año habitual». En el caso del Duero, además de la 'excepción' anual que ya está declarada, también el primero y el tercer trimestre del año hidrológico habían sido declarados de 'excepción' por la escasez de lluvia.
Desde 1964 hay acuerdos entre los dos países para regular el aprovechamiento hidroeléctrico de los tramos internacionales del Duero y sus afluentes. El agua baja unos 400 metros entre la Meseta y su entrada a Portugal, de ahí que sus saltos sean de una gran producción de energía. El segundo acuerdo entre los dos estados fue el Convenio de Albufeira, que se firmó el 30 de noviembre de 1998, y recoge la «cooperación para la protección y el aprovechamiento sostenible de las aguas de las cuencas hidrográficas hispano-portuguesas» que afecta a todas las cuencas compartidas y que ya no solo se fija en el aprovechamiento hidroeléctrico.
Este texto entró en vigor en el año 2000, pero en febrero de 2010 se estableció un nuevo régimen de caudales necesarios para garantizar el buen estado de las aguas.
Este año, además de que hay llovido poco, lo ha hecho en el mes de abril en lugar de en los meses de invierno, cuando el suelo está más frío, no hay hierba ni cultivos sembrados que beban ese agua que termina escurriendo y produciendo escorrentías que conllevan una aportación importante de agua a ríos y embalses.
La situación que vive la cuenca del Duero lleva al presidente de la Confederación a recordar que aquí no hay «embalses plurianuales», es decir, que puedan almacenar agua para más de un año hidrológico -que comienza el 1 de octubre y termina el 30 de septiembre del año siguiente- y hacer, por tanto, frente a dos años seguidos de sequía. Los únicos que sí cumplen estas condiciones de poder acumular tanta agua, son los de la frontera, pero, «al estar aguas abajo del territorio, no se puede usar para regar porque están más bajas que la Meseta». Por tanto, «hay embalses plurianuales, pero solo se pueden usar a efectos hidroeléctricos y del caudal para Portugal», subrayó.
Hasta el próximo 30 de septiembre se prolongará la campaña de riego (aunque en algunos sistemas el agua se cortará antes debido a la sequía). Una vez pasada esa fecha, mantener los caudales ecológicos en el Duero español, afirma Valín, será «más complejo» porque «habrá que reducir los caudales de manera importante».
Es la segunda vez que se solicita esta declaración en la historia del tratado de cooperación bilateral Precipitación acumulada mensual (l/m )