Los municipios cántabros restringen el consumo de agua por la sequía
Jue, 23/08/2012
Varios municipios de Cantabria están restringiendo el consumo de agua y haciendo llamamientos para un uso responsable, de cara a prevenir situaciones extraordinarias en una comunidad autónoma que tiene uno de los mayores índices de pluviometría de España.
El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha explicado hoy que la actuación del Gobierno en estos días se está centrando en un mayor seguimiento de los embalses y depósitos y en advertir a los ayuntamientos de la necesidad de economizar recursos hídricos.
Sin embargo, el Ejecutivo cántabro no ha adoptado medidas extraordinarias, aunque tampoco las descarta.
En cambio la Confederación Hidrográfica del Ebro sí ha aprobado medidas que afectan a Cantabria, al ajustar el volumen de desembalse de agua en el pantano del Ebro, ya que la sequía ha provocado que esté solo al 46 por ciento de su capacidad.
Y también se han sumado a esta medida municipios como el de Laredo, donde se ha cortado el agua de las duchas de la playa y se ha parado el riego de los jardines, porque, además de la sequía, su alcalde, Ángel Vega, recuerda que este municipio incrementa su población en verano en casi 90.000 personas.
En el caso de Soba, uno de los municipios en los que la ganadería es la base de su economía, la sequía está provocando problemas para dar agua al ganado, algo que su alcalde, Julián Fuentecilla, asegura que no se puede permitir, porque solo en este ayuntamiento hay 10.000 reses frisonas y 2.000 de carne.
El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha explicado hoy que la actuación del Gobierno en estos días se está centrando en un mayor seguimiento de los embalses y depósitos y en advertir a los ayuntamientos de la necesidad de economizar recursos hídricos.
Sin embargo, el Ejecutivo cántabro no ha adoptado medidas extraordinarias, aunque tampoco las descarta.
En cambio la Confederación Hidrográfica del Ebro sí ha aprobado medidas que afectan a Cantabria, al ajustar el volumen de desembalse de agua en el pantano del Ebro, ya que la sequía ha provocado que esté solo al 46 por ciento de su capacidad.
Y también se han sumado a esta medida municipios como el de Laredo, donde se ha cortado el agua de las duchas de la playa y se ha parado el riego de los jardines, porque, además de la sequía, su alcalde, Ángel Vega, recuerda que este municipio incrementa su población en verano en casi 90.000 personas.
En el caso de Soba, uno de los municipios en los que la ganadería es la base de su economía, la sequía está provocando problemas para dar agua al ganado, algo que su alcalde, Julián Fuentecilla, asegura que no se puede permitir, porque solo en este ayuntamiento hay 10.000 reses frisonas y 2.000 de carne.