Tres pueblos de la Segarra se proveen de agua con cisternas por la sequia

Mié, 22/08/2012

El País

La comarca de la Segarra vive ya su particular crisis hídrica. Algunos de sus pueblos están sufriendo con creces las consecuencias de la sequía de este verano en forma de escasez de agua. Por este motivo, el Consejo Comarcal de la Segarra se ha visto obligado a abastecer tres pueblos con camiones cisterna. Se trata de la Ribera d'Ondara, Talavera y Plans de Sió. Por ahora el Consejo Comarcal ha repartido medio centenar de cubas de entre 10.000 y 20.000 litros entre estas tres localidades.
Esta situación es inédita para estos municipios, aunque, en mayor o menor medida, es habitual que pueblos de la Segarra requieran de estos esfuerzos en verano. El presidente del Consejo, Adrià Marquilles, explicó ayer que no descarta que más municipios "tengan que recurrir al abastecimiento con vehículos durante las próximas semanas" si persiste el calor y la escasez de lluvia.
Concretamente, los habitantes de Ribera d'Ondara, unos 500, ya han podido experimentar como al abrir sus grifos, no bajaba ni una gota de agua. "Este agosto nos hemos quedado sin agua en cuatro ocasiones, algunas durante todo el día", declaró ayer un vecino de esta localidad, muy castigada por los constantes episodios de falta de agua. Y es que el consumo del pueblo se multiplica estos días de agosto, no solo por la ola de calor, sino también por la llegada de turistas y el incremento de necesidades de los animales en las granjas.
El alcalde de Ribera d'Ondara, Francesc Sabanés (CiU), explicó que el pueblo optó, antes de los camiones cisterna, por reabrir sus antiguos pozos. Sin embargo, esta vía no es suficiente, ya que también se están secando. "Además, el agua no es potable. No podemos garantizar la normativa sanitaria", lamentó, con cierta preocupación, Sabanés. Ribera d'Ondara fue obligada a cerrar sus pozos hace dos años porque no cumplían con la normativa sanitaria vigente, de 2003, que establece los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano.
A la sequía que sufre Cataluña este año se le ha sumado desde el viernes pasado la peor ola de calor del verano, y que ayer alcanzó su cénit. Las temperaturas nocturnas no bajaron de los 25 grados en algunas localidades catalanas, y durante el día se llegó los 35 en buena parte del territorio, superando incluso los 40 en zonas de Lleida y del interior de Tarragona y Barcelona. Hasta 24 comarcas registraron temperaturas que el Servicio Meteorológico de Cataluña considera extremas.
De momento, el Servicio de Emergencias Médicas ha atendido a 110 personas por patologías que están relacionadas con las altas temperaturas, 44 de la cuales necesitaron ser ingresadas en centros sanitarios. En la provincia de Barcelona se han realizado 70 intervenciones, por eso el Ayuntamiento de la capital, donde la temperatura mínima de ayer no bajó de los 26,9 grados, ha activado un plan especial: 21 personas ofrecen agua a los sin techo y se les informa de los riesgos de estar expuestos al calor.
Por su parte, el riesgo de incendio se mantiene extremo en el centro de Cataluña y en las comarcas del interior de Tarragona. En el resto de la zona interior es muy alto y en las demás zonas baja el peligro a alto. Así, el Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca mantiene la prohibición de acceso a 11 serranías y se restringen las actividades que puedan originar incendios en 304 municipios.