Calaf avisa de que no se debe beber agua por los nitratos
Mar, 21/08/2012
La sequía que sufren algunas zonas de Catalunya está teniendo algunos efectos. Y uno de los más importantes ha sido la pérdida de la calidad. El Ayuntamiento de Calaf (Anoia) ha publicado un bando municipal en el que avisa a la población de que no debe consumir agua de la red municipal, debido a que se ha superado el nivel máximo permitido de nitratos (50 mililitros por litro).
La localidad de Calaf consume habitualmente agua de pozos municipales que se mezclan con caudales de la riera de Mantellí, lo cual permite garantizar el suministro. Sin embargo, el escaso volumen de agua de la riera no permite una adecuada dilución del agua. El resultado es que, como se aprovecha sobre todo agua de los pozos, el caudal tiene exceso de nitratos. "No tenemos suficiente agua en la riera para mezclarla", declaró ayer la alcaldesa de Calaf, Maria Antònia Trullàs (CiU) a este diario.
Trullàs agregó que tan pronto como la compañía de suministro (Aigües de Manresa) detectó el exceso de nitratos en sus controles (se cogen dos muestras a la semana), tomó la decisión de dar cuenta inmediatamente a la población.
En el bando municipal, se avisa a toda la población, y en especial a los grupos más sensibles, "que deben abstenerse de consumir de agua de la red para beber o cocinar".
El bando recuerda que "la ingesta habitual de cantidades elevadas de nitratos puede afectar a la salud de grupos de determinadas personas, especialmente a grupos de población sensibles, como las mujeres embarazadas y lactantes, así como a adultos con acidez gástrica reducida". Los niveles de nitratos alcanzaron el 20 de julio los 58 miligramos por litro. El agua de grifo, en cambio, puede usarse para ducharse, limpiar la ropa o limpiar los utensilios de cocina sin riesgo para la salud.
Maria Antònia Trullàs declaró que ha actuado en todo momento con el respaldo del Departament de Salut de la Generalitat, que es la Administración que le recomendó hacer el bando con el redactado concreto.
La alcaldesa afirma que espera que sea una situación transitoria, que la presencia de nitratos tendrá un control estricto y que informará tan pronto como se vuelva a la normalidad. Además, se muestra sobre todo preocupada por la alarma social generada en las redes sociales (como Twitter), y dice con rotundidad que "el agua no está contaminada". Incluso, en su celo por querer transmitir un mensaje tranquilizador, asegura que "el agua se puede consumir porque el exceso de nitratos es sólo un hecho puntual, y su calidad podrá recuperarse cuando la riera lleve más agua", agregó.
También alega que el incumplimiento de la normativa es mínimo. "No hablamos de 100 ni de 200, sino de poco más de 50" (mililitros por litros), dice. "Lo que está ocurriendo es un hecho temporal. El límite se sobrepasa temporalmente. Si fuera La contaminación de las aguas subterráneas en Catalunya es un problema crónico. El origen, en su mayor parte, está en los vertidos excesivos de purines y otros excrementos ganaderos usados históricamente como fertilizantes de los campos, y que se han ido filtrando en la tierras hasta alcanzar los acuíferos que sirven de reservas de agua. un problema permanente, sería diferente...".
El hecho ha provocado una dura reacción de la concejal de la oposición Lourdes Oliveras (ERC-Units per Calaf), que ha acusado al gobierno local de actuar tarde y de haber declinado el plan para instalar dispositivos de ósmosis para la depuración definitiva en la red local, pues se trata de un problema crónico. "La compañía de aguas nos dijo que la propuesta de instalar el filtro de ósmosis no era viable, que tenía un alto coste y que había un problema en la gestión del residuo", replica la alcaldesa.
La localidad de Calaf consume habitualmente agua de pozos municipales que se mezclan con caudales de la riera de Mantellí, lo cual permite garantizar el suministro. Sin embargo, el escaso volumen de agua de la riera no permite una adecuada dilución del agua. El resultado es que, como se aprovecha sobre todo agua de los pozos, el caudal tiene exceso de nitratos. "No tenemos suficiente agua en la riera para mezclarla", declaró ayer la alcaldesa de Calaf, Maria Antònia Trullàs (CiU) a este diario.
Trullàs agregó que tan pronto como la compañía de suministro (Aigües de Manresa) detectó el exceso de nitratos en sus controles (se cogen dos muestras a la semana), tomó la decisión de dar cuenta inmediatamente a la población.
En el bando municipal, se avisa a toda la población, y en especial a los grupos más sensibles, "que deben abstenerse de consumir de agua de la red para beber o cocinar".
El bando recuerda que "la ingesta habitual de cantidades elevadas de nitratos puede afectar a la salud de grupos de determinadas personas, especialmente a grupos de población sensibles, como las mujeres embarazadas y lactantes, así como a adultos con acidez gástrica reducida". Los niveles de nitratos alcanzaron el 20 de julio los 58 miligramos por litro. El agua de grifo, en cambio, puede usarse para ducharse, limpiar la ropa o limpiar los utensilios de cocina sin riesgo para la salud.
Maria Antònia Trullàs declaró que ha actuado en todo momento con el respaldo del Departament de Salut de la Generalitat, que es la Administración que le recomendó hacer el bando con el redactado concreto.
La alcaldesa afirma que espera que sea una situación transitoria, que la presencia de nitratos tendrá un control estricto y que informará tan pronto como se vuelva a la normalidad. Además, se muestra sobre todo preocupada por la alarma social generada en las redes sociales (como Twitter), y dice con rotundidad que "el agua no está contaminada". Incluso, en su celo por querer transmitir un mensaje tranquilizador, asegura que "el agua se puede consumir porque el exceso de nitratos es sólo un hecho puntual, y su calidad podrá recuperarse cuando la riera lleve más agua", agregó.
También alega que el incumplimiento de la normativa es mínimo. "No hablamos de 100 ni de 200, sino de poco más de 50" (mililitros por litros), dice. "Lo que está ocurriendo es un hecho temporal. El límite se sobrepasa temporalmente. Si fuera La contaminación de las aguas subterráneas en Catalunya es un problema crónico. El origen, en su mayor parte, está en los vertidos excesivos de purines y otros excrementos ganaderos usados históricamente como fertilizantes de los campos, y que se han ido filtrando en la tierras hasta alcanzar los acuíferos que sirven de reservas de agua. un problema permanente, sería diferente...".
El hecho ha provocado una dura reacción de la concejal de la oposición Lourdes Oliveras (ERC-Units per Calaf), que ha acusado al gobierno local de actuar tarde y de haber declinado el plan para instalar dispositivos de ósmosis para la depuración definitiva en la red local, pues se trata de un problema crónico. "La compañía de aguas nos dijo que la propuesta de instalar el filtro de ósmosis no era viable, que tenía un alto coste y que había un problema en la gestión del residuo", replica la alcaldesa.