La sequia empieza en los pozos

Vie, 17/08/2012

El País

"Si puedes, haz algo", En abril de 2008, el entonces consejero de Medio Ambiente, el ecosocialista Francesc Baltasar, se encomendaba a la virgen de la Moreneta para lograr unas gotas de lluvia que calmaran la severa sequía que azotaba Cataluña. La situación, cuatro años después, dista de llegar al límite, pero la sequía vuelve a entrar a los hogares catalanes por el punto más vulnerable: los pozos.
Los municipios que se abastecen de pozos o ríos han visto como el descenso de los caudales hace peligrar el suministro de agua potable, y por ello desde julio se repiten los bandos de restricción de agua. "Tenemos noticias de que diferentes municipios, de forma preventiva, han activado restricciones locales en los usos de agua, dada la reducción de sus fuentes locales de suministro", explica una portavoz de la Agencia Catalana del Agua (ACA). Municipios de Osona como Sant Bartomeu del Grau o Sant Pere de Torelló, por donde el río Ges baja seco, han emitido sendos bandos avisando de restricciones. También núcleos del Ripollès, como Molló, Vallfogona, o Santa Maria de Palautordera, en el Vallès Oriental.
Los pantanos, fuente principal de suministro de agua, resisten. Según los datos recogidos ayer por la ACA, la media del nivel de los embalses es del 68%. Niveles bajos, pero previstos en un verano seco, apunta la portavoz del ente.
La causa de la aridez es la escasez de lluvias. En Cataluña ha llovido poco este verano, pero la situación es grave en la zona del Pirineo y el Prepirineo, y especialmente en les Guilleries y el Montseny. Las lluvias no han llegado en agosto, y el agua no cae con regularidad desde abril. El Servicio Meteorológico de Cataluña destacó en julio el "marcado déficit" de lluvias del Pirineo y el Prepirineo Oriental, zonas en las que julio acostumbra a ser pasado por agua en las tormentas veraniegas.