A pesar de que cuenta con la catalogación de Reserva de la Biosfera de la Unesco el espacio protegido de Doñana, es el depósito de las aguas fecales de los municipios del entorno. Las organizaciones ecologistas anunciaron ayer tras la reunión del Consejo de Participación que denunciarán ante la Unión Europea y la Fiscalía los vertidos de aguas residuales de pueblos como Almonte, Rociana o Bollullos Par del Condado al parque natural si la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir no acometen cuanto antes la puesta en marcha de la depuradora de las aguas.

Juan Romero, portavoz de Ecologistas en Acción, tildó de «vergüenza» que el espacio protegido más importante de Europa «sea un vertedero de aguas residuales». Además, recordó que España ya ha sido sancionada por el Tribunal de Justicia Europeo por incumplir la norma de depuración de aguas en 38 localidades, entre las que se encuentran las del ámbito de Doñana.

Además del cese de las aguas fecales, las organizaciones conservacionistas pusieron sobre la mesa la necesidad del que el Consejo de Participación se pronuncie sobre el proyecto del dragado del río Guadalquivir, que pondría en riesgo todo el litoral de Doñana. Ecologistas y WWF solicitarán en el próximo pleno, que se celebrará a final de año, un pronunciamiento del sobre este proyecto impulsado por el Puerto de Sevilla y que aún está pendiente del Ministerio de Medio Ambiente.