Un estudio global sobre el informe meteorológico de 2011
Jue, 19/07/2012
Un nuevo estudio internacional a gran escala indica que 2011 fue el año más frío desde 2008 y al mismo tiempo uno de los quince más cálidos desde que se empezó a registrar la temperatura a finales del siglo XIX.
En el informe «Estado del clima 2011» (2011 State of the Climate), publicado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) en cooperación con la Sociedad de Meteorología de los Estados Unidos (AMS), participaron 378 científicos de 48 países de todo el mundo y supone una actualización de los datos obtenidos por instrumentos y estaciones de observación meteorológica situados en ámbitos terrestres, marinos y helados así como varios suspendidos en la atmósfera.
«Todo fenómeno meteorológico actual sucede en un contexto de cambio medioambiental global», comentó Kathryn D. Sullivan, Viceadministradora de la NOAA. «Este informe anual proporciona a científicos y ciudadanos un análisis de lo acaecido hasta la fecha y una forma de prepararse para lo que acontezca en el futuro.»
El informe incluye además investigaciones sobre los cambios que ha experimentado la capa de ozono. El estudio recibió fondos del proyecto Reconcile(«Reconciliación de parámetros de procesamiento esenciales para una mayor capacidad de predicción de la pérdida de ozono estratosférico ártico y sus interacciones con el clima»), financiado con 3 499 913 euros mediante el área temática «Medio ambiente» del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea. Reconcile reunió a dieciocho instituciones de Alemania, Estados Unidos, Francia, Hungría, Italia, Noruega, Reino Unido, Rusia y Suiza.
En lo referente a la atmósfera superior, las temperaturas de la estratosfera tropical fueron superiores a la media mientras que en la zona estratosférica polar se situaron por debajo de la media durante los primeros meses invernales de 2011. Esta situación provocó que las concentraciones de ozono de la estratosfera inferior ártica fuesen las menores desde que comenzaron los registros en 1979. De este modo, a finales de marzo había desaparecido más del 80 % del ozono situado entre las 11 y las 12 millas de altitud, aumentando la incidencia de la radiación ultravioleta (UV) sobre la superficie.
El estudio también menciona dos fenómenos sucesivos de «La Niña», un proceso de intercambio entre la atmósfera y el océano según el cual la temperatura superficial del Océano Pacífico ecuatorial oriental es menor a la normal, que afectaron al clima de varias regiones e influyeron en muchos de los sucesos meteorológicos importantes del planeta durante todo el año, entre los que se cuentan varias sequías en el este de África, el norte de México y el sur de los Estados Unidos.
Las condiciones de La Niña contribuyeron a que la duración de la temporada de ciclones tropicales fuera mayor de lo normal en la cuenca de huracanes del Atlántico Norte y menor en la del Pacífico Norte Oriental. Sus efectos se unieron a los del periodo bienal (2010-2011) más húmedo registrado en Australia, que puso fin a una sequía de diez años.
Los glaciares de todo el planeta continuaron su tendencia a perder masa y se experimentaron las mayores reducciones en los casquetes polares y los glaciares del Ártico canadiense desde que comenzaron las mediciones en 2002.
Las principales concentraciones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, el metano y el óxido de nitrógeno no frenaron su escalada. La de dióxido de carbono creció de forma continua en 2011 y la media anual global superó las 390 partes por millón (ppm) por primera vez desde que se poseen registros instrumentales, lo que supone un aumento de 2,10 ppm respecto al año anterior. El informe también muestra que no existen indicios de que las emisiones naturales árticas de metano hayan aumentado de forma significativa durante el decenio pasado.
Proporciona además detalles sobre sucesos extremos experimentados en todo el planeta durante 2011 entre los que se incluyen las inundaciones más graves que se recuerdan en Tailandia en cerca de setenta años, sequías y tornados letales en Estados Unidos, inundaciones en Brasil y la ola de calor más intensa en el sur y el centro de Europa desde 2003.
En el informe «Estado del clima 2011» (2011 State of the Climate), publicado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) en cooperación con la Sociedad de Meteorología de los Estados Unidos (AMS), participaron 378 científicos de 48 países de todo el mundo y supone una actualización de los datos obtenidos por instrumentos y estaciones de observación meteorológica situados en ámbitos terrestres, marinos y helados así como varios suspendidos en la atmósfera.
«Todo fenómeno meteorológico actual sucede en un contexto de cambio medioambiental global», comentó Kathryn D. Sullivan, Viceadministradora de la NOAA. «Este informe anual proporciona a científicos y ciudadanos un análisis de lo acaecido hasta la fecha y una forma de prepararse para lo que acontezca en el futuro.»
El informe incluye además investigaciones sobre los cambios que ha experimentado la capa de ozono. El estudio recibió fondos del proyecto Reconcile(«Reconciliación de parámetros de procesamiento esenciales para una mayor capacidad de predicción de la pérdida de ozono estratosférico ártico y sus interacciones con el clima»), financiado con 3 499 913 euros mediante el área temática «Medio ambiente» del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea. Reconcile reunió a dieciocho instituciones de Alemania, Estados Unidos, Francia, Hungría, Italia, Noruega, Reino Unido, Rusia y Suiza.
En lo referente a la atmósfera superior, las temperaturas de la estratosfera tropical fueron superiores a la media mientras que en la zona estratosférica polar se situaron por debajo de la media durante los primeros meses invernales de 2011. Esta situación provocó que las concentraciones de ozono de la estratosfera inferior ártica fuesen las menores desde que comenzaron los registros en 1979. De este modo, a finales de marzo había desaparecido más del 80 % del ozono situado entre las 11 y las 12 millas de altitud, aumentando la incidencia de la radiación ultravioleta (UV) sobre la superficie.
El estudio también menciona dos fenómenos sucesivos de «La Niña», un proceso de intercambio entre la atmósfera y el océano según el cual la temperatura superficial del Océano Pacífico ecuatorial oriental es menor a la normal, que afectaron al clima de varias regiones e influyeron en muchos de los sucesos meteorológicos importantes del planeta durante todo el año, entre los que se cuentan varias sequías en el este de África, el norte de México y el sur de los Estados Unidos.
Las condiciones de La Niña contribuyeron a que la duración de la temporada de ciclones tropicales fuera mayor de lo normal en la cuenca de huracanes del Atlántico Norte y menor en la del Pacífico Norte Oriental. Sus efectos se unieron a los del periodo bienal (2010-2011) más húmedo registrado en Australia, que puso fin a una sequía de diez años.
Los glaciares de todo el planeta continuaron su tendencia a perder masa y se experimentaron las mayores reducciones en los casquetes polares y los glaciares del Ártico canadiense desde que comenzaron las mediciones en 2002.
Las principales concentraciones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, el metano y el óxido de nitrógeno no frenaron su escalada. La de dióxido de carbono creció de forma continua en 2011 y la media anual global superó las 390 partes por millón (ppm) por primera vez desde que se poseen registros instrumentales, lo que supone un aumento de 2,10 ppm respecto al año anterior. El informe también muestra que no existen indicios de que las emisiones naturales árticas de metano hayan aumentado de forma significativa durante el decenio pasado.
Proporciona además detalles sobre sucesos extremos experimentados en todo el planeta durante 2011 entre los que se incluyen las inundaciones más graves que se recuerdan en Tailandia en cerca de setenta años, sequías y tornados letales en Estados Unidos, inundaciones en Brasil y la ola de calor más intensa en el sur y el centro de Europa desde 2003.