Los vecinos de las urbanizaciones y chalés del término municipal de Chiva, no pueden utilizar el agua ni para lavarse los dientes. Desde hace unos días cocinar o simplemente asearse se ha convertido en una odisea para los residentes en los chalés que rodean esta localidad de la Hoya de Buñol.

El Ayuntamiento de Chiva emitió un bando alertando a la población de que el «agua no era apta para el consumo humano» debido a su contaminación por la detección, en sus pozos, de restos de plaguicidas.

Tal y como recoge el escrito que el consistorio envió a los vecinos, los residentes de las urbanizaciones de Olimar, Carambolo, Atalaya, Casa Parra y Las Muelas no pueden abrir sus grifos. Según los cálculos municipales, el número de personas afectadas por el desabastecimiento de agua potable, podría ascender hasta 2.000, ya que durante el periodo estival en estas zonas aumentan los residentes de manera considerable.

Ante esta complicada situación y las continuas quejas de los vecinos, el consistorio se ha visto obligado a instalar unos depositos con agua potable en la puerta de las urbanizaciones que, a modo de fuente, boratorio está implicado en la misión al planeta Mercurio BEPI-Colombo, que está desarrollando la ESA, y que analiza el comportamiento a alta temperatura (hasta 400 grados) de diversos materiales que irán a bordo de la misión.

El director de los laboratorios, David Raboso, explicó que el nuevo laboratorio incluye una «sala limEl alcalde del municipio, el popular José Manuel Haro, añadió que «dicho pozo está rodeado de naranjos y que, probablemente, los plaguicidas se habrían filtrado desde allí contaminado el agua». Según explica el primer edil, debido a la sequía estival y la falta de lluvias ha bajado el nivel de agua del pozo por lo que el nivel de plagicida ha aumentado superando los parámetros legales para el consumo humano. Así que, sino llueve en los próximos días, la situación no se solucionará.

Desde el propio Ayuntamiento aseguran estar llevando a cabo un seguimiento de la evolución de la situación. El alcalde añadió que durante esta semana se emitirá una circular en la que se informe a los vecinos de «lo que pueden y no pueden hacer con el agua».

Por otro lado esta prevista para el próximo domingo una asamblea en la que participarán tanto los vecinos de la urbanización de Carambolo como responsables del Ayuntamiento. Haro aseguró «yo mismo acudiré para dialogar con los vecinos».

No es la primera vez que esto sucede. Hace dos años ocurrió lo mismo, cuando el Centro de Salud Pública afirmó que el agua de la urbanización Calicanto no era apta para el consumo humano. La respuesta del consistorio fue alertar a la población y hacer lo posible por solucionarlo. El problema al que se enfrenta Haro parece que no cesará hasta que las lluvias aparezcan. pia» cuya pureza del aire es «400 veces mayor que en la calle», lo que permitirá mantener «una enorme pureza de contaminantes en los materiales y, por tanto, la posibilidad de medirlos mucho mejor». Para la Universitat, se trata de un ejemplo de transferencia de conocimiento, ya que se colabora con la iniciativa privada.

ACABA un curso marcado por el impacto en el ámbito educativo de la crisis económica. Pregunté en privado a un alto cargo, de los que se sientan en la conferencia sectorial en Madrid: Si usted quisiera echar para atrás los ajustes y recortes en la Educación, ¿podría? No, me respondió. Me gustaría creer que me engañaba, porque es mucho más fácil individualizar las complejidades para poner nombre a las culpas. Pero no fue así. La reducción presupuestaria no ha sido una voluntad educativa.

Las razones del cese de miles de interinos, los aumentos de ratios y demás recortes provienen de fuera de las aulas pero no es consuelo para un sistema que termina un curso con temor a cómo comenzará el siguiente.

Eppur si muove . Y en cambio, acaba un año que de manera no evidente como lo anterior ha sentado las bases para que la educación valenciana dé un salto hacia delante. Un punto de inflexión para afrontar los verdaderos retos de nuestra escuela: el fracaso escolar, el perenne déficit del inglés, la evaluación y la rigidez académica. Pero, sobre todo, el cambio del énfasis desde los inputs (Wert dixit), es decir, la inversión hacia los outputs, es decir, los resultados.

La pena está, a mi juicio, en que esa gestión centrada en los retos importantes llegue (quizás no pueda ser de otro modo) en tal contexto económico. Si triunfa, se pensará equivocadamente que da igual cortar o recortar, que si aumentar los presupuestos sin techo no incide de manera directa en la mejora de resultados, tampoco éstos se verán afectados si el dinero se reduce sin suelo. Por el contrario, sería una lástima que la nueva política educativa fuera obstaculizada por los propios ajustes o por la amenaza que supone su éxito. Es el difícil equilibrio que tiene la contradicción de ser el mejor y el peor curso de la educación valenciana.

Da esperanzas dejar de leer por un momento titulares y hablar con los colegios, y comprobar que un aire fresco se mueve en nuestras escuelas. Nadie calla los recortes, pero todos se extienden con sus planes. Y la mueven al fomentar la autonomía de los centros. Uno siente que ya estamos en el camino correcto.

Los vecinos de las urbanizaciones de esa zona podrán tener agua potable desde hoy