La ONU denuncia que el cuidado del medio ambiente se pospone por la crisis
Jue, 05/07/2012
Los problemas medioambientales se están dejando "para después" por culpa de la crisis económica, según ha asegurado hoy en Málaga Daniel Cebrián, oficial de Acciones Estratégicas del Centro Regional para Zonas Especialmente Protegidas de la ONU.
Ha añadido que es un error que las cuestiones de conservación queden en un segundo plano porque el medio ambiente "tiene una repercusión inmediata para los recursos naturales y el desarrollo de los países" y ha precisado que se sigue pensando que así se economiza "cuando en realidad ocurre lo contrario".
En este sentido, ha precisado que desde hace varios años los fondos para la conservación están congelados y con una tendencia a la reducción, mientras que las actividades que desarrollan cada vez exigen más trabajo.
Cebrián ha intervenido hoy en el Tercer Encuentro del Programa de Acción Estratégico para la Conservación de la Diversidad Biológica en el Mediterráneo, en el marco del Convenio de Barcelona, que se celebra en Málaga.
Cómo afrontar la situación de crisis en el contexto de la protección del medio ambiente será uno de los temas que se tratará en esa reunión que culminará el viernes, y donde se discutirán los problemas de Mediterráneo y las grandes líneas estratégicas de conservación de la biodiversidad.
Cebrián ha destacado la existencia de una estructura de gestión bien desarrollada en cuanto a la conservación del mar gracias al Convenio de Barcelona, que engloba a todos los países del Mediterráneo; el respaldo de la ONU, y la colaboración de todos los países a través de sus ministerios de Medio Ambiente.
Ha señalado que esta estructura coordinada evita las duplicidades que se producían hace años cuando varios países u organizaciones, como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura trabajaban para los mismos proyectos.
La introducción de las especies foráneas en el mar Mediterráneo será uno de los principales problemas que se analizarán durante esta reunión, según el representante de la ONU, que ha añadido que han influido negativamente en los hábitos de los ecosistemas tras ser introducidas por barcos o por el canal de Suez.
Por otro lado, se tratará la influencia del cambio climático que influye en la dinámica de los ecosistemas porque "hay que pensar ya en tomar medidas de adaptación a situaciones que requieren muchos años para prepararse".
Ha precisado que otros de los retos a los que se enfrenta el Mediterráneo es a la polución, por la que ya se trabaja en depuradoras y nuevas tecnologías a las fábricas para que no viertan los residuos al mar.
Como último problema, ha insistido en la necesidad de adoptar medidas de protección de las aguas internacionales "que se han convertido en una zona donde todo el mundo hace lo que quiere", y para ellas se está trabajando en actuaciones concretas como crear grandes áreas protegidas de las que se responsabilicen determinados países.
Otra de las medidas que ya se han puesto en marcha es el mejor desarrollo de la red de áreas protegidas, especialmente en aquellos países "que ni siquiera las tenían iniciadas", como el Magreb, la zona del adriático o el este del Mediterráneo.
Por otra parte, ha planteado la posibilidad de restaurar los humedales que se han destruido y que responderían no solo a una funcionalidad ecológica, sino que también tendrían unos beneficios económicos para la gente del entorno al crearse una producción piscícola de alta calidad.
Cebrián ha advertido de que los recursos naturales de la Tierra dejaron de ser renovables en 1987 y "desde entonces nos estamos comiendo el planeta".
Ha añadido que consumimos más de los que producimos y por ese motivo es fundamental trabajar en la labores de conservación de los recursos.
En este sentido, ha expresado que la meta de Aichi del 2020, objetivo suscrito en el Convenio de Barcelona para la protección del Mediterráneo y que plantea en uno de sus puntos alcanzar el 10 por ciento de zonas marinas protegidas, es fundamental porque no se puede pensar de aquí a diez-veinte años, "sino en las próximas generaciones".
Ha añadido que es un error que las cuestiones de conservación queden en un segundo plano porque el medio ambiente "tiene una repercusión inmediata para los recursos naturales y el desarrollo de los países" y ha precisado que se sigue pensando que así se economiza "cuando en realidad ocurre lo contrario".
En este sentido, ha precisado que desde hace varios años los fondos para la conservación están congelados y con una tendencia a la reducción, mientras que las actividades que desarrollan cada vez exigen más trabajo.
Cebrián ha intervenido hoy en el Tercer Encuentro del Programa de Acción Estratégico para la Conservación de la Diversidad Biológica en el Mediterráneo, en el marco del Convenio de Barcelona, que se celebra en Málaga.
Cómo afrontar la situación de crisis en el contexto de la protección del medio ambiente será uno de los temas que se tratará en esa reunión que culminará el viernes, y donde se discutirán los problemas de Mediterráneo y las grandes líneas estratégicas de conservación de la biodiversidad.
Cebrián ha destacado la existencia de una estructura de gestión bien desarrollada en cuanto a la conservación del mar gracias al Convenio de Barcelona, que engloba a todos los países del Mediterráneo; el respaldo de la ONU, y la colaboración de todos los países a través de sus ministerios de Medio Ambiente.
Ha señalado que esta estructura coordinada evita las duplicidades que se producían hace años cuando varios países u organizaciones, como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura trabajaban para los mismos proyectos.
La introducción de las especies foráneas en el mar Mediterráneo será uno de los principales problemas que se analizarán durante esta reunión, según el representante de la ONU, que ha añadido que han influido negativamente en los hábitos de los ecosistemas tras ser introducidas por barcos o por el canal de Suez.
Por otro lado, se tratará la influencia del cambio climático que influye en la dinámica de los ecosistemas porque "hay que pensar ya en tomar medidas de adaptación a situaciones que requieren muchos años para prepararse".
Ha precisado que otros de los retos a los que se enfrenta el Mediterráneo es a la polución, por la que ya se trabaja en depuradoras y nuevas tecnologías a las fábricas para que no viertan los residuos al mar.
Como último problema, ha insistido en la necesidad de adoptar medidas de protección de las aguas internacionales "que se han convertido en una zona donde todo el mundo hace lo que quiere", y para ellas se está trabajando en actuaciones concretas como crear grandes áreas protegidas de las que se responsabilicen determinados países.
Otra de las medidas que ya se han puesto en marcha es el mejor desarrollo de la red de áreas protegidas, especialmente en aquellos países "que ni siquiera las tenían iniciadas", como el Magreb, la zona del adriático o el este del Mediterráneo.
Por otra parte, ha planteado la posibilidad de restaurar los humedales que se han destruido y que responderían no solo a una funcionalidad ecológica, sino que también tendrían unos beneficios económicos para la gente del entorno al crearse una producción piscícola de alta calidad.
Cebrián ha advertido de que los recursos naturales de la Tierra dejaron de ser renovables en 1987 y "desde entonces nos estamos comiendo el planeta".
Ha añadido que consumimos más de los que producimos y por ese motivo es fundamental trabajar en la labores de conservación de los recursos.
En este sentido, ha expresado que la meta de Aichi del 2020, objetivo suscrito en el Convenio de Barcelona para la protección del Mediterráneo y que plantea en uno de sus puntos alcanzar el 10 por ciento de zonas marinas protegidas, es fundamental porque no se puede pensar de aquí a diez-veinte años, "sino en las próximas generaciones".