Finestrat asfaltó sin autorización el cauce del barranco donde una riada mató a 2 personas

Lun, 14/05/2012

El Mundo

El juzgado de instrucción número 4 sigue con las diligencias abiertas por la muerte de dos ciudadanos de nacionalidad británica el pasado 21 de octubre en la riada registrada en el mercadillo de Finestrat, ubicado en el cauce del barranco de La Cala. Después de que el pasado mes de marzo declara como imputado el alcalde, Honorato Algado, esta semana fue el turno de dos técnicos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Ante la juez, uno de los técnicos calificó de «disparate» que el Ayuntamiento asfaltara el cauce del barranco, ya que esto varía «de forma radical» sus condiciones hidráulicas. Concretamente, y según se desprende de la declaración a la que ha tenido acceso EL MUNDO, este asfaltado incrementa en mucho la velocidad con la que discurre el agua por el cauce.

Este mismo técnico sostuvo ante la magistrado que desde la CHJ se abrió un expediente al Ayuntamiento de Finestrat por asfaltar «sin autorización» el cauce del barranco. No obstante, indicó que en este expediente no se hacía mención expresa a la instalación del mercadillo, que cada viernes se realizaba en el cauce entre numerosos carteles de «Atención. Riadas en días de lluvia».

Según se desprende de la declaración del técnico, instalar un mercadillo en el barranco de La Cala era un peligro, ya que se trata del cauce de un «río intermitente» y, en consecuencia, existe un riesgo de «desbordamiento» de las aguas. Y todo ello pese a que la zona no está declarada como inundable en el Plan de Acción Territorial de Prevención del Riesgo de Inundación en la Comunidad Valenciana (PATRICOVA); algo que, para el técnico del organismo de la cuenca se justifica en que en puridad el riesgo es «de desbordamiento». pleo, Luis Ángel Mateo, indicó que muchas de las instalaciones que actualmente no tienen ocupantes precisarán de obras de rehabilitación, por lo que sus adjudicatarios disfrutarán de una carencia de pago en las tasas municipales, que ascienden a 75 euros el metro cuadrado por trimestre. El objetivo es facilitar el coste de las obras que se tendrán que realizar para adecuar los quioscos y abrirlos al público.

Respecto a los nuevos quioscos Aunque que no hubo denuncia expresa por la instalación del mercadillo, el técnico entiende que el expediente se inició tanto por el asfaltado como por la ocupación que se estaba realizando del cauce, un tema que se había abordado en conel con versaciones Ayuntamiento. El mismo técnico remarcó ante la juez el equipo de Gobierno no devolvió el cauce del barranco a su estado primitivo, pese a que se le solicitó.

Además de este técnico, también declaró el pasado jueves ante la juez la jefa de Servicio de la CHJ quien insistió en que el Ayuntamiento de Finestrat no tenía autorización para asfaltar el cauce del río y que en caso de haber pedido permiso no se le hubiera concedido.

Pero más allá del contenido de su declaración, el paso por el juzgado de ambos técnicos de la CHJ ha servido para desvelar que adeque se quieren habilitar en la vía pública, el edil afirmó que se está realizando un estudio para determinar en qué zonas del municipio se implantan. Mateo apuntó que sus dimensiones serán mayores a las de los que hay actualmente.

El equipo de Gobierno tampoco ha descartado los años de concesión administrativa ya que el adjudicatario deberá construir esas edificaciones. En esos quioscos se podrán implantar establecimientos más de Algado también está imputado en la causa el concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Tomás Gaspar Sellés Llorca, de quien se desconoce si ha sido citado ya por la juez.

La causa abierta en el juzgado de instrucción número 4 de Benidorm trata de esclarecer las posibles responsabilidades por la muerte de un matrimonio británico de avanzada edad y por los daños y lesiones sufridas por otras cinco personas que resultaron heridas y por los comerciantes que se vieron afectados por la riada, muchos de los cuales perdieron todo el género como consecuencia de la avalancha de agua. Tras la tragedia, el mercadillo ha sido reubicado y los comerciantes afectados han recibido una ayuda para reflotar sus negocios y compensar las pérdidas. que vendan desde helados y golosinas a productos de bisutería, flores o artesanía, pasando por churros y prensa. También se permitirá la instalación de cafeterías y heladerías. «Cumplimos con una demanda ciudadana y damos nuevas oportunidades de negocio a las personas interesadas en montar su propio negocio», subrayó Mateo, quien aseguró que, «con esta actuación, contribuimos a dinamizar la economía de la ciudad».