La mayor catástrofe natural en la ciudad de Alicante en 200 páginas
Vie, 25/05/2012
Testimonios gráficos y humanos recuerdan la inundación del 97 y el Plan Antirririada
Las ciudades mantienen viva su historia gracias a la memoria de aquellos que trabajan para aprender de ella y evitar que algunos capítulos vuelvan a repetirse. Ese es uno de los objetivos que persigue el libro El plan , de Javier Machí Felici; y en el que han aportado su granito de arena algunos de los técnicos -en su mayoría ingenieros de caminos- artífices del proyecto. Más de 200 páginas dedicadas a recordar uno de los hechos más trágicos que vivió la ciudad de Alicante, las inundaciones de 1997, y las medidas posteriores que se adoptaron para evitar situaciones similares. En la mañana del 30 de septiembre, sobre la ciudad cayeron 156 litros por metro cuadrado en tan solo hora y media; una tromba de agua que desbordó las previsiones y que se cobró la vida de cinco personas -cuatro en la capital y una en San Juan-, y dio lugar al desarrollo y ejecución de una nueva red de evacuación de aguas que evitara este tipo de situaciones, el conocido como Plan de Emergencia Antirriada. Entonces, los colectores y las redes de saneamiento se colapsaron, dejando al descubierto las carencias de esta ciudad en materia del sistema hidráulico. Seis días después, los Reyes de España visitaron Alicante para conocer de primera mano el alcance de los destrozos, cifrados en cientos de millones. La necesidad de acometer el plan se evidenciaba por momentos y fue un grupo de técnicos y políticos, liderados por el José Ramón García Antón, los que tomaron las riendas de un proyecto que la sociedad acogió de la ciudad; y levantar algunas de las principales avenidas como San Vicente, La Rambla o La Explanada para restituir y dotar de mayor capacidad a los colectores ya obsoletos.
Las ciudades mantienen viva su historia gracias a la memoria de aquellos que trabajan para aprender de ella y evitar que algunos capítulos vuelvan a repetirse. Ese es uno de los objetivos que persigue el libro El plan , de Javier Machí Felici; y en el que han aportado su granito de arena algunos de los técnicos -en su mayoría ingenieros de caminos- artífices del proyecto. Más de 200 páginas dedicadas a recordar uno de los hechos más trágicos que vivió la ciudad de Alicante, las inundaciones de 1997, y las medidas posteriores que se adoptaron para evitar situaciones similares. En la mañana del 30 de septiembre, sobre la ciudad cayeron 156 litros por metro cuadrado en tan solo hora y media; una tromba de agua que desbordó las previsiones y que se cobró la vida de cinco personas -cuatro en la capital y una en San Juan-, y dio lugar al desarrollo y ejecución de una nueva red de evacuación de aguas que evitara este tipo de situaciones, el conocido como Plan de Emergencia Antirriada. Entonces, los colectores y las redes de saneamiento se colapsaron, dejando al descubierto las carencias de esta ciudad en materia del sistema hidráulico. Seis días después, los Reyes de España visitaron Alicante para conocer de primera mano el alcance de los destrozos, cifrados en cientos de millones. La necesidad de acometer el plan se evidenciaba por momentos y fue un grupo de técnicos y políticos, liderados por el José Ramón García Antón, los que tomaron las riendas de un proyecto que la sociedad acogió de la ciudad; y levantar algunas de las principales avenidas como San Vicente, La Rambla o La Explanada para restituir y dotar de mayor capacidad a los colectores ya obsoletos.