Una pluviometría aún por debajo de lo normal garantizaría el regadío
Mar, 03/04/2012
La situación es preocupante, pero, salvo casos concretos, no es extrema. El consejero de Agricultura analizó con las organizaciones agrarias la sequía que padece el campo riojano y aseguró que, de acuerdo con la Confederación Hidrográfica, «si lloviese en esta primavera un 70% de lo habitual no serán necesarias restricciones en los cultivos de regadío».
Íñigo Nagore apuntó que La Rioja Baja y la parte oriental de La Rioja Media, tanto de sierra como del valle, son las comarcas más afectadas y que, de momento, preocupan sobre todos los pastos, el cereal y el almendro, por las esperadas dificultades del cuajado de los frutos.
Agricultura, que acordó reunirse con los sindicatos agrarios cada 15 días para ver la evolución de la primavera, anunció una serie de medidas, y otras próximas que se tomarán en función de la evolución de las lluvias.
Los ganaderos, sin apenas pasto y utilizando el pienso para alimentar al ganado, son el colectivo más perjudicado, al igual que los cerealistas de La Rioja Baja y la mitad oriental de La Rioja Media. «En los pastos, nadie asegura, por lo que el ganadero tendrá un importante incremento de costos, y en el caso del cereal, el 50% de la superficie se asegura, pero en La Rioja Baja y Media, -que cultiva 15.000 de las 50.000 hectáreas riojanas-, sí se asegura más, lo que ayudará a paliar en parte la situación».
Las primeras medidas adoptadas por la mesa de la sequía son la exención de algunas tasas, entre ellas las de retirada de cadáveres y otras de guías y sanitarias, para los ganaderos, y la asunción por parte de la Consejería de los intereses de préstamos para inversiones, con una carencia de un año y la petición a Agroseguro para que agilice las indemnizaciones.
En estudio queda ya la autorización para labrar la tierra antes del 31 de marzo en aquellas fincas ya sin cosecha para que el agua cale mejor y medidas extraordinarias de caza (batidas de corzos) para evitar el previsible daño a la viña y otros cultivos por la falta de vegetación.
Íñigo Nagore apuntó que La Rioja Baja y la parte oriental de La Rioja Media, tanto de sierra como del valle, son las comarcas más afectadas y que, de momento, preocupan sobre todos los pastos, el cereal y el almendro, por las esperadas dificultades del cuajado de los frutos.
Agricultura, que acordó reunirse con los sindicatos agrarios cada 15 días para ver la evolución de la primavera, anunció una serie de medidas, y otras próximas que se tomarán en función de la evolución de las lluvias.
Los ganaderos, sin apenas pasto y utilizando el pienso para alimentar al ganado, son el colectivo más perjudicado, al igual que los cerealistas de La Rioja Baja y la mitad oriental de La Rioja Media. «En los pastos, nadie asegura, por lo que el ganadero tendrá un importante incremento de costos, y en el caso del cereal, el 50% de la superficie se asegura, pero en La Rioja Baja y Media, -que cultiva 15.000 de las 50.000 hectáreas riojanas-, sí se asegura más, lo que ayudará a paliar en parte la situación».
Las primeras medidas adoptadas por la mesa de la sequía son la exención de algunas tasas, entre ellas las de retirada de cadáveres y otras de guías y sanitarias, para los ganaderos, y la asunción por parte de la Consejería de los intereses de préstamos para inversiones, con una carencia de un año y la petición a Agroseguro para que agilice las indemnizaciones.
En estudio queda ya la autorización para labrar la tierra antes del 31 de marzo en aquellas fincas ya sin cosecha para que el agua cale mejor y medidas extraordinarias de caza (batidas de corzos) para evitar el previsible daño a la viña y otros cultivos por la falta de vegetación.