1,6 millones de personas mueren al año por las enfermedades relacionadas con el agua

Vie, 23/03/2012

Diario de Noticias

La falta de infraestructuras y condiciones sanitarias es la consecuencia de que cada año mueran 1,6 millones de personas, sobre todo niños, a causa de enfermedades relacionadas con el agua.

Un dato que fue señalado ayer coincidiendo con el Día Mundial del Agua. Así lo ha puesto de manifiesto la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (Fuden), que señaló que 2.600 millones de personas no tienen acceso a redes de saneamiento mejorado. En un acto celebrado ayer en Madrid, Pablo Alcalde, responsable de este tema en Acción contra el Hambre, recordó que unos 260 millones de personas son víctimas de desastres naturales y que el acceso al agua y al saneamiento puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.

Por ello la Coordinadora de ONG para el Desarrollo-España, ha pedido al Gobierno que reconozca por Ley el acceso al agua como un derecho humano primordial. Por otro lado, la ONU alertó ayer sobre el despilfarro de este bien tan preciado y, también tan escaso, pese a que el 72% de la superficie del planeta está cubierta por agua.

USO INDUSTRIAL Así, la preocupación no se refiere solo al consumo humano, sino al gasto desmesurado que, por ejemplo, se produce en la elaboración de la industria alimentaria y pone de manifiesto que, por ejemplo, producir un kilo de trigo, supone un gasto de 1.500 litros de agua.

"Marcar la necesidad de una nueva cultura del agua basada en principios éticos de sostenibilidad acabaría con la crisis global del agua que no es tanto un problema de cantidad, como de calidad", aseveró ayer a la agencia Efe Pedro Arrojo, profesor de la Universidad de Zaragoza.

Arrojo insistió en que hablar de escasez de agua "no es correcto" porque "el problema no es la escase z, sino la diversidad climática que tenemos", dijo refiriéndose al problema de sequía que padece el país, que ha pasado un invier no especialmente duro en ese sentido.

A su juicio, todas las comunidades están instaladas al lado de al menos una fuente de agua suficientemente abundante y más que suficiente para la vida digna.