La sequía amenaza con dejar sin agua 34.000 hectáreas de regadío
Lun, 12/03/2012
El campo leonés deposita sus esperanzas en la primavera. Hace falta agua para humedecer la tierra y poder sembrar, y para llenar los cuatro embalses de la provincia que este año suman poco más de la mitad de agua que hace doce meses. La prioridad de uso de la misma está clara. Desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) calculan que aproximadamente un 6% de los recursos se destinan a abastecimiento urbano y uso doméstico, y un 1% a usos industriales. Cubierta esta demanda, el agua se dirige al campo, fundamentalmente al riego de cultivos, lo que representa el 93% del agua embalsada.
Tomando como referencia estos porcentajes sobre la media de agua recogida en los cuatro pantanos leoneses en la última década, la prolongación de la sequía podría poner en peligro el riego de 34.000 hectáreas. La guerra del agua está servida si las lluvias no se dignan a aparecer pronto. Una batalla por el riego que se complica con líneas fronterizas como la que separa León y Palencia, ambos territorios muy pendientes de las reservas de Riaño.
Atendiendo al agua embalsada actualmente, los pantanos leoneses echarán en falta este año más de 200 hectómetros cúbicos para el riego en comparación a la media de los últimos diez años, y cada hectómetro cúbico representa más de 165 hectáreas susceptibles de no ser regadas.
Tras padecer uno de los periodos más secos que se recuerdan, el campo espera con ansia que aparezca el agua que ni en otoño ni en invierno ha venido a llenar los embalses ya sea en forma de agua o de nieve. Por el momento salva la cara el 'remanente' del pasado año, pero las existencias se agotan, las temperaturas aprietan y la tierra está sedienta.
Que no va a ser un buen año, parece estar claro, pero todavía puede no ser 'catastrófico'. La provincia de León ha apostado por el regadío, pero la modernización de infraestructuras avanza más despacio que la demanda de agua. Desde el sector se apunta la necesidad de convocar la mesa de la sequía para realizar una planificación de los recursos híbridos apostando por los cultivos que menos agua requieren. También de planificación ha hablado ya el recién nombrado presidente de la CHD, José Valín, que esta semana ha asegurado que el campo sufre «una sequía muy grave», aunque pedía calma entre los regantes de las distintas provincias.
La sequía, arrastrada desde el pasado otoño, pronostica una primavera difícil, pero es necesario «esperar» un tiempo antes de tomar determinadas decisiones, aseveraba el titular de la CHD rememorando años como 1993 cuando hubo una gran sequía en otoño e invierno, pero sin embargo comenzó a llover de forma abundante en abril. En cualquier caso, el presidente explicó que se prevé que éste sea un año «complejo» para los riegos agrícolas, por lo que auguraba que «probablemente habrá que adelantar la campaña» de regadío, que habitualmente comienza en abril.
Por ello, «en breve» comenzarán las reuniones con comunidades de regantes, la semana que viene, entre ellas las que dependen del embalse de Riaño. José Valín subrayaba que las zonas que dependen de este embalse, en provincias como León, Palencia, principalmente, Zamora o Valladolid, en menor medida, tienen «una problemática concreta», lo que requiere «analizar de forma explícita» las posibilidades de «reparto de aguas».
En este punto, Valín se ha pronunciado sobre la llamada 'guerra del agua', generada por las demandas de prioridad en el reparto para el riego en León, que han suscitado una reacción en contra en Palencia. «Es una escalada de tensión quizá demasiado alarmista», advertía el presidente, porque el riego dependiente de Riaño «no está amenazado».
De los 651 hectómetros cúbicos de capacidad de este embalse, las reservas en la actualidad son de 376,8, cerca de la media de los últimos diez años, de 464,1, aunque lejos del volumen de agua embalsada del año pasado por estas fechas, que era de 574,2. Con estos datos, el responsable del organismo de cuenca confía en que «con un poquito de esfuerzo, se pueda acometer el riego en todas las zonas».
Villameca. Actulamente, las > aguas de este embalse, que apenas suponen un 18% de su capacidad total, 3,6 hectómetros cúbicos de los 20 que permite, se encargan de hidratar los cultivos de La > Barrios de Luna, a día de hoy con 134 hectómetros cúbicos de sus 308 de capacidad, se riegan alredor de 50.000 hectáreas dedicadas principalmente al cultivo de maíz, remolacha y lúpulo.
Porma. Este embalse permite regar cerca de 45.000 hectáreas. Al cierre de esta semana se encuentra a menos de la mitad de su capacidad, 150 hectómetros cúbicos de 317. Riaño. Este embalse, el más grande de la cuenca, garantiza el regadío de 80.000 hectáreas ubicadas fundamentalmente en la provincia de León, pero también riega en Palencia, encuentra al 57% de su capacidad.
Tomando como referencia estos porcentajes sobre la media de agua recogida en los cuatro pantanos leoneses en la última década, la prolongación de la sequía podría poner en peligro el riego de 34.000 hectáreas. La guerra del agua está servida si las lluvias no se dignan a aparecer pronto. Una batalla por el riego que se complica con líneas fronterizas como la que separa León y Palencia, ambos territorios muy pendientes de las reservas de Riaño.
Atendiendo al agua embalsada actualmente, los pantanos leoneses echarán en falta este año más de 200 hectómetros cúbicos para el riego en comparación a la media de los últimos diez años, y cada hectómetro cúbico representa más de 165 hectáreas susceptibles de no ser regadas.
Tras padecer uno de los periodos más secos que se recuerdan, el campo espera con ansia que aparezca el agua que ni en otoño ni en invierno ha venido a llenar los embalses ya sea en forma de agua o de nieve. Por el momento salva la cara el 'remanente' del pasado año, pero las existencias se agotan, las temperaturas aprietan y la tierra está sedienta.
Que no va a ser un buen año, parece estar claro, pero todavía puede no ser 'catastrófico'. La provincia de León ha apostado por el regadío, pero la modernización de infraestructuras avanza más despacio que la demanda de agua. Desde el sector se apunta la necesidad de convocar la mesa de la sequía para realizar una planificación de los recursos híbridos apostando por los cultivos que menos agua requieren. También de planificación ha hablado ya el recién nombrado presidente de la CHD, José Valín, que esta semana ha asegurado que el campo sufre «una sequía muy grave», aunque pedía calma entre los regantes de las distintas provincias.
La sequía, arrastrada desde el pasado otoño, pronostica una primavera difícil, pero es necesario «esperar» un tiempo antes de tomar determinadas decisiones, aseveraba el titular de la CHD rememorando años como 1993 cuando hubo una gran sequía en otoño e invierno, pero sin embargo comenzó a llover de forma abundante en abril. En cualquier caso, el presidente explicó que se prevé que éste sea un año «complejo» para los riegos agrícolas, por lo que auguraba que «probablemente habrá que adelantar la campaña» de regadío, que habitualmente comienza en abril.
Por ello, «en breve» comenzarán las reuniones con comunidades de regantes, la semana que viene, entre ellas las que dependen del embalse de Riaño. José Valín subrayaba que las zonas que dependen de este embalse, en provincias como León, Palencia, principalmente, Zamora o Valladolid, en menor medida, tienen «una problemática concreta», lo que requiere «analizar de forma explícita» las posibilidades de «reparto de aguas».
En este punto, Valín se ha pronunciado sobre la llamada 'guerra del agua', generada por las demandas de prioridad en el reparto para el riego en León, que han suscitado una reacción en contra en Palencia. «Es una escalada de tensión quizá demasiado alarmista», advertía el presidente, porque el riego dependiente de Riaño «no está amenazado».
De los 651 hectómetros cúbicos de capacidad de este embalse, las reservas en la actualidad son de 376,8, cerca de la media de los últimos diez años, de 464,1, aunque lejos del volumen de agua embalsada del año pasado por estas fechas, que era de 574,2. Con estos datos, el responsable del organismo de cuenca confía en que «con un poquito de esfuerzo, se pueda acometer el riego en todas las zonas».
Villameca. Actulamente, las > aguas de este embalse, que apenas suponen un 18% de su capacidad total, 3,6 hectómetros cúbicos de los 20 que permite, se encargan de hidratar los cultivos de La > Barrios de Luna, a día de hoy con 134 hectómetros cúbicos de sus 308 de capacidad, se riegan alredor de 50.000 hectáreas dedicadas principalmente al cultivo de maíz, remolacha y lúpulo.
Porma. Este embalse permite regar cerca de 45.000 hectáreas. Al cierre de esta semana se encuentra a menos de la mitad de su capacidad, 150 hectómetros cúbicos de 317. Riaño. Este embalse, el más grande de la cuenca, garantiza el regadío de 80.000 hectáreas ubicadas fundamentalmente en la provincia de León, pero también riega en Palencia, encuentra al 57% de su capacidad.