Agua obtenida de las nubes abastecerá poblaciones rurales de Marruecos
Mié, 07/03/2012
Agua de las nubes que se recolectará por medio de pantallas especiales llegará por medio de una tubería a una escuela y a tres comunidades rurales de Marruecos, una vez que el pasado verano se confirmó la viabilidad del sistema, ha informado hoy la Universidad de La Laguna.
El proyecto es fruto de la colaboración que desde 2006 mantienen el departamento de Geografía de la Universidad de La Laguna y la fundación marroquí Si Hmad Derhem, y con su puesta en marcha el agua de las nubes se recogerá a 1.225 metros de altitud.
El agua llegará hasta la escuela coránica de Sidi Zekri, con 35 niños, y a comunidades rurales situadas en el interior de las montañas del Anti-Atlas, que son Agni Zekri, en la que hay 154 personas y 275 animales; Tamerout, donde viven 35 personas y 76 animales, y Agni Ihya, en la que residen 66 personas y 132 animales.
Este estudio es fruto de un proyecto de investigación de la Dirección General de Relaciones con África del Gobierno canario y radica en la viabilidad de suministrar agua potable a poblaciones rurales aisladas, formadas fundamentalmente por mujeres y niños que se ven obligados a recorrer a diario grandes distancias en busca de este recurso tan básico.
En un comunicado de la Universidad de La Laguna se indica que con la aplicación de este sistema aumentarán la escolarización infantil, se mejorará la calidad de vida de las mujeres y se reducirán las enfermedades transmitidas por la mala calidad del agua que obtienen de los pozos.
Uno de las novedades del estudio es el descubrimiento de la existencia de dos modelos de comportamiento de la nubosidad opuestos entre Canarias y Marruecos, a pesar de que tienen el mismo origen.
Así, la nubosidad es más frecuente en Canarias durante los tres meses de verano mientras que en Marruecos lo es desde diciembre hasta junio.
Para recoger el agua de las nubes en Marruecos se instalarán a 1.225 metros de altitud diez pantallas de quince metros cuadrados cada una, y la previsión es colectar al día alrededor de 10,6 litros por metro cuadrado.
Las investigaciones realizadas por las docentes de la Universidad de La Laguna se iniciaron en 1996 y los resultados han demostrado que la obtención de agua es posible debido a la nubosidad del anticiclón de las Azores, pues, aunque sean nubes que no producen lluvia, en su interior contienen una enorme cantidad de gotas minúsculas que pueden colectarse cuando rozan con un obstáculo.
Para conseguirlo se ha diseñado un sistema que ha sido utilizado en la fase de experimentación del proyecto y que consiste en una pantalla forrada con una malla de polipropileno, colocada a un metro y medio del suelo y perpendicular a los vientos húmedos que transportan las gotas de la nube.
La estructura tiene un bajo coste y permite un fácil mantenimiento, asegura la Universidad de La Laguna.
Los datos del proyecto se presentaron en julio pasado en una conferencia que tuvo lugar en Munster (Alemania) y han sido publicados en la revista alemana Erkunde, por medio de un artículo, firmado por María Victoria Marzol, Amalia Yanes, del grupo de investigación de Geografía Física de la Universidad de La Laguna, y José Luis Sánchez Megía, del Centro Meteorológico Territorial en Canarias Occidental.
El proyecto es fruto de la colaboración que desde 2006 mantienen el departamento de Geografía de la Universidad de La Laguna y la fundación marroquí Si Hmad Derhem, y con su puesta en marcha el agua de las nubes se recogerá a 1.225 metros de altitud.
El agua llegará hasta la escuela coránica de Sidi Zekri, con 35 niños, y a comunidades rurales situadas en el interior de las montañas del Anti-Atlas, que son Agni Zekri, en la que hay 154 personas y 275 animales; Tamerout, donde viven 35 personas y 76 animales, y Agni Ihya, en la que residen 66 personas y 132 animales.
Este estudio es fruto de un proyecto de investigación de la Dirección General de Relaciones con África del Gobierno canario y radica en la viabilidad de suministrar agua potable a poblaciones rurales aisladas, formadas fundamentalmente por mujeres y niños que se ven obligados a recorrer a diario grandes distancias en busca de este recurso tan básico.
En un comunicado de la Universidad de La Laguna se indica que con la aplicación de este sistema aumentarán la escolarización infantil, se mejorará la calidad de vida de las mujeres y se reducirán las enfermedades transmitidas por la mala calidad del agua que obtienen de los pozos.
Uno de las novedades del estudio es el descubrimiento de la existencia de dos modelos de comportamiento de la nubosidad opuestos entre Canarias y Marruecos, a pesar de que tienen el mismo origen.
Así, la nubosidad es más frecuente en Canarias durante los tres meses de verano mientras que en Marruecos lo es desde diciembre hasta junio.
Para recoger el agua de las nubes en Marruecos se instalarán a 1.225 metros de altitud diez pantallas de quince metros cuadrados cada una, y la previsión es colectar al día alrededor de 10,6 litros por metro cuadrado.
Las investigaciones realizadas por las docentes de la Universidad de La Laguna se iniciaron en 1996 y los resultados han demostrado que la obtención de agua es posible debido a la nubosidad del anticiclón de las Azores, pues, aunque sean nubes que no producen lluvia, en su interior contienen una enorme cantidad de gotas minúsculas que pueden colectarse cuando rozan con un obstáculo.
Para conseguirlo se ha diseñado un sistema que ha sido utilizado en la fase de experimentación del proyecto y que consiste en una pantalla forrada con una malla de polipropileno, colocada a un metro y medio del suelo y perpendicular a los vientos húmedos que transportan las gotas de la nube.
La estructura tiene un bajo coste y permite un fácil mantenimiento, asegura la Universidad de La Laguna.
Los datos del proyecto se presentaron en julio pasado en una conferencia que tuvo lugar en Munster (Alemania) y han sido publicados en la revista alemana Erkunde, por medio de un artículo, firmado por María Victoria Marzol, Amalia Yanes, del grupo de investigación de Geografía Física de la Universidad de La Laguna, y José Luis Sánchez Megía, del Centro Meteorológico Territorial en Canarias Occidental.