La peor sequía del último medio siglo sigue afectando a la Comunidad gallega de manera muy severa, pues la falta generalizada de lluvias está provocando que los embalses anoten cifras muy por debajo de su tónica habitual. De hecho, desde la semana pasada, esta situación se acentúa cada vez más, tras una reducción de 12 hectómetros cúbicos en su reserva hidráulica, dato que sitúa a los embalses por encima del 51 por ciento de su capacidad. Todas estas cifras provocan que Galicia anote las reservas más bajas en toda España, pues la media española se sitúa en el 62,5%, según los datos facilitados ayer por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Los números corroboran los índices de sequía extrema en Galicia, que ya se observaban en la anterior medición oficial del pasado 22 de febrero. En esa ocasión, los pantanos y embalses gallegos mostraban una ocupación del 54,7 por ciento, pero los datos de ayer hablan de una ocupación del 51,9 por ciento para las cuencas de Galicia-Costa y un 51,2% para las de Miño-Sil. En este sentido, la primera pasó de los 367 hectómetros cúbicos de agua embalsada de la semana pasada a los 355 de esta, mientras la cuenca de Miño-Sil registró un resultado contrario al aumentar un punto más en su cuenca, esto es, pasó de los 1.551 a los 1.552 hectómetros cúbicos.

Hace un año por estas fechas, Galicia contaba con una ocupación del 77,21 por ciento en los embalses, pero las altas temperaturas de este verano, otoño e invierno hicieron descender los números hasta el 51 por ciento de este mes. Con temperaturas que estos días superaron los 24 grados en algunas zonas del interior gallego, la situación parece que empieza a cambiar para el fin de semana, según las predicciones.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) constata que se prevé la entrada de una borrasca de agua y nieve por la Comunidad gallega a finales de semana, el primer elemento esperanzador después de un prolongado período de sequía, aunque los expertos afirman que se necesitarán cuatro o cinco temporales «serios» para revertir la situación.

Una situación que hace una semana el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, definió como «no alarmante» en el Congreso AGUA'12, a la vez que hizo hincapié en la «responsabilidad de todos» a la hora de «no malgastar ni una sola gota de agua». Porque aunque en las zonas urbanas no hay escasez del recurso, en muchos lugares del rural, los Ayuntamientos ya están tomando medidas para garantizar el abastecimiento.

Por otro lado, el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, la conselleira de Medio Rural y Mar, Rosa Quintana y el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, se reunirán este viernes con «el fin de intensificar la acción policial contra los incendiarios», coordinando medidas de refuerzo de acción policial en los montes de la Comunidad. Estas medidas se destinarán a la «vigilancia, disuasión y persecución de la actividad delictuosa incendiaria», a la vez que potenciarán el trabajo coordinado entre las administraciones y organismos involucrados.

Aun así, la ola de incendios continúa ante la falta de lluvias. Ayer se registraron cuatro incendios forestales en Ourense, que afectaron a 270 hectáreas, según la Consellería de Medio Rural. Los fuegos ocurrieron en A Gudiña, en donde el incendio arrasó más de 60 hectáreas; en la parroquia de Ponte, con 90 hectáreas calcinadas, en A Mezquita (más de 100 hectáreas) y en Castrelo de Val, donde ardieron 20 hectáreas.