El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha hecho hoy un llamamiento a "la responsabilidad de todos en la utilización del agua" debido a la situación de sequía que vive Galicia.

Aunque ha señalado que no pretende "pecar de alarmismo", ha declarado: "no podemos malgastar ni una sola gota".

Núñez Feijóo ha inaugurado hoy la conferencia Aqua 2012, en la que ha destacado que "el abastecimiento está garantizado" en las grandes ciudades, aunque "no así en algunas zonas del rural gallego", pese a que los embalses están en niveles similares a los de otros años.

Ha explicado que en algunos ayuntamientos ya se han realizado obras de emergencia para garantizar el abastecimiento y ha señalado que el objetivo de la Xunta que todos los núcleos gallegos, que son la mitad de toda España, tengan agua en cantidad y calidad suficiente.

El presidente gallego ha advertido de que "en contra de la creencia común, en Galicia no sobra ni una gota de agua" y ha insistido en que 2011 ha sido el segundo año más seco de los últimos 50 y que el actual invierno, la situación también es anómala, debido a la escasez de precipitaciones.

En su discurso inaugural, también ha destacado que un recurso "tan fundamental" como el agua debe ser "regulado, administrado y protegido" para garantizar la plena disponibilidad en cantidad y calidad de este recurso.

Ha resaltado ante los participantes en el foro las medidas que ha desarrollado la Xunta en estos tres años de gobierno, como la puesta en marcha de una ley de aguas, así como un plan de infraestructuras hidráulicas.

En esta línea, ha insistido en la necesidad de lograr una mayor cooperación y coordinación entre administraciones para gestionar el agua y ha recordado la oferta del Gobierno gallego a las entidades locales para gestionar las depuradoras de núcleos de más de dos mil habitantes, en caso de que estas no puedan afrontar su explotación.

Se trata de 132 depuradoras, ha dicho, que a finales de 2012 podrían llegar a 150.

También ha querido dar un mensaje a los asistentes al foro y a la sociedad en general y es que si bien "el agua no tiene precio" su gestión sí "tiene un coste", que debe ser repercutido a los ciudadanos y a través de este coste las administraciones públicas "deben invertir en una gestión mejor".

En el mismo foro, el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, ha pronunciado la conferencia "Nuevos retos en la gestión del agua", en la que ha defendido la necesidad de introducir la cultura del uso responsable del agua, a través de la acción educativa y también "vía impositiva".

También ha justificado el aumento de las tasas, entre ellas del coeficiente de vertido, "pese al mal momento" económico para hacerlo, como una medida necesaria para garantizar la prestación del servicio.

Ha cifrado el coste de las depuradoras, sin contar las de las grandes ciudades, en unos 40 millones de euros al año, lo que supone un "obstáculo importante" y ha indicado que "no es admisible que el 40 por ciento de estas depuradoras no alcance los niveles aceptables de explotación".

En su discurso ha apostado por una política de pago por la gestión del agua "progresiva, equitativa y de justicia" en la que "quien más consume más pague".

Ha animado a los asistentes al foro, muchos de ellos empresarios de operadoras y también responsables municipales, a "dejar atrás el debate entre gestión directa o indirecta y entre empresas públicas, privadas o mixtas", ya que ha mostrado su convencimiento de que "todas las gestiones son válidas".