23 especies "invaden" la cuenca del río Ebro
Vie, 03/02/2012
Los investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra Javier Oscoz, David Galicia y Rafael Miranda, junto con otros expertos españoles y en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), han editado un documento de referencia para la identificación de los macroinvertebrados de la cuenca del Ebro. En él se recogen hasta un total de 23 especies invasoras y la primera guía de estos animales publicada en España.
Según aclara Javier Oscoz, muchas de ellas son especies minúsculas, incluso parásitos de otros animales también introducidos. “Algunas están en expansión, normalmente ayudadas por el hombre de forma consciente o inconciente, como el mejillón cebra -quizá el más conocido por los daños económicos que causa al obstruir los canales de riego- la almeja asiática, los cangrejos americanos o australianos, el caracol manzana, el caracol trompeta de Malasia, etc.”, explica.
No obstante, los especialistas consideran que el estado de conservación de la cuenca del Ebro ha mejorado bastante en los últimos años, gracias en parte a los estudios de control de calidad de aguas que se realizan desde hace décadas. Sin embargo, reconocen que sigue habiendo zonas con una calidad ecológica menor, en las cercanías de grandes núcleos urbanos e industriales, donde se trabaja para minimizar al máximo el impacto.
“La correcta identificación de estos organismos”, subraya Javier Oscoz, “es especialmente importante porque hay determinados taxones o especies que no toleran las alteraciones en el medio o aquellas causadas por contaminación. En cambio, otras son muy resistentes. Distinguir entre unas y otras nos permite detectar cambios en un ecosistema por la presencia únicamente de especies resistentes, o conocer la distribución de grupos que puedan estar amenazados”.
Dos guías pioneras en España
Los dos manuales publicados permiten la identificación de macroinvertebrados acuáticos en las cuencas del Ebro, en el primer caso, y del resto de ríos del país, en el segundo. En este grupo de animales se integran invertebrados lo bastante grandes como para verse sin necesidad de aumentos y que habitan, en algún momento de su ciclo vital, en el medio acuático. “Esto incluye a gran cantidad de especies de distintos grupos, como anélidos, moluscos o artrópodos, muchos de ellos insectos, que desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas acuáticos, donde transforman la materia orgánica y representan la principal fuente de alimentación de organismos superiores”, explica Javier Oscoz.
El hecho de identificarlos en una guía con fotografías de alta calidad facilitará el conocimiento de una parte importante de nuestra biodiversidad, “lo que ayudará a desarrollar una gestión más eficaz de los recursos, tal y como se plantea en los objetivos de la Directiva Marco del Agua para 2015”, finaliza el investigador de la Universidad de Navarra.
Según aclara Javier Oscoz, muchas de ellas son especies minúsculas, incluso parásitos de otros animales también introducidos. “Algunas están en expansión, normalmente ayudadas por el hombre de forma consciente o inconciente, como el mejillón cebra -quizá el más conocido por los daños económicos que causa al obstruir los canales de riego- la almeja asiática, los cangrejos americanos o australianos, el caracol manzana, el caracol trompeta de Malasia, etc.”, explica.
No obstante, los especialistas consideran que el estado de conservación de la cuenca del Ebro ha mejorado bastante en los últimos años, gracias en parte a los estudios de control de calidad de aguas que se realizan desde hace décadas. Sin embargo, reconocen que sigue habiendo zonas con una calidad ecológica menor, en las cercanías de grandes núcleos urbanos e industriales, donde se trabaja para minimizar al máximo el impacto.
“La correcta identificación de estos organismos”, subraya Javier Oscoz, “es especialmente importante porque hay determinados taxones o especies que no toleran las alteraciones en el medio o aquellas causadas por contaminación. En cambio, otras son muy resistentes. Distinguir entre unas y otras nos permite detectar cambios en un ecosistema por la presencia únicamente de especies resistentes, o conocer la distribución de grupos que puedan estar amenazados”.
Dos guías pioneras en España
Los dos manuales publicados permiten la identificación de macroinvertebrados acuáticos en las cuencas del Ebro, en el primer caso, y del resto de ríos del país, en el segundo. En este grupo de animales se integran invertebrados lo bastante grandes como para verse sin necesidad de aumentos y que habitan, en algún momento de su ciclo vital, en el medio acuático. “Esto incluye a gran cantidad de especies de distintos grupos, como anélidos, moluscos o artrópodos, muchos de ellos insectos, que desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas acuáticos, donde transforman la materia orgánica y representan la principal fuente de alimentación de organismos superiores”, explica Javier Oscoz.
El hecho de identificarlos en una guía con fotografías de alta calidad facilitará el conocimiento de una parte importante de nuestra biodiversidad, “lo que ayudará a desarrollar una gestión más eficaz de los recursos, tal y como se plantea en los objetivos de la Directiva Marco del Agua para 2015”, finaliza el investigador de la Universidad de Navarra.