Murcia propone vender las desaladoras a los países árabes

Vie, 03/02/2012

ABC

El consejero de Agricultura y Agua de Murcia, Antonio Cerdá, no se ha ido por las ramas y propone que las plantas desalinizadoras que sobran -a su juicio la mayoría- se desmonten y se vendan los equipos a los países árabes. Cerdá suscribe la postura del ministro Miguel Arias Cañete sobre el «fracaso» del Programa AGUA basado en la desalinización masiva que pusieron en marcha Rodríguez Zapatero y Cristina Narbona, ya que ha dado hasta ahora pobres resultados. Según sus cifras, solo se producen 111 hectómetros de los 778 previstos para todo el arco mediterráneo, la mitad en la Región de Murcia, que ha sido el principal banco de pruebas. «Vamos a esperar a ver cómo se desarrolla lo que dijo el ministro en el Congreso. No sé hasta qué punto sería factible vender esos equipos, pero lo que es evidente es que sobra la mayoría de desalinizadoras, que además han costado muchísimo dinero». Apunta que en California ya se han vendido los equipos de una planta y que en España se podría hacer lo mismo con aquellas que no producen, añadió.

Para el consejero murciano, hay que buscar una solución para estas instalaciones, porque «nadie las va a querer utilizar debido al elevado precio del agua», sobre todo para los regadíos. Es partidario de dejar unas plantas de reserva para asegurar el suministro a la población en caso de sequía.

Cerdá considera que las desalinizadoras tienen una alta dependencia energética y cuestiona también que la población tenga que consumir estos caudales «pagando el agua más cara de España, y encima de peor calidad». Asevera que el Programa AGUA que impulsó el Gobierno socialista «ha sido un desastre porque se ha malgastado el dinero y no se ha solucionado el problema. De hecho, el Ministerio se ha quedado sin dinero para acometer otros proyectos».

Rechaza que la cuenca del Segura sufriera cortes de agua en 2003 porque faltaran recursos como consecuencia de una mala planificación del PP, centrado en aquella época en construir el trasvase del Ebro a toda costa. «Aquellas restricciones se produjeron porque estaba sin terminar la ampliación de algunas potabilizadoras», apostilla.

El consejero se muestra cauto sobre el punto de origen de un nuevo acueducto, en el caso de que se construya. «Están todas las opciones encima de la mesa, y no solo las de la cuenca del Tajo. Hay otras zonas donde sobra agua permanentemente y que han aguantado tres años de fuerte sequía», indicó en referencia al Ebro. «Hay que hablar más de España y menos de las comunidades», señaló.